miércoles, 13 de mayo de 2009

¡Cría cuervos!





¡Yo soy!





El anciano, con su móvil a la oreja, habla despacio. Mi sombra se sienta a su lado.

_Pues mañana mismo te vienes para León que las revisiones las puedes hacer aquí _se despide y cuelga. Luego me mira y me cuenta: ¡Los hijos! ¡Cría cuervos! _Yo le interrogo con la mirada:

_ Mi mujer, que se ha tenido que ir a operar de la cadera a Barcelona, porque aquí sólo tenemos un hijo y allí están las hijas para cuidarla... _mi sombra le sigue mirando.

_ Dice que oyó voces en el salón. Bajó y vio a mi hija y a mi yerno discutiendo. Al verla a ella nuestra hija le gritó a mi yerno:_¡Dile, dile a ella lo que me estaban diciendo a mí!

_¡Pues sí se lo diré! ¡Ya lo creo que se lo diré! _dice que le espetó_ Cuidamos a mi madre y nos daba toda la pensión, así que ahora si cuidamos de la tuya... con la miseria que nos da, no tenemos ni para la leche que gasta _así mismo se le encaró_ ¿Será posible pero si sólo lleva allí dos meses? Yo ya le dije pues coge el primer tren y ven para acá. ¡Tenía que haberse operado en León!


Puse mi mano de sombra sobre su hombro, cerré mis ojos y recordé:"En la juventud aprendemos, en la vejez entendemos" de Marie von Ebner escritora austriaca.




No hay comentarios:

Publicar un comentario