Sí, parece un hormiguero. Me impactó esta imagen que el 29 de febrero nos trajo la televisión y más tarde El País.
Recordé cuando en mi infancia, un día, mirábamos un hormiguero varias niñas observando el trabajo de las hormigas y de repente se acercó un chaval mayor que nosotras y comenzó a pisotearlo. Las hormigas corrían despavoridas. Quedamos en silencio mirando el destrozo y nos alejamos sin atrevernos a alzar la voz.
Así me sentí al ver esta imagen. Vi las bombas israelíes pisoteando el hormiguero humano. Sólo intentaban apoderarse de un poco de alimento para subsistir y de pronto en un instante el hormiguero humano se convirtió en una desbandada de hombres, mujeres y niños huyendo desesperados en todas direcciones.
¡Ha habido tantas fotos antes y después...!
Y las personas nos alejamos en silencio. Hay guerras y guerras por más que todas sean crueles. Pocos se atreven a denunciar la masacre.
Los vivos... ¿Por cuánto tiempo?, apenas pueden llorar a sus muertos para volver a formar el hormiguero bajo las bombas.
Los poderosos hablan con algún acuerdo: "Si no acaba con la guerra, no es una victoria" de Montaigne.