jueves, 9 de octubre de 2008

En el Arco la Cárcel






¡Yo soy!





Mi sombra va a cruzar el arco y se detiene a escuchar. Una mujer rubia saluda a un hombre de pelo cano:

_¡Hola! Ayer fuimos a tu viña tu cuñado y yo. Si te digo la verdad apenas había uvas y llena de hierbas... Este año la tienes muy abandonada.

_Pero... ¿Qué dices abandonada?

_Sí, sí pero no te preocupes yo dije que llenaba el cesto de uvas y lo llené. ¡Eso sí de la viña de al lado de la tuya!. ¡Esa sí que estaba buena y cuidada!

_¿La tercera, la de enfrente de los árboles frutales?

_Sí, sí de esa cogimos, pero no te preocupes creo que no nos vio nadie.

_¡Esa es la mía! y bien cuidada que está, pues no quité yo hierbas ni nada...

_¡No me digas! O sea que hemos robado las uvas de tu viña _ríe a carcajadas_ ¡Cuando se lo diga a tu cuñado no se lo va a creer! No paraba de decirme: ¡Que te van a ver! ¡Vámonos para León! que nos van a denunciar y vamos a tener un problema por un capricho. ¡Mira que estábamos seguros de saber cuál era la tuya!.


Crucé el Arco sonriendo. En mi mente de sombra una frase: "Es el azar, no la prudencia, quien rige nuestra vida" de Cicerón.




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