jueves, 31 de enero de 2008

En la calle Roa de la Vega







¡Yo soy!







Soy la sombra cercana a dos muchachos que fuman delante de una peluquería. Uno acaba de salir y parece que esperan a un tercero, al que hacen señas a través del escaparate. Los dos llevan el pelo rapado a ambos lados de la cabeza y por el centro una baja cresta engominada. Escucho:

_¿Te acuerdas de Dios?

_Sí, a todas horas, ¡no te jode!

_¡No hombre! _risotadas_ aquel que hizo tercero con nosotros que llevaba el pelo mitad de la cabeza rapada y la otra mitad en melena larga. Que contaba chistes atípicos como: ¿cual es el pez que mejor sabe caer desde un quinto piso?... el aaa...tum _carcajada_ el atún.

_Ya caigo, ya caigo, que una vez me preguntó: ¿Tú qué prefieres la inteligencia o la indiferencia? y va y me da él mismo la respuesta: "Ni lo sé, ni me importa" ¿lo coges?

_¡Ah!, sí, sí... "ni lo sé" de la inteligencia y "ni me importa" de la indiferencia. Estaba zumbao... zumbao... Un día se pilló la melena en el torno del instituto y se fue gritándole: ¡Jodeté, que no pillaste la peor parte!


Yo, me alejé pensando... en la otra parte de Dios... y en una frase de J. Mª Batrina:
"Si quieres ser feliz como me dices, no analices, muchacho, ¡no analices!".




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