martes, 22 de septiembre de 2009

Abuelos en "paro"





¡Yo soy!




Salieron de Cuba, con lo puesto, acompañados de sus tres nietas adolescentes para, más tarde, traer a su hijo, preso político allá. Por él han dado este gran paso. Confían en la "reunificación familiar".

El tren les dejó en León. Era un último domingo de agosto. Él tiene 72 años y ella 68. La familia de acogida, de clase media, se comprometió a correr con todos sus gastos. ¡ Son sus ancestros!

Pasan los meses. Quieren trabajar... ¿Trabajo para dos abuelos? Lo intentan, quieren dejar de ser una carga. La abuela dice a mi sombra:

_Mira, mi hija, yo les puedo ayudar, sé cocinar y haré magdalenas y las venderé por las calles.

_En España no se pueden vender alimentos por la calle sin control sanitario, permiso, autorización...

Al poco tiempo, mi sombra escucha al abuelo:

_Ya sé lo dije a mi vieja, compraré alambre y fabricaremos perchas para venderlas y...

_¡Pero abuelo! si perchas de alambre no las quiere nadie, deforman la ropa. Las regalan en las tiendas de plástico.

Pasa un año. El abuelo sigue en su búsqueda:

_¡Ya sé, he observado que no se ven "limpiabotas por las calles". ¡En la Habana...!

_Aquí es un oficio desaparecido _le interrumpo_ en León el invierno es muy largo. ¡Nadie limpia sus zapatos en la calle!

_¡Mi vieja y yo hemos de hacer algo! _insiste:

_Ya lo están haciendo _les consuelo_ cuidan de sus nietas. ¿Les parece poco?

Mi sombra se pregunta: ¿Los jóvenes "parados" ponen tanto empeño en buscarse un "curro" como estos dos abuelos?


Mi sombra se une a Cervantes para decir: "Cada cual se fabrica su destino; no tiene aquí fortuna parte alguna".



3 comentarios:

  1. las historias que contaba el abuelo no se pagan con dinero ;)

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  2. demasiadas vueltas da este mundo como para pararse, no olvidarnos que España emigró en el siglo pasado a Cuba y ahora seguimos creyendonos Colones conquistadores, en fin, quizas tengamos que volver a las perchas de alambre y a comer madalenas por las calles, ojalá pudieramos disfrutar pequeños placeres prohibidos, porque nos creemos más modernos y más con los tiempos siendo consumistas a tope y viviendo el momento a carreras, pero tampoco hace falta tanta prisa para llegar siempre al mismo fin...

    ÁNIMO CUBA...

    Un abrazo utópico, es que a mi Cuba, siempre me toca mi lado sensible.

    besines Irma.-

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  3. Ra, yo les recuerdo con mucho cariño.

    Gracias Irma, tienes toda la razón en tu comentario. ¡Cuba es especíal! ¡Yo, pienso volver! Abrazote.

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