viernes, 25 de septiembre de 2009

La "novia viuda"



¡Yo soy!





Murió de un infarto, este verano, en una playa asturiana. Tenía 60 años. Su novia y él llevan juntos más de 30 años. ¡Todos la consideran su viuda!

Una amiga se desplaza a Asturias para acompañar a la "novia viuda". La invitan a quedarse a dormir, pero no lo hace por no ser un estorbo en la situación. Están los hermanos, los hijos, los nietos...

Regresa de nuevo al pueblo donde vive y mucha gente veranea, entre ellos esta sombra. Al día siguiente nos encontramos y me dice de carrerilla:

_ ¡Ni te imaginas a quién me encontré en el puente. ¡Venía de la piscina! ¡A Filo! ¡Pensar que ayer no me quedé a dormir por no entorpecer a la familia y hoy me la encuentro aquí con una amiga!


Mi sombra, como estatua de piedra, pensó. No hay más verdad: "El muerto al hoyo y el vivo al bollo".




4 comentarios:

  1. Ya, es cierto: el que muere siempre es el que pierde...
    Saludos

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  2. No se sabe Silvia. Algunas pérdidas son peor para el que queda. Gracias y un saludo.

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  3. Pienso como tú Mara, el que queda lo pasa peor.Será que como todavía no me he muerto..........

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  4. Je, je, Ana, que tardemos en saberlo.

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