viernes, 30 de marzo de 2012

¡Despertar en Cuba!




¡Yo soy!








Con la reciente visita del Papa a Cuba, muchos cubano se habrán convertido en cristianos practicantes. A mi sombra le ocurrió todo lo contrario.

Fue en un viaje a Cuba, en busca de mis ancestros, en el año 1984. Me habían advertido que los cubanos que iban a misa o practicaban la religión católica, eran mal mirados por El Partido, aún así muchas personas lo hacían..

Entonces mi sombra cumplía con la mayoría de las prácticas religiosas. Entré en una iglesia de un rincón de La Habana. Me encantó la imagen de la Patrona, la Virgen de la Caridad del Cobre. Todo lo demás se parecía mucho a cualquier iglesia española. Los ventiladores que giraban colgados del techo, junto con los rostros y voces de varias personas que rezaban, me señalaban que estaba en el Caribe.

 Decidí confesarme. El confesionario era una estancia desangelada y amplia. En medio de ella un sacerdote sentado en una silla y a su lado otra silla donde se sentó mi sombra. Nada más entrar me sentí incómoda, hubiera vuelto hacia atrás, pero no me atreví. Me confesé y...  ¡De pronto todo me pareció mentira! Allí pocos podían practicar la religión a sus anchas entonces, y sin embargo, eran fanáticos los que se decidían a hacerlo.


 ¡Se me rompieron los esquemas! En Cuba poca práctica que era mucha fe, aquí en España, mucha práctica que era poca fe. Dejé de ir a misa, dejé de ir a comulgar, dejé.... En cuatro palabras: dejé la práctica oficial.

 Don José, el cura del pueblo, no se explicaba mi ausencia. Los maestros en los pueblos han de ser los primeros en dar ejemplo. Eso pensaba él. ¿Ejemplo de qué, pensaba Mara, de cinismo? Respeto a los creyentes de cualquier religión. Pero a partir de entonces me fue imposible comulgar con ruedas de molino.

 Mi espiritualidad sigue intacta. Siento la vida leyendo la Naturaleza, mirando jugar a los niños u entrando en La Pulcra. Seguí siendo lo que era y sigo siendo lo que soy. 



¿Entonces...? "Leer las montañas es tan jubiloso y cristiano como leer la Biblia" de Juan Pablo II.




martes, 27 de marzo de 2012

"My twitter" ( 2 )






 Martes 20 de marzo: 
Tengo cuatro hijos. Tres tienen dos carreras cada uno. El pequeño no tiene ninguna, en COU se plantó ¿Será para compensar? Pero... ¡ojo! es el único que ha escrito un libro je, je.

 Miércoles 21: de marzo: 
 ¿Plagio? He recibido un e-mail de una tal Beatriz Núñez, de Diario de León, que según dice hacía un reportaje sobre los blogs en la provincia escritos por leoneses, donde me pide conteste a varias preguntas acerca de "Leonesando": ¿Cómo surgió la idea? ¿Por qué sobre León?... Lo curioso es que encabeza su carta con un: "Buenas tardes, José". Me pregunto: ¿Se estará haciendo pasar por Mara, el tal José? Le he enviado dos e-mails a la persona remitente y aún no he obtenido contestación alguna. 

Jueves 22 de marzo: Al peque, de dos años, le regalaron un reloj-búho. Mamá lo colgó en su habitación. De repente en medio de la noche y sin que nadie lo toque, comienza a moverse el péndulo. Asusta y el niño se despierta. ¿Estará encantado? 

Viernes 23 de marzo: Manu y Ana están separados y tienen una hija de ocho años en común. Manu ahora vive con Rosa. Ana no deja que su hija pase días con su padre en casa de Rosa porque ésta tiene dos hijos adolescentes.  

Lunes 26 de marzo: ¡Empecé bien la semana! Mi sombra ha caído y tiene luxación de codo. Si no hay nada más, de momento, tres semanas con el brazo en cabestrillo. !Además es el derecho y no soy zurda!


De algo estoy convencida: "No hay renta que valga más que la salud del cuerpo" del Libro de Job.




jueves, 22 de marzo de 2012

"Anónimo alcohólico"


¡Yo soy!


   Es un joven, tímido y retraído. Tiene 35 años. 

Sus padres tienen un negocio familiar que le ha dado pingües beneficios durante muchos años, por lo que hoy disponen de un buen capital. Su hijo no ha querido estudiar más allá de la EGB. La holgazanería desde chico ha sido la causa de muchas de las discusiones de sus padres.

A su padre le gustaría que su hijo trabajara en el negocio familiar como un obrero más. Según el joven,  su padre es un dictador. Su madre quiere que su vástago encuentre su sitio. 

Nunca le ha faltado dinero en el bolsillo, sin embargo, nunca ha sido ni un mal hijo ni gastador, quizás un poco vago.  El chico no tiene amigos, desde su adolescencia, se dio cuenta de que varios de los que se decían amigos suyos, iban con él para que pagara sus vicios. 

Con 30 años comenzó, por fin, a trabajar en una empresa media jornada. Las discusiones con su padre hacían la relación en la casa familiar cada vez más difícil por lo que decidió independizarse. Sus padres le compraron el piso y siguen pagando muchas de sus facturas. 

De pronto el joven se encontró libre. Sin nadie que recriminara su forma de ser, con dinero, con piso, con moto, con coche... sin un trabajo estable y... ¡Sobre todo sin amigos! Por lo que se pasaba las horas muertas ante la consola, el televisor, el ordenador... 

Su madre lo visitaba a menudo: le traía comida, ponía la lavadora, limpiaba...y empezó a observar botellas de alcohol vacías en la basura. Pasado un tiempo, su hijo comenzó a faltar al trabajo y se pasaba el día en la cama. Las botellas de alcohol vacías seguían apareciendo en el cubo de la basura. 

La madre, habló con su hijo para que saliera y buscara alguna afición, incluso le pidió que volviera a casa.

No, mientras esté papá _fueron sus palabras. 

Pasaron unos meses y apenas comía, ya sólo bebía. Su madre intentó que el alcohol desapareciera del piso de su hijo, pero él tenía buen cuidado de esconder las botellas, tanto las llenas como las vacías.

 ¡Por fin!, un día cualquiera ante el llanto de su madre, decidió ponerse en manos de un especialista. 

Hoy un joven más, lucha en Alcohólicos Anónimos por su enfermedad que sabe eterna. Su madre le acompaña en su lucha, reza y piensa que quizás si le hubiera faltado el dinero, su hijo se hubiera sentido obligado a hacerse más responsable de su vida. 


Siempre queda la duda de el porqué: "Algún dinero evita preocupaciones. Mucho, las atrae" de Confucio.




martes, 20 de marzo de 2012

¿Lo haría por su color?





¡Yo soy!






 Una pareja de cierta edad camina entre la concurrencia del rastro en Papalaguinda el pasado domingo. Se paran aquí y allá ante un puesto y otro. El hombre, que es policía, lleva las manos en los bolsillos.

 De pronto, un joven de color, introduce su mano en el bolsillo de la cazadora del hombre mayor, que no opone resistencia alguna ya que su mujer acostumbra a guardar la mano en su bolsillo para resguardarla del frío. En ese momento una joven comienza a gritar:

 _¡Eh! ¡Oiga! ¡Oiga! ¡Que le roban! ¡Que le están robando! Todo el mundo se gira en dirección al negro y es en ese momento cuando el señor mayor advierte que no es la mano de su mujer la que toca la suya. Si la cara de un hombre de color se pudiera poner roja en ese momento la del joven estaría como un tomate al ver a todo el mundo con los ojos en él y los semblantes reprobando su acción. ¡Quedó paralizado!
Fueron sólo unos segundos, que al muchacho negro le parecieron siglos, los que tardó el robado en sonreír al "ladrón" pues se conocían y acabaron saludándose  y riendo la broma. 

El joven que iba al lado de la chica que gritó, le dijo a ésta:

 _¿Ves? Eso te pasa por meterte donde no te llaman. A lo que la mujer del policía confirmó: 

_De eso nada, ha hecho muy bien en gritar porque aquí los robos están a la orden del día. Ellos se conocen pero podía haber sido un robo real.

 Cuando dejaron al "falso ladrón" y el matrimonio siguió su camino, la mujer comentó al marido: ¿Tú crees que si hubiera sido blanco el del robo, la chica se hubiera comportado lo mismo?

 _Eso nunca lo sabremos _añadió el policía_ pero estoy seguro que más de uno dejaría de birlar carteras si las personas que se dan cuenta, le señalaran gritando como hizo esa chica. 



Dos protagonistas me lo contaron riendo. Confieso que también me reí al imaginar la escena. Pido disculpas por ello al chico de color pues a él no le parecería tan gracioso: "El miedo atento y previsor es madre de la seguridad" de Edmund Burke. 



viernes, 16 de marzo de 2012

¡Mi Padre!





¡Yo soy!









 Las caricias son muy importantes pero...

Hay padres, que no abrazan ni besan a sus hijos, cuando digo padres me refiero sólo al padre, pues las madres en general muestran mucho más su afecto hacia sus retoños. 

En el caso de los padres opino que no por eso quieren menos a sus hijos. Es una forma diferente de hacerlo, quizás porque ellos tampoco recibieron caricias de los suyos. Aman a sus hijos con la mirada, interesándose por lo que hacen, con su trabajo para procurarles el sustento, ayudando a su compañera o esposa a sacarlos adelante... 

Mi padre era de éstos. No besaba ni abrazaba pero tanto mis hermanos como esta sombra estábamos seguros de su cariño. Será porque nunca lo hacía, por lo que recuerdo la única vez que lo hizo. 

Ocurrió el día que él y mi madre tuvieron un accidente. Fue en un "paso a nivel con barreras", creo que en Nistal, cerca de Astorga. Así nos lo contaron: 

Mi padre y mi madre venían con una carga de vino en su camioneta. Hacía viento y se levantaba polvo por lo que la visibilidad no era buena. Al llegar al paso a nivel la barrera estaba levantada y mi padre avanzó hacia la vía. En ese preciso momento una máquina que hacía maniobras, ¡menos mal que iba  despacio! les llevó por delante unos cientos de metros. El vino comenzó a salir. El guardabarreras y algunos testigos corrieron con los brazos en alto pensando que era sangre lo que caía de la camioneta. Mi padre y mi madre salieron por la ventana opuesta a la del impacto. Cuando el maquinista paró la máquina salió pensando igualmente en una masacre. La camioneta quedó para el desguace y su roja carga líquida, entre las vías. 

Cuando mis padres llegaron a casa nos abrazaron y besaron a mis hermanos y a mí como si hiciera mucho tiempo que no nos veían e incluso a mi padre se le humedecieron los ojos al hacerlo. 

¡Esa fue la única vez que recuerdo un abrazo y un beso de mi padre! Después lo comprendimos. ¡Pensaron que nunca más volverían a vernos! 

Pasado el gran disgusto. Mi padre, esto ocurrió hace más de 40 años, vino a León a La RENFE. ¡Tendría algún derecho! La barrera estaba izada..Tuvo la gran suerte de dar con un hombre honrado. El director con el que habló le dijo:

 _¡Tiene usted que denunciar a la RENFE! De lo contrario no le darán nada.

_¿A La RENFE? Preguntó mi padre asombrado. Y en efecto, denunció y recibió la indemnización que pactaron las partes sin juicio previo.

 ¿Cómo no voy a recordar ese abrazo y ese beso de mi padre?


El amor no se puede medir sólo con besos y abrazos: "Quien puede decir cuánto ama, pequeño amor siente" de Petrarca.




martes, 13 de marzo de 2012

¡Desmemoriado!




¡Yo soy!


Cuando Aznar era Presidente, visitó la residencia de "Los Mensajeros de la Paz" en La Bañeza. 

A todos los residentes los llevaron para la plaza del recinto. Una zona cubierta con cristaleras, para que desde allí vieran el espectáculo de los helicópteros al bajar en el jardín de la Residencia y al Presidente con todo su séquito de guardaespaldas. 

Previamente, como es pertinente, se informó a los ancianos de la visita del Presidente para que esmeraran su comportamiento hacia él. A toda la plantilla de cuidadores se les obligó a venir a trabajar tocara o no hacerlo, algo comprensible al tratarse de una visita extraordinaria. Los mayores estaban asombrados de la cantidad de enfermeras y cuidadoras que había a su alrededor. 

Ya una vez dentro de las instalaciones. El Presidente saludando, hizo el paseíllo con su media sonrisa  giocondina, por la zona donde estaban los viejos. 

Uno de los abuelos se levantó de su silla exclamando mientras se dirigía hacia él:

_ ¡Pero si es Aznar! 

A pesar de todo, él aún no se había enterado de quién era la importante visita. Un cordón de guardaespaldas le impidió acercarse al Presidente quien tampoco hizo gesto gesto alguno para pedir que se acercara el anciano. El gobernante siguió su camino, mientras el  octogenario le gritaba:

_¡Yo le voté, Señor Aznar, yo le voté! 

¡Ah, pero la campaña ya había finalizado! Los apretones de manos a viejos y jóvenes estaban de más.

¿Quén sabe? Podría ser que al viejecito desmemoriado se le ocurriera atentar contra el Presidente. Me pregunto: ¿Habrá terroristas disfrazados de ancianos en las Residencias de la Tercera Edad? 


Mi sombra tiene sus dudas, pero...: "Soy viejo y no sirvo para nada, pero como dicen los comerciantes de paño cuando llegan al fin de la pieza "éste es el último pedazo, tomadle por el precio que queráis" palabras de Benjamín Franklin.




jueves, 8 de marzo de 2012

¡Spanair, cortó sus alas!





¡Yo soy!





¡Impacta y enamora! El salón es grande con hermosos cuadros y exóticas esculturas traídas de lejanos países, pero... Ella, una enorme Harley Davdsond,  lo llena todo. Imanta la mirada y eclipsa todo lo demás. ¿Será porque a mi sombra siempre le han gustado las motos, aunque nunca ha sido dueña de ninguna? O ¿Será la originalidad de ver una gran moto en el salón de una casa familiar?

 Sus dueños son una guapa pareja a la que Spanair ha cortado las alas. Aníbal es piloto y palentino. Jana es azafata y leonesa. Lo que se dice una pareja de altos vuelos. Nunca mejor dicho ya que se conocieron en un avión de la compañía mencionada. 

 Su nivel de vida es alto. ¿Seguirá siendo así? Tienen una preciosa casa, viajan, consumen ...

El piloto colecciona motos de alta gama: Kawasaki, BMW, Ducati... No quiere descendencia. ¡Sus hijos son las motos! Ella, en lo de los hijos, guarda silencio. 

La compañía española que en enero dejó colgadas a miles de personas, a ellos dos, los dejó también en tierra. Concretamente en tierras de Miami al otro lado del charco y con la obligación de comprarse su propio billete de avión. como pasajeros de otra compañía, si querían regresar a su hogar en España. También han perdido algunos miles de euros en viajes comprados a un precio especial para sus tiempos vacacionales.

 A la espera de que se les arregle su estado con la compañía, no se les ve muy preocupados. 

A Jana le han ofrecido un trabajo para dos años en el emirato de Qatar. ¡Menos mal que no fue en Laponia! Lo ha rechazado. No quiere alejarse de su pareja y para ella en estos momentos es lo más importante. 

Mientras tanto ambos contemplan, en su salón, una enorme Harley Davidson en la que Aníbal no deja que se pose una mota de polvo. Viven bien. No son ricos, pero... 


Mi sombra se pregunta con el dramaturgo español:

"¿Qué es la riqueza?
  Nada, si no se gasta.
  Nada, si se malgasta"
                                 de Manuel Bretón de los Herreros. 



                                     

martes, 6 de marzo de 2012

"La niña del paraguas"







¡Yo soy!





Desde que comenzó el curso, ya van casi dos trimestres, una niña de tres años va a clase con su paraguas. 

Su mamá dice: "Es que si no lo trae, coge una rabieta y por no oírla..."

Muchos días es la madre la que carga con el dichoso paraguas. Varias madres le dicen a la mamá y a la niña: ¡Con paraguas, si no llueve! La mamá responde: "Es que si no me monta un pollo de dos pares de narices". 

Ayer, la tutora le sugirió a la madre que dejara de una vez el paraguas en casa. La madre como si lloviera. ¡Qué suerte si por fin lo hiciera! Ella añade su cantinela: "Es que si no lo trae se pone a llorar y ...". 

La profesora piensa: ¡¡Pues déjala que llore, más grande se le hace la boca!! Pero dice: Mujer, es que no ha llovido ni un día. Además, no conviene que se salga siempre con la suya. 

_Ya, pero es que le tiene un cariño, que no sale de casa sin él. 

Otro detalle llegan los peques de tres años y se van para el vestíbulo a hacer la fila. "La niña del paraguas" dice que no. Ella se queda afuera, por supuesto, acompañada de su mamá a saborear las invernales heladas los minutos que faltan, hasta que entren en la clase.

 Cualquier día la "peque" pide llevarse la "bici" al colegio y veo a la madre dando una mano a la niña y la otra pendiente del manillar de la bicicleta. 

Como dice una joven maestra muchas veces para hacernos reír: ¡Ay Señor llévame pronto! 


A mi mente de sombra viene la frase: La abeja y la avispa liban la mismas flores, pero no logran la misma miel" de José Joubert.




jueves, 1 de marzo de 2012

¡Pasar página!





  ¡Yo soy!









 _Bueno hija eran otros tiempos. 

_¡Qué otros tiempos, madre, que tengo cuarenta y cinco años y éstos son mis tiempos! Otra cosa es que lo haya vivido hace más de veinte años. 

_Ya, pero hay que aceptar el pasado y pasar página.

_ ¡No, hay que vivirlo para poder comprenderlo! 
 Sentía mucha rabia, cada vez que surgía el tema con las palabras de su madre: "Pasar página". ¡Cómo si fuera tan fácil! Cuántas veces pensó: "Seré una de ellas" cada vez que por TV daban un nuevo caso de crimen de género. Imposible olvidar. El hombre con el que se casó enamorada hasta las trancas, al que suponía igualmente enamorado de ella. El que supo esperar hasta su boda para tomarla por entero. El que pensó tantas veces que sería el hombre de su vida y... 


Suspira. ¡Cómo cambia la vida y las personas! Después de la ceremonia. Se despidió triste por dejar a su familia y alegre por empezar una nueva vida al lado del hombre que amaba. Ya esa misma tarde, en un hotel de carretera, le pidió una felación, bueno, el dijo una "mamada". Se negó, pero fue inútil. Entonces era una romántica, que sabía muy poco de la vida real, siempre protegida por su madre y vigilada por su hermano. Humillación tras humillación su marido recuperó todo el tiempo que había sabido esperar hasta el día de su boda. Si del amor al odio no hay más que un paso, para ella ese paso duró ocho días. A partir de ahí, su amor se había evaporado y dado paso a un odio que comenzó a consumirla por dentro y por fuera. 

Los abusos de su marido eran continuos y sus deseos de verlo muerto también. Su familia en la distancia, nada sabía de su suplicio. ¡Denunciar! Lejos de los suyos y sola. Pasaron seis años de vejaciones. De obligarla a abortar en dos ocasiones, porque él sólo la quería a ella. Nada de hijos. 

Volvió a sentir con el recuerdo el frío que hacía aquel día de marzo. Se estaba abrigando para salir a hacer la compra. En ese momento recibió una llamada. Su marido había tenido un accidente y estaba gravísimo. Colgó y dijo en voz alta: ¡Ojalá se muera! Se dirigió al hospital donde le comunicaron su fallecimiento.

 ¡Por fin la Vida había sido generosa con ella dándole la libertad, al quitarle aquella losa de encima! Fueron muy pocas las personas que acudieron al tanatorio a darle el pésame, casi todas vecinos de su bloque. 

Cuando llegaron su hermano y su madre se arrojó en sus brazos y lloraron los tres. Ella, por la emoción de volver a ver a los suyos. Dirigió una mirada al féretro mientras le decía en palabras hechas de silencio: ¡Ya nunca me separarás de ellos! Su madre repetía entre sollozos: ¡Qué desgracia tan joven, si al menos te hubiera dado un hijo! Allí, ante su cuerpo inerte, se hizo la promesa de no volver a caer jamás en los brazos de un hombre. Hasta ahora lo había cumplido, rechazando a varios pretendientes.

Está bien junto a los suyos pero la amargura del pasado vive en su presente. No hurgues en la herida _le sigue aconsejando su madre_ así nunca curará y te está arruinando la vida.


Sabios consejos de una madre, porque la vida comienza cada día: "No podemos arrancar una página de nuestra vida, pero podemos tirar todo el libro al fuego" de George Sand.