jueves, 14 de diciembre de 2023

¡Yaya!


 Adoro a mis niet@s pero vinieron tan seguidos que sólo a la mayor,  Mara, le  dediqué  este   poema  cuando  nació y que representa  el  cariño  que  les  tengo a todos  por  haberme  hecho abuela.

 Hoy, después de 18 años que lo escribí, me ha dado por traerlo a  mi Blog. Su título es: 

                                  ¡ ¡YAYA!!

Cuando el otoño de la vida teñía mis sienes de plata.

Cuando los vientos llevaban mis odiadas madrugadas.

Cuando los títulos conseguidos con esfuerzo y alegría,

ya...no servían para nada…

Llegaste tú… y sin darme cuenta…

me otorgaste el mejor título, en esta mi nueva etapa: 

                                   ¡Yaya!

A mí me sonó a canción, aún más dulce que una nana.

Sin esfuerzo, sin estudio, sin veladas, sin constancia…

Tú me lo entregaste, sin habértelo pedido,

en una “orla” de risas, confundidas con tu llanto,

que anunció que habías nacido. 

                                    ¡Yaya!

Yo lo tomé como un premio, que generosa me dabas,

cuando... aún... no hablabas nada.

No andabas, y contigo a todas partes me llevabas.

Al cumplir tu primer año, diste tus primeros pasos,

Vacilantes... vigilados... caías y te levantabas.

Pero cuando me llamabas... esa palabra...

era dulce, suave, larga... ¡Yaaa...yaaa!

                                   ¡Yaya!

Sin ti, serían muy largas mis tardes de jubilada.

tú, las mantienes, alegremente, ocupadas.

Llenaste mi jubileo con tu bendita sonrisa:

de risas, lloros y prisas... de paseos, parques y flores...

de oír tu lengua de trapo... !Yaya! "upa..."

de arena, cubos y palas... "una tata, un catillo...

de columpios... toboganes... "ota ve, subí ota vez"

de dulces y golosinas... ¡Yaya! Chus, chus"...

                                 ¡Yaya!

Sin ti, no habría abrazos de... "te quiero yaya"

Sin ti, no habría besos que tus manitas lanzaban.

Sin ti, la arena del parque sólo sería eso, arena...

Contigo es castillo, es tarta, es montaña...

Sin ti, yo andaría despacio y ensimismada...

Contigo... corren mis piernas aunque no les diga nada.

                               ¡Yaya!   

Sin ti el otoño, no vería tu cuerpo tumbado entre las hojas,

ni palomas comiendo "gusanitos" que les tiras...

ni aplausos en el teatro, ni paradas en la plaza,

ni perros en los jardines, "guay, guay" como tú les llamas, 

ni balanceos, ni cantos, ni bailes... ¡Nada!

Y... me faltaría tu voz, pequeña y entrecortada.

                               ¡Yaya!

Sin mi... tus horas de guardería, de toses, de madrugones...

Sin ti.  ¿Qué haría yo sin ti?

Me fui a la Plaza de Mayo, miré los blancos pañuelos.

Ahora comprendo mejor, su lucha niet@ por niet@.

                                  ¡Yaya!

Has cumplido dos añitos esta Navidad pasada.

Yo he comenzado mi "blog", con tu nombre en la portada,

no te extrañe que tu abuela, se convierta en internauta.

Sé que tú lo leerás, como muy pronto... Mañanaaaa...

                                 ¡Yaya!

De un vientre que yo parí, con dolor, naciste tú...

Nunca un dolor tan intenso, logrará un fruto mejor,

Más querido, más  amado, más... ¡Nunca serás menos!

Tu nombre... sugiere varias palabras: arma... rama... amar...

Amar es de las más bellas..

Y la más hermosa, Mara.

 

Con este poema deseo a todo el mundo bloguero y en especial a mis fieles seguidores unas muy, muy,  Felices Navidades.

¡¡Hasta el próximo Año Nuevo!!


jueves, 30 de noviembre de 2023

La "cuelga"

 


 La "cuelga". Sí, estoy haciendo una "cuelga" con el mayor secretismo. 

Hoy día los cumpleaños se celebran con fiestas en restaurantes o en lugares preparados para los más pequeños, con chuches de todo tipo que vienen en grandes cucuruchos de papel de celofán transparente adornados con figuritas de colores. Ya han pasado los tiempos de celebrar los aniversarios en la casa de cada uno. 

Una tradición muy leonesa que se va perdiendo con los nuevos tiempos, es la "cuelga". Se trata de un gran collar que antiguamente se hacía con manzanas, bizcochos, roscas... los frutos que se tenían más a mano, atados con el hilo de bramante con el que se ataban los chorizos en la matanza. Hoy se hace con caramelos, bizcochos, chocolatinas...

 Este collar o "cuelga" se coloca por sorpresa alrededor del cuello del cumpleañero o cumpleañera cuando está de espaldas para asustarle, aplaudirle y celebrarlo por toda la familia con risas y alegría. Mi última "cuelga" me la hicieron mi madre y una persona también muy querida para mí, cuando cumplí los 16 años. Guardo un grato recuerdo de la "cuelga" de aquel cumpleaños.

 ¿Por qué he traído esta tradición a mi blog? Muy sencillo, porque este sábado, día dos, mi nieta mayor, Mara, cumplirá su mayoría de edad. Sí, si, la que llega me da dos besos y se va directa a la cocina, abre el frigorífico y aparece con dos o tres quesitos de "la vaca que ríe" y se los come tranquilamente, sea la hora que sea. ¡Tiene esa manía!

¡Nada menos que 18 años! Y claro estoy haciéndole una "cuelga" a escondidas, por si aparece de repente, con la mayor ilusión. Además de las chuches, imprescindibles, la adornaré con algún detalle elaborado por mí. De broche de oro (aunque es de plata) le colocaré la medalla conmemorativa de la mayoría de edad de la Princesa Leonor ya que son de la misma edad. ¡Sé que le gustará! Ya lo dice el refrán: "Quien no conoce abuela, no conoce cosa buena". 

¡Ah! Sin olvidarme de la propina.


¡Feliz cumpleaños, Mara!: “No sabe qué es amor quien no te ama, no sabe qué es amor quien no te mira...” de Vicente Gaos.



jueves, 23 de noviembre de 2023

Energía cósmica


Me considero una persona afortunada. He conocido lugares que quedan para siempre en la retina y sobre todo en tu corazón. Son experiencias que te marcan para siempre.

 En especial viene, a menudo, a mi mente de sombra la entrada a la gran pirámide de Guiza. La Pirámide de Keos. Aunque normalmente en otras muchas pirámides desciendes para llegar a la sala sepulcral, en la Gran Pirámide se asciende hasta llegar a ella.

 ¿Objetivo de las Pirámides?: ¿Sólo enterramientos? ¿Guías al espacio? El mundo lo desconoce.

 Entro en la Gran Pirámide, la parte que se puede visitar. Subo observando la altura y las piedras milenarias que hablan en todas las lenguas. Llego a La Gran Estancia en penumbra, ¿el corazón de la Pirámide?. Acaricio la roca del roto sarcófago y siento millones de caricias humanas que han hecho lo mismo. 

Hablo en alta voz, suena como si cantaras ¡increíble! Susurro una canción y las lisas y pétreas paredes responden transformándola. 

Apoyo mi espalda en uno de los muros. ¡Una energía indescriptible me recorre! ¿Será el gran objetivo? ¿Por qué no? Sería hermoso que las personas que visitaran este gran templo, como en otros lugares especiales de nuestro magnífico planeta, regresaran  inundadas por una energía espiritual, poderosa y transformadora.

Salgo del monumento más antiguo del mundo, en silencio. ¿Cuántos secretos oculta aún la Gran Pirámide? 

La Esfinge...  ¡Divina!  Me espera.


Un lugar mágico: "Si nuestra interpretación del hecho nos reporta sufrimiento es que estamos interpretando desde la ignorancia; si nos deja paz interior o nos trae armonía y satisfacción no cabe duda de que estamos interpretando desde la sabiduría " de Gerardo Schmedling.


jueves, 16 de noviembre de 2023

Yady


                                                          

 Yady es cubana, casada y con dos hijos. Reside en Asturias desde hace más de veinte años. Trabaja de administrativa y también cocina. Su vida transcurría con normalidad hasta que un primo suyo que vivía en Miami con un altísimo nivel económico, visitó Oviedo con su familia: la madre dos hijas y la suegra. 

Jady y su marido les agasajaron muy bien saliendo de bares con ellos y visitando lugares tradicionales. Les gustó tanto Asturias y la vida de los españoles, siempre en la calle socializando día tras día que el primo decidió venirse a vivir a España con toda la familia. 

En Oviedo, el primo cubano, compró un casoplón a las afueras y allí se instalaron. Cada semana, el primo viajaba a Miami para atender sus negocios. A Jady le regaló un coche de alta gama y todo parecía ir sobre ruedas, nunca mejor dicho.

 A medida que pasaban los meses a Jady la llamaban de la mansión constantemente para que les cocinara platos cubanos, para que les acercara al centro, para realizar varios trámites... Era tal el atosigamiento y agobio que lo que Jady comenzó a hacer con gusto la tenía en ascuas temiendo una llamada que llegaba si o sí para que se pusiera a disposición de la familia de su primo. Con su trabajo, su marido, sus dos hijos... No dormía pensando en el mucho tiempo que tenía que dedicar a la familia cubana por una causa o por otra. 

Pasados unos meses, a la hija mayor de su primo, a punto de entrar en la universidad, ya no le gustaba Asturias y su forma de vida. La hija pequeña, sin embargo estaba encantada en su colegio con sus amigas españolas.

 Pasó poco más de un año y llegaron las navidades. Todos acudieron a casa de Jady que parecía que su obligación era ser la anfitriona de la familia de su primo. No se sabe cómo empezaron las quejas. El marido de Jady se lamentó que apenas salían con sus amigos y conocidos. Sus hijos comentaron que casi no veían a su madre porque el poco tiempo libre que tenía, muy a menudo, la llamaban para que se acercara a la mansión a fin de solucionar algún problema. Las  alegaciones y argumentos de los de Miami también fueron subiendo de tono y todo terminó como "el Rosario de la Aurora". 

Jady y su familia de Miami ya no se hablan. No tiene noticias del cubano ni de su familia y por ahora vive más tranquila.


Demasiada confianza: “No des a nadie lo que te pida, sino lo que entiendas que necesita; y soporta luego la ingratitud” de Miguel de Unamuno. 


jueves, 9 de noviembre de 2023

El "echarpe"




El pasado martes nos reunimos varias compañeras para comer, como hacemos de vez en cuando, para saber unas de otras. Como casi siempre, a estas edades, entre otros temas, se habla, yo diría demasiado, de colesterol, glucosa, arritmias... 

Arcadia nos contó una anécdota que la marcó cuando vivían sus padres y que nos hizo sonreír. Ella dejaba a su familia para ir a dormir al piso de sus progenitores delicados de salud sobre todo por la falta de movilidad de su madre que necesitaba ayuda para todo. 

Una noche sonó con insistencia el telefonillo del edificio sobre las cuatro de la madrugada. Arcadia se levantó soñolienta y fue primero a la habitación de su padre, todo normal. Luego fue hacia la estancia de su madre y ésta no estaba en su cama... ¡Había desaparecido! Corrió hacia el interfono y abrió el portal del inmueble. Al momento sonó el ascensor que se paró a la altura de su piso. 

_¡Policía, abra la puerta, por favor! 

Arcadia abrió apresurada la puerta y allí, en el umbral, su madre completamente vestida sonreía entre dos policías. Arcadia no se lo podía creer. 

El echarpe, eso fue lo que llamó la atención de un vigilante que vio a una anciana a las tantas  de la madrugada arrastrando el echarpe como si de la cola de un vestido de novia se tratara. Aquella estampa en plena noche no era normal por lo que decidió llamar a la policía. 

La madre de Arcadia, sin apenas movilidad, se había levantado, se había vestido, había cogido las llaves de un lugar bastante difícil, según su hija y se había ido a la calle en plena noche con su echarpe de lana preferido.  

Arcadia no se lo explica. Lo curioso es que la anciana dijo a la policía dónde vivía: Calle, número y piso, además de recomendarles que no le dijeran nada a su hija porque la iba a reñir mucho. Pasado el tiempo dice Arcadia que a su madre no le gustaba que le recordaran el episodio.


El poder de la mente humana es incomprensible: “¿Adónde vas? ¿De qué regiones vienes? ¿Quién da a tu rostro ese celeste olvido? ¿Qué Dios sin fuego con su  luz te viste?” de Vicente Gaos.


"Echarpe": Prenda de vestir femenina que consiste en una pieza alargada o curvada, generalmente de seda, lana o piel, que se lleva sobre los hombros y los brazos como abrigo o adorno.

  

jueves, 26 de octubre de 2023

"...como una tapia"

 


 Justa de 72 años, a raíz de quedarse viuda hace tres años, entró en una pequeña depresión y apenas salía de casa. Su hija y sus dos nietas preocupadas decidieron regalarle un gato por Navidad.

 Eligieron un minino persa de hermoso pelaje con "pedigree" que les costó un ojo de la cara pero que alegró muchísimo la vida de Justa. Como a ella le encantaba el rey Baltasar decidió ponerle al minino "Balta" que resultaba más práctico.

Todo eran arrumacos y carantoñas para Balta por parte de Justa. Pasaron dos meses y cierto día llamaron al timbre cuando el felino estaba frente a su dueña y ni se inmutó. le pareció algo raro a Justa que Balta no se girara hacia el sonido. Decidió hacer alguna prueba más tirando algo al suelo cuando el felino estaba de espaldas y nada, ni se inmutaba. ¡Su gato era sordo!

_¡No puede ser! _decía su hija_ con lo que nos ha costado. Decidió llevar al animal al veterinario que no hizo más que corroborar lo que ya sospechaba su dueña.

_Nada mamá, tienes razón _"Sordo como una tapia"_ con lo que pagamos por él, deberíamos devolverlo.

Justa se negó en redondo a devolver a su Balta, ya se había encariñado con él y se quedaría a su lado.

Pasaron los meses y Justa cada vez estaba más nerviosa. Al preguntarle su hija el porqué de ese nerviosismo, su madre le contestó que era culpa de Balta y le aclaró: Como sabes el gato duerme en mi cama. Pues cada día a las cinco de la mañana comienza a maullar y a darme con una pata para que me levante y no para hasta que me pongo en pie. Duermo muy poco y mis nervios están en tensión el resto del día. 

¡Vaya! Algo habrá que hacer _dice su hija_ visitaré al veterinario y quizás haya algún remedio. Justa reprende a su gato y éste ni pestañea. Ella a veces toma un relajante porque está que se sube por las paredes de pasar las noches sin pegar ojo.


Las regañinas de Justa, Balta no las oye: "Alguna gente habla a los animales. No muchos los escuchan. Ese es el problema" de A.A. Milne.


jueves, 19 de octubre de 2023

¡¡Qué ricas!!

 


¡Vaya cuadro!

Este verano Micaela había dado un paseo después de la siesta, por el campo y vio un ciruelo. No lo pensó y cogía el fruto directamente del árbol a su boca. Eran claudias, estaban riquísimas aunque un poco calientes del sol. 

Al llegar a casa Micaela bebió agua, craso error, según la sabiduría popular. Sobre las siete de la tarde decidieron ella y su marido visitar a unos amigos que vivían en un pueblecito cercano. Todo transcurría normalmente conversando con el matrimonio amigo  en el jardín a la sombra. 

De pronto Micaela se levantó y entró corriendo en la vivienda y se metió en el cuarto de baño. A pesar de la carrera  ...   No le dio tiempo. Un surtidor marrón salió de su trasero sin que ella pudiera hacer nada por impedirlo. ¡Qué vergüenza! Todo embadurnado, desde el suelo hasta la taza y el lavabo. Entreabrió la puerta y a gritos llamó a su marido que acudió a toda prisa. 

Su marido entró en el baño y la puerta se cerró rápido tras ellos. Acudieron los amigos  anfitriones y preguntaron si necesitaban ayuda. La puerta no se abrió pero no hacía falta. El desagradable olor, hablaba del apuro que se estaba viviendo tras aquella puerta. 

Pasó un rato. Por fin, se abrió la puerta y el hombre salió a pedir a la mujer amiga alguna prenda que pudiera cubrir el cuerpo de su mujer de cintura para abajo. El problema fue que Micaela es una mujer robusta y ninguna prenda de su amiga le valía. Al final la anfitriona encontró un pantalón corto de su marido, con goma en la cintura, que salvó las apariencias hasta que el matrimonio pudo regresar de nuevo a su casa.

 Ahora cuando lo recuerdan se ríen.  Micaela lo tiene en su mente como uno de los momentos más traumáticos de su vida y mira que su abuela se lo había recomendado más de una vez: ¡No comas ciruelas calientes y ni se te ocurra beber agua después si no quieres irte por la pata abajo!

  

Micaela jamás lo olvidará: "Una persona que nunca ha cometido un error nunca intenta nada nuevo" de Alber Einstein.


jueves, 5 de octubre de 2023

"Suerte"

 


El veranillo de San Miguel se está alargando más y más, parece que de nuevo estamos en pleno verano. Estos días León está a tope de gente con calles llenas de ofertas gastronómicas, objetos de adorno y herramientas tradicionales. 

Primero hemos celebrado la tradición de "Las Cantaderas" con sus bailes y desfiles dirigidos por "la sotadera". Según la tradición popular, esta fiesta conmemora la victoria cristiana en la Batalla de Clavijo y la liberación del legendario tributo de las “ cien doncellas”, que los reyes asturleoneses venían pagando anualmente a los califas musulmanes. 



También hubo el tradicional desfile de pendones venidos de distintas localidades de la provincia. Les acompañan  peñas que se turnan en la puja de los mismos. Además de los bailes con los trajes típicos de cada zona animando a cada pendón a punto de ser declarados bien de Interés Cultural ya que son muy típicos de esta zona. 


Otra tradición que se ha celebrado el domingo pasado, son los "Carros engalanados" tirados por bueyes, vacas, algún caballo y algún borrico. Los carros desfilan por las calles, vestidos con sus mejores galas y adornados con productos de la tierra: pan, chorizos, jamones, uvas, cebollas, pimientos... 


Hoy, día de San Froilán, sigue siendo fiesta en la ciudad pero la romería se traslada a La Virgen del Camino. De nuevo desfiles de pendones, carros y sobre todo:

"A tocar tres veces las narices al Santo" que ya brillan como el oro para que, siguiendo la tradición, tengamos SUERTE. 


¡Suerte!







jueves, 28 de septiembre de 2023

¡Vaya patinazo!

 



 Sí, me da cierta vergüenza contarlo pero lo haré. Tengo un  Mitsubishi Montero que va con el siglo. Como es tiempo de uvas, a pesar de que había estado lloviendo dos días, a ratos, decidí ir a la viña. 

En mi pueblo los caminos de concentración están bastante bien, aunque había charcos. Llegué a la viña sin problemas y en vez de ir a dar la vuelta al siguiente cruce de caminos, decidí hacerlo luego a la entrada de la finca. 

Entrar entré pero lo de salir se puso difícil y eso que sólo asomé el morro del coche. Cuando metí la marcha atrás empezaron a patinar las dos ruedas del lado de la conductora, en este caso. Bajé y calcé la ruedas de atrás para que el coche no fuera hacia adelante y en la rueda delantera coloqué como pude dos bolsas grandes de supermercado de rejilla que encontré en el maletero. 

Subo de nuevo, meto la marcha y acelero, que si quieres arroz Catalina, rugía como un león y esparcía el barro como si fuera abono. Nada.  De nuevo bajé y de repente... me di un manotazo en la frente:¡Pero Mara, si el Montero tiene tracción a las cuatro ruedas, en qué estás pensando. 

Bajé quité las piedras y las bolsas, subí, metí la marcha y el  Mitsubishi salió como un bólido. Eso sí, tanto mi calzado como el coche eran puro gotelé marrón. 

Hablando sola me dije como nos decían las abuelas: "Estáis a por uvas". Sólo que en este caso la expresión era verdadera tanto de forma literal como figurada. 

Tuve suerte comenzó a llover cuando ya había cortado los racimos así que de camino de vuelta a León el coche quedó tan limpio, como si no hubiera pasado nada. O sea que mi sombra patinó de forma escandalosa. 

No lo vais a creer, pero en 23 años que tiene mi carro, jamás había utilizado la marcha de la tracción a las cuatro ruedas. Siempre me había parecido que era una palanca de sobra que nunca iba a utilizar. Por una vez dije para mis adentros:¡Bendita marcha!

¡¡Seré cazurra!! Je, je .


¡Vaya metedura de pata! "El error es una planta resistente, florece en cualquier terreno" de Martín F. Tupper. 


jueves, 21 de septiembre de 2023

"Clase de zumba"


 ¡Hola a tod@s!

Cada septiembre regreso un poco más tarde, pero aquí estoy de nuevo al comienzo del otoño. Mi verano ha sido muy normal, sin sobresaltos y con poco que contar. 

La ciudad ha sido mi espacio principal y "Altafit León", mi gimnasio desde hace más de una década, sigue siendo el lugar donde más tiempo ha pasado mi sombra. Si  alguien  tiene que recibir un premio por su fidelidad me llevo todas las papeletas. 

El gimnasio ha sido mi vía de escape. El tiempo que estoy allí me da vitalidad y alegría. Siempre ocurren pequeñas anécdotas que nos hacen sonreír o pasarlo mal.

 Dani un nuevo monitor, lo pasó muy mal. Es joven, atractivo que se mueve muy bien bailando y al que el jefe le dijo que tenía que darnos la clase de zumba. Aceptó a regañadientes. Como él dice, no es lo mismo bailar zumba que dar clases de zumba. Practicó con María que es nuestra monitora veterana y la primera clase la dio con ella, estuvo regular, tanto que como tengo confianza en el gim, como dice Pablo, otro de los monitores veteranos: "Aquí Mara es una institución". Pues con el valor que me dan los años de asistencia, al salir le dije a Dani:

 _Dani, a mirar y remirar los vídeos, a ensayar y a preparar las clases. 

La segunda clase de zumba también la dio con María. Al día siguiente antes de la clase de zumba, Dani nos dio una clase de pilates y lo hizo muy bien. Después de un cuarto de hora de descanso, Dani tenía su primera clase de zumba en solitario. De repente entró Pablo y dijo que Dani estaba vomitando y malísimo que no nos podía dar la clase. 

_¡Pero si hace un momento estaba bien! _Comentó alguien. 

_Tiene un ataque de ansiedad. La causa, creo que es, la clase de zumba que debía daros. 

Al día siguiente nos lo contó. ¿Qué pasó Dani? _Le preguntamos_ Un ataque de pánico. Tengo a mi pareja aburrida pasando los vídeos una y otra vez y al rato olvido los pasos. 

Lo comprendí muy bien ¿Quién no ha tenido un nudo en el estómago el día de su primera clase? Todos hemos pasado por ello, solo que con el tiempo lo hemos superado. Espero que él también lo supere. Me sentí un poco culpable de haber insistido en que se prepara las clases, ¿pero...? 


A practicar Dani: “El talento, en buena medida, es una cuestión de insistencia”  de Francisco Umbral. 


lunes, 19 de junio de 2023

"Gurús"

 


 Desde que soy viuda, pronto va a hacer un año, no he parado re recibir: notas, visitas, llamadas...

-Notas de personas interesadas por mi estado de ánimo que no me conocen pero que las escriben, como si me conocieran de  toda la vida. 

-Cartas sin remite en mi buzón, para que contacte con personas que pretenden paliar la supuesta soledad de mi sombra. 

-Visitas de parejas masculinas y femeninas con ideas religiosas que pretenden hacer proselitismo entre personas, vulnerables, que suponen será  mi caso. Ni siquiera les dejo traspasar el umbral de la puerta de mi casa, aunque les abro porque con cuatro hijos y seis nietos de siempre abro la puerta sin mirar por la mirilla, pues aunque algunos tienen llave, casi nunca la usan. 

-Llamadas telefónicas haciéndome saber que puedo solicitar el "localizador" o botón de emergencia a personas mayores  para llamar en caso de emergencia, muy necesario según su opinión, a partir de los 65 años.

- Llamadas de responsables de ocio y tiempo libre que no se sabe de qué organismo. 

-Mensajes al móvil: "Mamá se me ha estropeado el teléfono, llámame a éste que es nuevo" y dan un     número diferente. 

En fin, gurús que pretenden unos salvarme.  Otros, directamente chantajear, en el caso de que contestes. Me pregunto cómo se enteran estas personas de mis circunstancias actuales. No me debería de sorprender, teniendo en cuenta que cada vez lo tienen más fácil para obtener datos que son, supuestamente confidenciales, pero que disponen de  ellos diversos organismos. 

Ya hace mucho tiempo que no necesito "gurús" ni conocidos, ni desconocidos.  Mi gurú va dentro de mi, como va dentro de cada uno de nosotros, si nos miramos interiormente atenta y libremente. Nadie de afuera nos dará lecciones, ni religiones ni políticas que jamás han arreglado el mundo. 

Prefiero suponer que alguna de estas personas se preocupan de buena fe. En esta etapa,  prefiero pedir ayuda cuando la necesite, antes que tomarla a la fuerza. A ser feliz se aprende aceptando lo que viene tal como viene. Escribo menos, pero estoy en paz y me siento bien aceptando desde un principio mi estado actual.


Es la Vida:  "A veces perder es ganar y no encontrar lo que se busca es encontrarse" de Alejandro Jodorowsky. 


Como ya estamos a las puertas del verano, compañer@s  bloguer@s os envío un gran abrazo. 

¡¡HATA SEPTIEMBRE!!



lunes, 29 de mayo de 2023

¿Sagrado?

 


¡Sagrado! "El trabajo es sagrado". Esta era la frase que desde los 18 años que comencé a trabajar, escuchaba de las personas mayores. Durante mi tiempo en el trabajo activo me la creí y la tuve por bandera. Hasta tal punto que mis padres murieron ambos en fin de semana y mi sombra el lunes estaba en clase. En contadas ocasiones dejé de ir al trabajo.

Empecé a tener muchas dudas sobre la frase al ver a mi alrededor madres con trabajos que dejarían si No dependieran económicamente de ellos. Mujeres que piden un día libre para una consulta en tiempo de trabajo, aunque puedan hacerlo en otro momento, que no perdonan los moscosos, que incluso obtienen un mes de baja por la muerte de un ser querido. En muchos casos lo comprendo aunque no lo comparta. 

Dejé de creer en la frasecita hace tiempo. Me reafirmé en ella hace unos meses cuando me encontré con Olimpia, la hija de una compañera. Venía del médico, de una consulta privada por segunda vez, porque la primera la había hecho a través del teléfono y el medicamento le había traído varios efectos secundarios.

 Olimpia, casada con cinco hijos, aclaro que tanto ella como su esposo son del OPUS y su nivel económico, como no podía ser de otra manera, es muy alto. A Olimpia desde pequeña su padre le inculcó, lo de "El trabajo es sagrado" y no ha cambiado ni una letra. El matrimonio abrió una academia de música, que es su pasión, en León. Cuenta con más de 500 alumnos y 19 profesores. Olimpia por las mañanas da clase en un colegio y por las tardes lleva la administración de la academia e incluso da algunas clases. De sus hijos y la casa se encarga el personal de servicio.

Cuando Olimpia llega a casa ya a altas horas de la tarde le da tiempo a dar un beso a sus cinco hijos antes de que se vayan a la cama. Se siente culpable por dedicar tan poco tiempo a su familia y su estrés va en aumento. Aún así, sigue con ambos trabajos aunque podría prescindir, al menos de uno de ellos.

Por el caso de Olimpia y algunos otros, ya no tengo dudas. "El trabajo NO es sagrado", lo importante primero es uno mismo y luego los que están alrededor.


Si perdemos la salud, lo perdemos todo: "El mundo ha sido hecho por los locos para los cuerdos" de Óscar Wilde. 


jueves, 4 de mayo de 2023

El "trasto"


¡¡Me encanta mirarla!! A pesar de su aparente inutilidad.

 Pienso en las máquinas que hay en una casa. Mi sombra les está muy agradecida, hasta hablo con ellas, a veces,  por lo mucho que me ayudan: la lavadora, el lavavajillas, el microondas y otros muchos aparatos que todos tenemos en nuestras viviendas. 

Hay otras cosas que aparentemente son inútiles pero que nos gusta tenerlas cerca, es el caso de el "trasto". En mi casa había dos grandes artesas realizadas con varias tablas y piezas de madera utilizadas para la matanza que lógicamente con el tiempo se ha dejado de hacer en las casas.

Sí, mi sombra heredó el "trasto", una pequeña artesa que ya tenían mis abuelos paternos.  Siempre me llamó la atención y tuve la suerte de que me tocara en herencia, a  pesar de que todos me decían que era un trasto más para meter en un piso. Tiene más de dos siglos de vida pero está como siempre la vi.  

Uno de mis  antepasados la fabricó con sus manos, en una sola pieza. Por su acabado, lo hizo con mucho mimo. Para ello utilizó medio tronco de un árbol, no sé cuál, de madera dura y oscura, quizás el tiempo la haya oscurecido y no fuera así en un principio. Su forma ovalada la convierte en una pequeña artesa original. Nunca ha estado pintada ni por dentro ni por fuera. 

Mientras la miro recuerdo sus servicios a lo largo del tiempo que la he conocido. 

_Primero fue utilizada en la casa de mis padres para contener los lomos y partes pequeñas adobadas de    la matanza que entonces se hacía en la casa de mis padres. 
_Mas tarde sirvió para dejar dormir toda la noche la masa para hacer pan. 
_Su tercera ocupación fue hacer de cuna para un bebé de la familia. 
_En mi infancia contenía revistas, tebeos y cuentos infantiles.
_En la actualidad en ella he colocado botellas de vino de distintas marcas y años. 

A pesar del nombre que algunos le dieron, el "trasto", siempre ha tenido alguna utilidad práctica. 

 ¡Me gusta contemplarla! No hay rectas en la artesita. Toda ella es una curva.  

Desde luego es obra de un gran artista: "La recta es del hombre; la curva es de Dios" de Antoni Gaudí.



jueves, 30 de marzo de 2023

"Hanami"

 


 "Hanami" es una palabra japonesa que se traduce por: "contemplar flores". Es una tradición nipona de la època Nara, de observar la belleza de las flores. Lo  habitual es la contemplación de los cerezos en flor, pero también ciruelos o árboles similares.

  ¡Todas las personas pueden disfrutar de un hermoso Hanami si se lo proponen!

 "Hanami" 1: A quienes les gusta viajar y tienen poder adquisitivo, Japón sería el viaje ideal para contemplar los cerezos en flor en estos días y también conocer y admirar su cultura. Para los japoneses esta tradición además de dar la bienvenida a la primavera, tiene un profundo significado existencial de reflexión sobre la propia vida. Lo celebran realizando comidas en los parques bajo los cerezos, con la familia o también, con lo/as compañero/as de la empresa en la que trabajan. 

"Hanami" 2: Para los viajeros con menos poder adquisitivo, que les guste conocer preciosos rincones de nuestro país, pueden hacer un hermoso Hanami visitando el valle del Jerte.  Cada año es visitado por un mayor número de personas. Además de contemplar los cerezos en flor, pueden desfrutar de la arquitectura tradicional de gran interés como: bodegas, fraguas, lagares que se muestran tal y como eran a mediados del siglo pasado.

"Hanami" 3: Las personas que no puedan salir de sus lugares de residencia, nada les impide salir a pasear por  parques y  jardines o alrededores que seguro encontrarán árboles pletóricos de flores. En León, mi cuidad, contemplar el Paseo de La Condesa repleto de "ciruelos chinos" y admirar sus flores rosadas, es una pasada. Cuando el viento lleva sus frágiles pétalos de un lado a otro da la impresión de que nieva. Mi sombra piensa que es para que no nos olvidemos que este tiempo primaveral aún nos traerá algunos días fríos. O sea, para recordarnos el invierno, que no piensa irse tan pronto del todo. 

Además se puede disfrutar de nuestra cultura, gastronomía, tradiciones... Una de las tradiciones de la Semana Santa leonesa es salir a "matar judíos", perdón, (es una expresión políticamente incorrecta pero que a los leoneses y leonesas,  nos da la gana de seguir llamando así). Es  la costumbre de salir a los bares a tomar una limonada con su tapa correspondiente. En tiempos pasados tenía una realidad muy cruel, pero hoy salir a tomar una limonada que sólo se prepara en estas fechas, le demos el nombre que le demos, es algo divertido.


¡Me encanta hacer Hanami!  “Doña Primavera de aliento fecundo, se ríe de todas las penas del mundo.” de Gabriela Mistral.


jueves, 16 de marzo de 2023

Situaciones del siglo XXI


                                                 


Situaciones y respuestas del siglo XXI.

Vivimos en un mundo en el que no nos podemos desahogar con naturalidad por  miedo a la reacción de los otros. Al menos eso es lo que yo pienso, por eso se dan situaciones como las siguientes:

Situación primera: 

No soy negacionista con las vacunas, ni mucho menos, pero no me he vacunado contra el covid. Nunca me atreví a decirlo en tiempos de pandemia, porque te ponían a parir, sólo ahora lo digo.

Situación segunda:

En una clase de primaria hablando de seres humanos, de hombres y de mujeres una niña de 8 años hace esta pregunta: ¿Y cómo sabemos si somos hombre o mujer? La respuesta anonadada de la profesora, a semejante pregunta en una niña de 8 años fue normal, pero con "pies de plomo", por si habría reacción familiar a la respuesta. Con un tono tranquilo como si fuera una pregunta habitual le contestó: Pues de momento por el sexo que figura en el libro de familia, si tienes vagina eres mujer y si tienes pene eres hombre. Una vez de adultos decidiréis si es así definitivamente. ¡Pero habiendo tantas inseguridades en los niños y niñas hemos de meterles aún más! ¡Cómo puede hacer semejante pregunta una niña de esa edad si no ha sido aleccionada de alguna manera!

Situación tercera: 

Llega un profesor interino muy joven con pinta de seminarista para sustituir a la profesora de inglés que va a dar a luz. Está en la clase de los alumnos que NO tienen religión. Uno de los adolescentes le pica diciendo si es verdad que venimos del mono. El apocado profesor saca fuerzas de donde aparentemente no tiene para negar semejante afirmación: "De de ninguna manera venimos del mono, sino de Dios y bla, bla, bla..." ¡La que se montó! Ya no fue capaz de seguir con la clase del barullo que se armó, era lo que pretendían algunos, entre ellos el que hizo la pregunta. Pero ¿Quién le manda a un profesor novel meterse en camisas de once varas para dar explicaciones religiosas a alumnos que no van a clase de religión? 

Situación cuarta: 

Una chica en el gimnasio pide ayuda para levantar una barra mal colocada a un joven. Él se la niega teme que le graben y le acusen de acoso, según contó después a un amigo. Otra joven ayuda a la chica que la pedía y ambas ponen "a bajar de un burro" al joven. Comprendo muy bien al joven, tiene miedo porque creo que algunas situaciones se están sacando de quicio.


 A conquistar al miedo: "El  ser humano valiente no es el que no siente miedo, sino aquel que conquista ese miedo" de Nelson Mandela. 



jueves, 2 de marzo de 2023

¡¡Qué jeta!!

 


 Alguna vez he comentado que en mi barrio hay, a mi juicio, demasiadas fruterías por su cercanía. Entre   ellas hay una de toda la vida. La frutería de Almi, que es donde habitualmente compro la fruta y la verdura. Tienes que sacar número porque siempre hay bastante gente. 

Hace unos días yo era la octava. Dos de las señoras que iban delante de mi se conocían y mientras esperaban su turno, una de ellas comentó a la otra:

_ ¡Ah, mira te los voy a enseñar! Vengo de comprar unos botines porque ya llegan las excursiones y  quiero estar preparada. Abrió una bolsa y dentro de ella levantó la tapa de la caja de su compra mientras su conocida alababa el buen gusto que había tenido. 

Llegó el momento de servir a la señora de los botines. Al ir a pagar la frutera le dijo: 

_Mira Tere, ya hace tiempo que me debes una cantidad y me gustaría que me la pagaras.

_¿Cuánto, cuánto te debo? Preguntó muy nerviosa la nombrada Tere.

_Pues me debes 46 € desde hace meses _añadió la frutera.

_Bueno, pues hoy sólo te pago lo que llevo, porque no me queda suficiente dinero, no te preocupes que en cuanto llegue a casa, te mando a mi marido a pagártelo. 

Cuando la morosa salió tan campante de la frutería, las que seguíamos allí y habíamos presenciado la escena nos sentíamos un poco avergonzadas. La vendedora nos comentó: 

_Sí, sí..., su marido. Menos mal que hoy me pagó lo que llevó.


Algunas personas tienen mucha cara: "Conciencia y cobardía son la misma cosa, solo que conciencia es el nombre comercial" de Oscar Wilde. 


jueves, 16 de febrero de 2023

¡Vaya carro!

 

                  Ya no se parece nada a lo que fue, je, je.


EL COCHE DE OLGA: Siempre que hablamos de él, echamos unas risas. Es un Opel Corsa edición 2000 con la matrícula LE  de las que ya no se ven. Por ella se sabe que es de León.  Tiene 19 años, es pequeño, de sólo tres puertas pero duro como el mármol y  de color gris. Ya cuenta con más de 327.000 km y, lo que te rondaré morena, porque sigue pasando la ITV cada año. Tiene su secreto. El día de la revisión, su dueña lo lleva al taller y desde allí, lleva la puerta de atrás disimuladamente abierta, porque si se cierra ya nadie es capaz de abrirla si no es con un instrumento de fuerza en manos de un mecánico.

Muestra orgulloso sus  tatuajes de golpes y rayados por varias partes. Va y viene por media España. Ha visitado París y su último viaje ha sido a Murcia este verano como cada junio desde hace unos cuantos años junto con los hijos de Olga, mis nietos. Otros años les acompañaba pero este verano no pudo ser por la enfermedad del abuelo. Mi miedo estuvo en que el coche les dejara tirados en medio de la autopista pero no hubo problema alguno. Por determinadas autovías ya no le dejan circular y el cerco se va estrechando. 

Cuando en la familia queremos decir que alguien es fuerte y duro añadimos: ¡Como el coche de Olga! 

La última la protagonizó junto con sus ocupantes hace unas semanas. H. y H. (los hijos de Olga) querían saber qué se experimentaba metidos en el vehículo en un tren de lavado. 

El primer susto se lo llevaron al oír el estruendo que hicieron los retrovisores, que no son plegables, al saltar por los aires. 

El segundo  H y H dentro del coche haciendo señas a su madre porque les entraba agua por las ventanas y el tercer un limpiaparabrisas que quedó doblado como si le hubiera dado un ataque de reuma.

¿Creeréis que hubo que llevarlo al taller? Nada. Mi hija volvió a colocar los retrovisores en la ranura, enderezó el limpiaparabrisas y volvió a parecer lo que es: ¡Un viejo coche duro como una roca!  Con las abolladuras y rayados que le han dado sus muchos años.


Sonriendo para recibir al Don Carnal: "La risa son unas vacaciones instantáneas" de Milton Berle.



jueves, 2 de febrero de 2023

My "Twitter" (45)

 


Soledad del cuidador/a: 

Dicho en peligro de extinción: "Me importa un pimiento".  Se dice cuando no importa nada lo que nos dicen o lo que sucede. 

Día 1:

Matrimonio mayor, ella (dicen que nunca trabajó), primero cuidó de sus padres, más tarde de un hermano y ahora de su marido incapacitado y con un temperamento irascible. Ya no sabe con quien desahogarse. 

Día 2:

El matrimonio tiene 85 años. La mujer sufre de Alzheimer. Él la cuida y escucha constantemente sus riñas y sus preguntas repetitivas. Está agotado. 

Día 3:  

Ella cuida de su suegra con demencia senil. Está al límite. A veces piensa en el suicidio.

Día 4: 

Un accidente dejó en una silla de ruedas a su compañero con 43 años. Lo peor es su mente que funciona como la de un adolescente. Intenta conformarse 24 horas pendiente del enfermo. 

Día 5:

Desde que nació está como un vegetal, hoy tiene 26 años. Sus padres la cuidan . La madre toma pastillas para su depresión. 

Día 6: 

Le detectaron el Alzheimer con 71 años. Viuda, su hijo trabaja y contrató una cuidadora a la que su madre insultaba, agredía y de un día para otro la echó de su casa. Su hijo ya no puede más.

Día 7:

Desde que tenía 6 años ya no cuenta las operaciones de tumores cerebrales. Su madre sólo vive por y para ella de hospital en hospital. Pensando en la situación, sólo teme enfermar ella. 

 Reflexión: Cada vez son más las personas dependientes. Con las últimas noticias sobre las deficiencias en las residencias de mayores; la mayoría concertadas y gestionadas por fondos privados. ¿Qué pueden hacer las personas que trabajan y no pueden dejar su ocupación para dedicarse al cuidado de sus familiares dependientes?


En mi opinión la muerte no es una desgracia comparado con estos casos de personas sanas que cuidan y no ven la luz al final del túnel: "La vejez es una condena sin derecho a recurso" de Marcello Mastroianni.


jueves, 19 de enero de 2023

Acogimiento

 


"Es difícil comprenderles, tienen costumbres muy diferentes". Esto me contaba un hombretón de 57 años, para mí como de la familia, que tiene un corazón que no le cabe en el pecho. 

Isidro, ahora separado, se casó muy joven y tiene dos hijos. Isidro, por no haber tenido un padre conocido en su vida, se convirtió en un padrazo para sus dos hijos una chica y un chico. Su hija, enfermera, se casó y se independizó. Su hijo sigue viviendo con su padre en una casa grande, de pueblo, ambos dedicados a la ganadería.

Cuando comenzó la guerra de Ucrania y tanta gente salía de ese país, Isidro empezó a pensar en acoger en su casa a una familia ucraniana. Su hija le animaba, mientras su hijo ponía impedimentos. Al final su hijo cedió y acogieron a un matrimonio con dos hijas una de 14 años y otra de 8 años. 

En nuestro encuentro, me contaba sus muchos desvelos:

_Su inacabable papeleo.

_Sus dificultades para encontrarles un trabajo. 

_Las trabas de la administración que en un principio parecía que todo iba a ir sobre ruedas con el apoyo  prometido a estas familias acogidas y luego todo han sido problemas burocráticos. 

Sobre todo prevalece en Isidro un gran empeño por sacar adelante a esta familia. Alguna vez con las protestas de su propio hijo, que a pesar de haber aceptado la situación, a veces, se arrepiente de los dolores de cabeza que le traen a su padre y también a él.

 Isidro, después de mucho ir y venir, les ha conseguido un trabajo tanto al padre de familia como a la madre, que según él son leales, agradecidos y responsables. 

Otra caso distinto son las dos hijas del matrimonio. Sus hábitos de comer cuando se les antoja y permanecer encerradas en su habitación con los móviles, ponen a Isidro de los nervios. Mientras sus padres madrugan para ir al trabajo, Isidro pica una y otra vez en la puerta de las chicas para que se preparen y no pierdan el autobús que las lleva diariamente a clase. 

Cierto que estas muchachas estuvieron tres días en un campamento sin comer y será por eso que hay días que se comen una docena de huevos, cada una, sin control alguno a lo largo del día. Ya van superando que en las fiestas del pueblo y alrededores cada vez que oían el sonido de los cohetes y las bombas corrían a esconderse asustadas. Espero que a lo largo del  curso, en el colegio, las dos niñas se relacionarán más y sus hábitos se irán modificando poco a poco. 

Deseo que la Vida, se encargue de premiar a Isidro por su gesto humanitario. Una cosa tiene clara Isidro; no se arrepiente, pero jamás repetiría la experiencia. 


 Para mi sombra, Isidro es un valiente:  “Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo.” Eduardo Galeano.