lunes, 20 de septiembre de 2010

En el Papa-Móvil



¡Yo soy!






  El Papa visitó Londres.

  !Qué pena! Que vaya a todas partes en su "papa-móvil" a prueba de balas y rodeado de guardaespaldas!
 
 ¡Qué pena! Que el representante de Cristo en la Tierra! no siga ni siquiera aquella frase de Jesús: "¡Dejad que los niños se acerquen a mí!"
 
 ¡Qué pena! Que le tenga miedo a la muerte a sus 83 años
 
¡Qué pena! Que en el Vaticano no nazcan niños
 
¡Qué pena! Que en su país casi todos vayan de negro, excepto él!
 
¡Qué pena! Que viva en un país rico, con "bancos" que blanquean dinero, pregonando la necesidad de erradicar la pobreza!
 
¡Qué pena! Que prohiba los anticonceptivos para luego hablar de los millones de niños que mueren diariamente de hambre!
 
¡Qué pena! Que acorralado, condene a los sacerdotes pederastas, cuando hubo un tiempo en que miró para otro lado ante las denuncias. 
 
¡Qué pena! Que este año,  la procesión de Las Palmas (Domingo de Ramos), la hiciera en su "papa-móvil" ¿Recordará cómo entró Jesús en Jerusalén?
 

Mi mente de sombra susurra: "Cuando veas a un gigante, examina antes la posición del sol, no vaya a ser la sombra de un pigmeo" del poeta y filósofo alemán Von Hardenberg.
 
 
 

4 comentarios:

  1. ¡Qué pena! que este gigante sea un pigmeo arrogante.

    ResponderEliminar
  2. ¡¡Qué pena!! que tengamos que aguantar a tantos fantasmas con sábanas blancas que nunca predican con el ejemplo.

    ¡¡Qué pena!! que ese dios que predican no exista para mandarlos a todos juntos al carajo.

    Besines para esa sombra y para tí.

    Irma.-

    ResponderEliminar
  3. Pues sí, juan Carlos, esperemos que el próximo Papa se atreva a dar un puñetazo sobre la mesa, para cambiar tantas cosas. Un saludo.

    Irma, lo de predicar con el ejemplo parece que no va con ellos. Besotes.

    Pues sí, Aída, es muy triste ver que el que tiene el poder de cambiar las mentiras por verdades no lo haga. Un abrazo.

    ResponderEliminar