¡Yo soy!
Mi sombra la sigue. El viento y la lluvia empujan su paraguas. Su perro también lleva abrigo. Lo dice siempre:
_¡Su Ciro no es un perro cualquiera!
_Si ella tiene frío su perro tirita.
_Desde hace diez años no se separa de su lado.
_Gracias a Ciro, superó la depresión al quedarse viuda.
_Ciro es el hijo que nunca tuvo, la hija que siempre deseó...
_Ella nunca habla a solas, siempre con Ciro, que asiente o niega moviendo su cabeza arriba y abajo o hacia los lados.
_Él la avisa si llaman a la puerta. Según se mueva, sabe si es el cartero o la vecina.
_El médico le recomendó que caminara y caminan juntos.
_Si ella no come, Ciro no tiene hambre.
_Si ella se pone enferma, Ciro se pone malo.
_ Él le regalaba sus besos-lametones a todas horas.
¡Sólo pide un deseo! Si hay un cielo para los animales, ella no quiere ir a otro. Quiere irse con su perro amor, al suyo.
Al verla alejarse, mi mojada sombra pensó: " La soledad es muy hermosa... cuando se tiene alguien a quien decírselo. de Gustavo Adolfo Bécquer.