jueves, 9 de noviembre de 2023

El "echarpe"




El pasado martes nos reunimos varias compañeras para comer, como hacemos de vez en cuando, para saber unas de otras. Como casi siempre, a estas edades, entre otros temas, se habla, yo diría demasiado, de colesterol, glucosa, arritmias... 

Arcadia nos contó una anécdota que la marcó cuando vivían sus padres y que nos hizo sonreír. Ella dejaba a su familia para ir a dormir al piso de sus progenitores delicados de salud sobre todo por la falta de movilidad de su madre que necesitaba ayuda para todo. 

Una noche sonó con insistencia el telefonillo del edificio sobre las cuatro de la madrugada. Arcadia se levantó soñolienta y fue primero a la habitación de su padre, todo normal. Luego fue hacia la estancia de su madre y ésta no estaba en su cama... ¡Había desaparecido! Corrió hacia el interfono y abrió el portal del inmueble. Al momento sonó el ascensor que se paró a la altura de su piso. 

_¡Policía, abra la puerta, por favor! 

Arcadia abrió apresurada la puerta y allí, en el umbral, su madre completamente vestida sonreía entre dos policías. Arcadia no se lo podía creer. 

El echarpe, eso fue lo que llamó la atención de un vigilante que vio a una anciana a las tantas  de la madrugada arrastrando el echarpe como si de la cola de un vestido de novia se tratara. Aquella estampa en plena noche no era normal por lo que decidió llamar a la policía. 

La madre de Arcadia, sin apenas movilidad, se había levantado, se había vestido, había cogido las llaves de un lugar bastante difícil, según su hija y se había ido a la calle en plena noche con su echarpe de lana preferido.  

Arcadia no se lo explica. Lo curioso es que la anciana dijo a la policía dónde vivía: Calle, número y piso, además de recomendarles que no le dijeran nada a su hija porque la iba a reñir mucho. Pasado el tiempo dice Arcadia que a su madre no le gustaba que le recordaran el episodio.


El poder de la mente humana es incomprensible: “¿Adónde vas? ¿De qué regiones vienes? ¿Quién da a tu rostro ese celeste olvido? ¿Qué Dios sin fuego con su  luz te viste?” de Vicente Gaos.


"Echarpe": Prenda de vestir femenina que consiste en una pieza alargada o curvada, generalmente de seda, lana o piel, que se lleva sobre los hombros y los brazos como abrigo o adorno.

  

24 comentarios:

  1. A veces a cierta edad se olvida cómo es caminar y en ocasiones se olvida que no podía caminar. Así van siendo los años.
    Un abrazo.

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  2. Tremenda, esa capacidad para poder salir sin ningún traspié. Suerte que la trajeran a casa.

    Besos.

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    1. Pues sí, Alfred, sin apenas movilidad. La mente a veces tiene más poder que el cuerpo.
      Un abrazo.

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  3. Esa buena señora tuvo un lapsus muy largo.
    Salu2, Mara.

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    1. Pero muy largo Dyhego, y parecía que su mente funcionaba bien.
      Un saludo.

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  4. Sencillamente, tuvo suerte, pudo pasarle cualquier cosa.
    Saludos

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    1. Mucha suerte Emilio, con los tiempos que corren y a esas horas, fue lo mejor que le pudo pasar.
      Un saludo.

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  5. Lo que mas me impresiono sobre lo que hizo esta señora es marchar de casa con la movilidad muy reducida, lo otro no mucho.
    Lo digo por cosas que vi con mi madre con alzhéimer y recordaba cosas de niña, como el día en que me hizo ir por un lugar que yo pensé no tenía salida por el que apenas cogíamos los dos.

    Saludos.

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    1. Sin apenas poder moverse, Tomás, eso es lo que su hija no se explica, pero además su mente parecía estar normal.
      Sí, cuando está esa enfermedad presente la vida para el cuidador o cuidadora no es fácil.
      Un saludo.

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  6. Curioso a la vez que entrañable relato, Mara, los últimos años de mi suegra que para mí fue como una segunda Madre, demencia senil no agresiva y con apariencia normal, durante seis años así. Su hija (mi mujer), sufrió más que Ella y que todos. Podría contar decenas de historias parecidas a la de la madre de Arcadia.
    Un placer leerte, Mara,

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    1. Lo creo Enrique, porque las personas que viven alrededor de una persona mayor con demencia sufren mucho. Seis años son muchos años para tener a alguien ausente muy cerca de ti. Por desgracia cada vez son más los enfermos así.
      Gracias. Un abrazo.

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  7. A cierta edad, suceden cosas inexplicables.... me gustó el relato ;)

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    1. Gracias, Artur, sí así es y como cada vez vivimos más años, los casos aumentan.
      Saludos.

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  8. sí, ésa es más o menos la idea que tenía de lo que es un echarpe. suena a palabra francesa, como muchas otras que hemos incorporado a nuestro vocabulario.
    yo también cuido a mi madre mayor, espero que nunca me dé un susto de ese tipo. menos mal que avisaron a la policía, que si no la buena mujer se habría podido ir a una discoteca o a saber dónde. ;)
    abrazos!

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    1. Puede que sea francesa Chema. Mi madre tenía un echarpe, nunca le llamaba chal.
      Pues has de estar preparado con tu madre porque por desgracia llega un momento que la mente les da algún susto.
      Pues sí, tuvo suerte porque la noche hoy en día es peligrosa para todos.
      Un abrazo.

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  9. Algo de "magia" tendría que tener la prenda para incentivar a la madre a salir de casa... :)))))
    Abrazos Mara.

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    1. Puede que la tuviera Ernesto, porque sin movilidad, ser capaz de hacer lo que hizo no tiene explicación.
      Abrazo grande.

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  10. Mara, a cierta edad hay que estar muy atentos y no siempre se puede. Por este motivo, aunque nos duela el corazón, los dejamos en un hogar para mayores.
    Besos

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    1. Así es Norma, con la vida de hoy no hay otro remedio. Tuvimos suerte los que los pudimos cuidar en casa y sin perder su mente que es lo más importante.
      Un beso.

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  11. Menuda aventura, Mara. Como si el echarpe tuviera una fuerza cómplice con la mujer para salir a pasear a esas horas de la noche. Hay algo de magia en ello.
    Menos mal que no le ocurrió nada malo y pudo llegar a casa sana y salva.
    Un saludo.

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  12. Sí, Maripaz a veces a las personas mayores la mente nos juega una mala pasada.
    Besos.

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  13. Hay cosas que son sorprendentes y curiosas a ciertas edades. Yo diría que el echarpe tenía magia.
    Por cierto, aún se ven todavía...
    Un abrazo.

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  14. Hola Franconeti. Sí, muy sorprendentes. Para ella seguro que el echarpe era una prenda especial, seguro. Sigue haciendo buen tiempo y por eso aún no los vemos pero este veranillo de San Martín está a punto de acabar.
    Un beso.

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