viernes, 10 de septiembre de 2010

¡En el "bingo"!




¡Yo soy!




El bingo que montan los jubilad@s el domingo, en el pueblo al lado del campo de fútbol, está en su apogeo.
 
La mayoría son mujeres. Muchas viudas. Algunos hombres miran a los que juegan.

Anuncia, acaba de perder a su tercer marido. Termina la jugada y se levanta de su silla. Un hombre se le acerca y le pregunta:
 
_ ¿Qué tal? ¿Cómo está tu marido? Sabe que está muy enfermo.
 
_Pues hoy, está "de cuerpo presente" _soltó la mujer.
 
_¡¡Tú también... qué cosas tienes!!_dice el hombre desconcertado.
 
_¡Es la verdad! Murió esta madrugada. Sabes que sus hijos me odian. Lo he cuidado los últimos cinco años como al niño que era, pues ya ni controlaba ni su cabeza ni su cuerpo. El jueves los médicos le dieron dos días de vida. Ayer sábado, llamé a sus hijos para que fueran al hospital y yo me vine.
 
¡Eso es todo y no me siento culpable por estar aquí pasando el rato! Yo ya cumplí con mi obligación y tengo que seguir viviendo. Cuando el médico me dio la noticia, les di las gracias y recé por su alma. ¡Está con los suyos, me siento en paz!
 
La muerte en los ancianos, hemos de verla con naturalidad, aunque se sienta su pérdida.


Mi sombra subraya  la frase: "Si no existiera la muerte casi no habría poesía en la vida" de Arturo Graf.
 
 
 
  

3 comentarios:

  1. Dicen que la muerte es lo que nos iguala a todos, habrá que aprender a verla como tal o mejor dicho nos tenían que haber enseñado a ello.

    Besines, Irma.-

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  2. ¿Que es mas cruel? ¿Vivir como quieren los demás que sean las cosas o vivir como realmente son o deberían de ser? No vivamos pensando en "que dirán",eso no es vivir.

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  3. Así es, Irma, depende de nosotr@s verla de esta forma. Un abrazo.

    Estoy con tu opinión, Juan Carlos, el "qué dirán" no es vida. Gracias por leerme. Un saludo.

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