Así está actualmente la Cruz de Ferro |
Las tradiciones también se adaptan a los tiempos y en muchos casos, en mi opinión, no las mejoran. Ocurre habitualmente que cuando has pasado por algún lugar y dejas pasar los años cuando llegas de nuevo en nada se parece a lo que conociste.
Digo esto porque en el puente del Pilar decidimos ir a visitar "La Tebaida Leonesa" ese paisaje pintoresco situado en el Bierzo y hoy catalogado de interés cultural como "Sitio histórico". En el camino hicimos una parada en la "Cruz de ferro" muy popular en el Camino de Santiago; donde, según la tradición, los peregrinos deben coger una piedra y lanzarla al montón de la cruz después de pedir un deseo. En el año 1.993 hice con mi marido una parte del Camino y al llegar a ese lugar vimos la cruz colocada en el alto de un poste no muy grueso y un montón de pequeñas piedras a su alrededor. Siguiendo la tradición, lanzamos nuestra piedra después de pedir el deseo.
Regresamos pasados unos años y ya no se parecía nada el lugar al del principio. Además de la ermita edificada, la cruz se sostenía sobre un grueso poste de gran altura y éste enclavado en una enorme montaña de piedras, algunas serían peregrinas pero se notaba totalmente que era artificial.
En esta última visita a la "Cruz de Ferro", los peregrinos en su mayoría extranjeros subían por el montón de piedras que medio "esbarrigado" (como diría mi padre) dejaba al descubierto unas enormes bloques de piedra que ningún peregrino habría llevado hasta allí. Las personas dejaban a los pies del poste o clavados en él: dibujos, papeles escritos, pequeños objetos como vieiras,corazones o pizarras con frases. ¡Todo había cambiado tanto desde la primera visita!
La ruta mereció la pena. Esos maravillosos pueblos conservados de forma envidiable por sus vecinos con sus casas de piedra, tejados de pizarra, las sencillas balconadas de madera con hermosos geranios que alegran la vista de los cada vez más visitantes. Recorrer sus empinadas y espectaculares calles empedradas en espiga como Santiago de Peñalba con su hendidura central por donde mansamente corría el agua arrastrando erizos que los castaños de troncos centenarios nos regalaron.
Caminar por el Valle del Silencio; un nombre muy adecuado, sólo oyes el agua al correr, algún trino, las hojas al caer y tus pasos al caminar...
Otra tradición que ha cambiado es la estancia en la cueva de San Genadio. La cueva sigue siendo hermosa en su sencillez, aunque preparada para las visitas: Antes, las personas escribían sus papelitos blancos con las peticiones al Santo y los escondían por los pequeños huecos y grietas de la cueva que parecía nevada en su apariencia. Alguno queda, pero la mayoría han desaparecido. En la actualidad han colocado al lado del altar de San Genadio un atril con su libro de peticiones y un boli a su lado para escribirlas. ¡Me parecía más sencillo y entrañable el antiguo sistema!
Lo que también asombra y permanece igual, a excepción de los accesos, desde el siglo VII; es la Herrería de Compludo declarado Monumento Nacional en 1968. Su último dueño, abuelo de el guía que nos la muestra, se empeñó en seguir conservando una maravilla cuya técnica de funcionamiento creo que sea única en España.
Halloween está bien para el consumo, pero primero nuestras tradiciones: "Buscar el éxito es como intentar agarrar un puñado de agua. Cuanto más se le aprieta, menos agua se tiene. Cuando hacéis lo que para vosotros tiene sentido y os satisface, es el éxito el que os busca a vosotros" de "Los Regalos de Eykis" de Wayne W.