martes, 22 de mayo de 2007

En San Marcos






¡Yo soy!






Soy "la sombra" que atravesando la hermosa fachada del "plateresco" que sirve de cárcel a Quevedo; voy a hacerle una visita. Dicen que no está de humor. Yo le cuento lo que he visto. Serio me escucha el reo.

_Al atravesar la plaza, agua vi brotar del suelo y más allá tejos enanos, junto a ellos bancos, donde se sientan al sol ...¡muchos..., decenas de ancianos!
Él pone más atención, los ojos le van brillando, alguien me dijo que a él le gustaban los ancianos. ¿Será que se siente viejo? _Yo le sigo contando. . .


Se queja, siempre se está quejando. ¿De qué te quejas viejo gruñón?. Como "sombra" te he seguido todo el tiempo y, la verdad, has puesto "a parir" a más de uno y por eso estás aquí. Aquí rezas, aquí lees, aquí escribes...¿qué más quieres?.


_Los de afuera hablan, caminan, critican... me dan un poco de pena. Ya sólo son eso,"viejos". Tú eres un "viejo preso" que escribe y piensa. Aunque te quejes de frío tras estos muros de piedra. Tú vives, ellos pasean...

Recuerda una frase: "Todos deseamos llegar a viejos, y todos negamos que hemos llegado" ¿la recuerdas? espero que sí porque es de Don Francisco de Quevedo y Villegas ¿Lo conoces?

¡Qué ganas de chanza tengo hoy! ¡Es para alegrarte viejo cascarrabias! pues ya sabes
lo mucho que te quiero.