Cerca de "La Casona"

¡Yo soy!

Mi sombra camina, cerca de "La Casona" detrás de dos jóvenes de no más de veinte años.

Llevan pantalón de chandal, cazadora y sobre sus cabezas gorra visera. Sólo habla uno de ellos pero muy alto:

_¿Dónde está la puta marihuana? ¡Eh! ¿Dónde está el puto dinero? Se metió pa dentro la hija de puta ésa y sale la abuela. Si tengo a mano un pincho, la rajo, te digo que le quito la vida a esa puta. ¡Si me trincan! ¡Me corto la yugular!

Me adelantan y me fijo que el que habla lleva perilla y un piercing en la oreja. Al pasar también me ha venido un olor a alcohol. Sigue hablando:

_¡Y el hijo puta ése, que venga, que venga si tiene cojones! El que va callado por fin dice una frase:

_No, si a mí no me importa que venga.

_¿Qué no te importa, después de lo que nos ha hecho? ¡Que no sabe nada! ¡Será hijo puta! ¿Y el dinero? ¿Y la marihuana?

Los dos entran en un supermercado. Mi sombra piensa que el que habla ha bebido demasiado.


 Lo que he oído es una imprudenncia y ... "La imprudencia suele preceder casi siempre a la calamidad" del historiador romano Apiano.

"La Cuca"

¡Yo soy!

La única quinta de mi sombra en el pueblo es Josefina, "La Cuca". Además de quintas, somos amigas desde niñas. Ella está en Cataluña, pero seguimos en contacto.

Mi amiga, cuando la dejó su marido, se fue a París a trabajar para sacar a sus tres hijas adelante.

Allí sacó el carnet de conducir porque lo necesitaba para trabajar. Se compró un "Renault 9 rojo" y poco después de estrenarlo, se puso a estacionarlo en una calle de la gran urbe. Para atrás y para adelante y nada. Se iba formando una fila detrás y ella cada vez más nerviosa no conseguía encajar el coche en el sitio.

Por fin, el conductor del primer coche, salió del suyo y le dijo:

_ ¡Mais Madame, n´ est pas possible! (¡Pero señora, no es posible!) _ mientras levantaba los brazos. Ella paró el coche, sacó las llaves y se las puso en la mano al que la increpaba diciéndole en su español-afrancesado:

_ Tenga les clefs, aparqué vous. El señor un tanto sorprendido cogió las llaves y le aparcó el coche.

_Merçi beaocoup. Le dijo mi amiga, cuando le devolvió las llaves y se fue. ¡Así, con dos ovarios!

No supo si fue valor o miedo, mi sombra piensa que ambos sentimientos: "El valor espera, el miedo va a buscar" de José Bergamín..

"El Camino de Santiago" (1 )

Corría el año 1.993:


Sábado 17 de Julio:

Como se ha iniciado el Año Santo 2010, mi sombra escribirá sobre su experiencia:

 ¡Hacer "El Camino", toda una experiencia! Esta sombra y Andrés, mi marido, realizaron una parte del Camino en el año 1993. El "gran trecho" que nos queda quizás algún día...

Lo realizamos en las vacaciones de verano ya que como maestros, teníamos mucho tiempo. Un mes antes del comienzo, para prepararnos, anduvimos a diario varios km, aunque nunca pasaron de diez. Mi sombra en casa, realizaba, con la mochila repleta, cargada a la espalda , las tareas diarias: barrer, fregar, hacer las camas...

Salimos de Hospital de Órbigo. Andrés quería que nuestra primera etapa fuera desde Hospital hasta Rabanal. A mí me pareció mucho para el primer día, así que acordamos salir por la tarde y hacer noche en Astorga.

Nuestros hijos se fueron con sus amigos a la piscina. Tanto ellos como sus amigos ya se habían reído imaginando lo pintorescos que estaríamos "de peregrinos" pues habían visto los sombreros, los palos de apoyo, las mochilas... Yo les dije que sólo avisaríamos a nuestros hijos y bromeé: "Para reírse, al circo y pagando entradas".

Al final vinieron todos. La despedida fue apoteósica. ¡Ocho jóvenes riendo y aplaudiendo nuestra salida! Fueron muy simpáticos. Nos reímos mucho mientras caminábamos y nos aconsejaban: ¡Ojo con el dinero! ¡Caminad por el arcén! Como si fuéramos nosotros los jóvenes.

Pasamos por el albergue a recoger "las credenciales" y comenzamos a caminar. No habíamos llegado a la carretera y las mochilas, demasiado cargadas, ya nos agobiaban.

Un señor nos deseó "Buen Camino" y nos dijo:

_Mis hijas que han viajado y han hecho el Camino dijeron que como esa experiencia ninguna. Pero... la pequeña llegó a Ponferrada con los pies deshechos, unas monjas le prepararon un ungüento y pudo seguir. Un chico que iba con ellas, tuvo que abandonar llorando porque se encontró muy mal.

¡Con estos "ánimos" comenzamos! Llegamos a Astorga sobre las diez. Los albergues a tope tanto el municipal como el de Cruz Roja. Decidimos irnos a una pensión. Las del centro completas. Fuimos a las afueras.

Por fin, pagando, cenamos y descansamos soñando con rebajar el peso de nuestras mochilas.

¡ Ni de coña !

¡Yo soy!

Dos muchachos jóvenes en el polideportivo:

_ ¡Ni me hables de volver a presentarme a las Fuerzas Profesionales!

_¿Por qué? No deja de ser una salida, si tú vienes yo también me presento.

_Tú haz lo que quieras, yo con una ya tuve bastante. Al segundo día de estar en Los Alcázares, me fui a duchar y al regreso me habían sacado el dinero de la riñonera. Nada más realizar las pruebas físicas me mandaron para casa. Salí con otro compañero que le pasó lo que a mí, con un calor que te morías, sin dinero, sin comida, sin agua. Me acerqué a un quiosco a pedir un vaso de agua. ¡Cómo me vería la quiosquera que me dio una botella de agua mineral y me dijo: ¡Llévatela!

El compañero llevaba unas galletas del desayuno. Me sentí como si en ese momento me invitaran al mayor banquete. ¡Cómo nos supieron!, cuando en el cuartel las despreciábamos con la mermelada. Unos soldados nos dejaron dinero para el autobús hasta Murcia. Así que después de aquello yo no salgo de León.

¡Menos mal que tenía pagado el billete de vuelta desde Murcia!

¡Si yo no quería ser soldado profesional! Me bastó con la mili en El Ferral. Lo que pasó es que se presentó Agus y me convenció para que yo también me presentara. Como él no pasó el primero, se vino luego y yo tuve que quedarme. ¡Ni me importó el resultado de las listas! Sólo quería coger el tren para volver a León.

Sonreí alejándome, mientras a mi mente vino la frase: "Con el dinero sucede lo mismo que con el papel higiénico; cuando se necesita, se necesita urgentemente" de Upton Sinclair.

¡Viejo "verde"!

¡Yo soy!

En las escaleras del Conservatorio, mi sombra escucha a dos mujeres de unos treinta y tantos:

_¡Si te cuento lo que me pasó el sábado te caes de espaldas!

_¡No será para tanto. ¿Qué te pasó? _preguntó su interlocutora.

_¡Me lo juran y no me lo creo! Como hizo sol salí con los niños hasta el parque de Quevedo. Mientras ellos se columpiaban y subían y bajaban del tobogán yo me senté frente a ellos.

Se acercó un señor mayor, con cara de buena gente y se sentó a mi lado. Me preguntó si eran míos los dos niños y yo le dije que sí. Luego me preguntó que dónde trabajaba mi marido. Yo que nunca cuento nada a desconocidos, quise ser amable y le dije:

_No es que yo estoy separada, pero soy soltera. En esto el abuelo que parecía educado, me coge las manos y me suelta:

_¡Ah sí, pues verás que bien nos lo vamos a pasar tú y yo juntos! Mira me quedé sin habla. ¡No tenía pinta de "viejo verde"! De un tirón solté sus manos y llamé a los niños para irnos. ¿Pues no vino detrás de mí para ver mañana cuando nos veíamos? Mira me llevé tal susto que se me pone el vello de punta sólo de pensarlo.

_¡Serás ingenua! ¿Y tú que crees que a los "viejos verdes" se les nota en la cara? La verdad es que no te puedes fiar de nadie.

_¡Dímelo a mí! Cogí a los niños de la mano y salí del parque si mirar atrás. Ellos querían pararse a ver los animales. ¡Para ver animales estaba yo!

Pensando en el viejo recordé: "El que pregunta con mala intención, no merece conocer la verdad" de San Ambrosio.

¡¡ Insensibles !!

¡Yo soy!

Mi sombra se encuentra en el interior de la que fue "Escuela de Comercio", hoy de usos múltiples. A mi lado, dos mujeres jóvenes, se saludan efusivamente. Una de ellas está en avanzado estado de gestación. Es su amiga la que habla:

_ ¡Qué sorpresa, no sabía que estabas embarazada!

_Pues ya ves, al principio no lo llevé bien, pues he tenido dos cesáreas de los niños y una tercera no es muy aconsejable. Ahora como sé que es una niña, me hace más ilusión, después de dos niños...

_¡Me alegro de que sea una niña, pero lo importante es que todo vaya bien. ¿Tu marido qué tal lo lleva?

_Bueno, normal, ya no queríamos más, pero espero que no me haga lo que le ha pasado a Merce ¿Te acuerdas de Merce?

_Sí claro que me acuerdo, también tiene dos niños.

_Y una niña de dos meses. Le pasó lo que a mí, ya no querían más pero... Él lo llevó muy mal y un mes antes de dar a luz, la plantó diciéndole que ya no sentía nada por ella y que se iba de su lado.

_¡Qué cabrón! Podría haber esperado a que ella diera a luz. Tendrá otra, seguro.

_Creo que sí. Merce, el último mes de embarazo se lo pasó llorando, según me contó. Tuvo que tomar ansiolíticos a pesar de su estado. Ahora ya dio a luz una niña preciosa, pero ella está muy pillada aún por él. Por si fuera poco. Tienen broncas con él porque ya se ha llevado dos veces a la niña para pasar la noche con su madre. Dice que las abuelas también tienen sus derechos. ¡Con sólo dos meses! ¡Y eso que no la quería!

_Hija también la suegra, ¡qué insensible!, tan pequeñita...

Mi sombra está de acuerdo: "Es fácil ser mujer cuando se es insensible" de Madame de Stael.

¡¡ Nanuk !!

¡Yo soy!

Para no olvidar esta tradición, tan nuestra, celebramos un "filandón familiar". Cada persona recordó algo lejano en el tiempo. Mi sombra relató algo que oyó contar a mi abuelo Luis:

Un amigo suyo, Mario, había criado desde cachorro a un lobezno. Le llamó Nanuk. El lobo creció y le acompañaba como si fuera un gran perro. Muchas veces, Mario y mi abuelo, iban a dar paseos a caballo y el lobo les acompañaba.

Una tarde de invierno, los dos amigos, cada uno con su capa negra, iban a caballo hasta un pueblo cercano. El hermoso Nanuk iba al lado del caballo de su dueño. Mi abuelo le comentó:

_Un lobo siempre será un lobo, un animal salvaje. No te confíes, Mario, cualquier día te da un disgusto. El dueño del lobo le contestó:

_Nanuk, es como un perro, más fiel no lo hay. Mi abuelo le propuso:

_Vamos a hacer una prueba para ver lo que hace. ¡Tira tu capa! Mario tiró su capa al suelo.

Aún no había llegado la capa al suelo y ya el lobo se había ensañado con ella, mordiéndola, desgarrándola y haciéndola trizas "en menos que canta el gallo".

Cuando Mario vio lo que había hecho con su capa, Nanuk, se quedó sin palabras. Fue mi abuelo el que habló:

_Mario, ya lo has visto, el instinto es el instinto, si un día por mala suerte te caes del caballo, a lo mejor no lo cuentas. Con gran pena poco tiempo después Mario, hizo entrega de su gran compañero lobo, a un lejano monte.

Mi mente de sombra musita: "Hasta que no hayas amado, a un animal, una parte de tu alma estará dormida" de Anatole France.

¡ En la clase de "Yoga" !

¡Yo soy!

Tere, va con su madre a nuestro grupo de "yoga" en Pinilla. Mi sombra le echa unos veinte años. ¡Es alegre y charlatana! Le cuesta bastante relajarse.

Al finalizar la clase, la monitora apaga las luces para hacer unos minutos de relajación. Cuando, la monitora, mandó ir saliendo lentamente de la relajación aún a oscuras, se oyó la voz de Tere, rompiendo el silencio:

_¡Chicas! Si alguna tiene un cupón que le sobre de "El Mundo" que me lo traiga porque lo necesito para comprar un edredón de plumas que dan con el periódico. Y... si tenéis alguno de "La Razón", también que quiero comprar... La carcajada general rompió el silencio.

Hoy miércoles a media clase, nos visitó la alcaldesa de San Andrés, junto con el concejal de deportes y el representante de la empresa que lleva las distintas actividades deportivas de este Ayuntamiento. Además de felicitarnos el año, la alcaldesa, nos pidió que le comunicáramos lo que necesitábamos o se podía mejorar. En eso estaba, cuando salta una de las más maduras:

_¡Tere, dile que te guarde el cupón! La risa fue de nuevo la reacción de todo el grupo. La monitora se encargó de explicar a los visitantes la broma.

Mi sombra riendo recordó: "Muchas personas pierden las pequeñas alegrías, esperando la gran felicidad" de Pearl S. Buck.

¡¡ Piso de alquiler !!

¡Yo soy!

Mujer joven. Vino a alquilarle el piso. A la dueña le gustó. Le pidió que le trajera una nómina de su marido o de ella para alquilárselo. Le trajo la nómina de su marido y se lo alquiló.

Los tres primeros meses los pagaron religiosamente, al cuarto mes ya no lo hicieron, ni al quinto. La dueña del piso se presentó para pedir la renta. Le abrió la puerta un gitano joven y fornido seguido de tres chiquillos, sucios y mal vestidos que la miraron con sus preciosos ojos oscuros como interrogándola. Detrás de ellos apareció la mujer a la que había alquilado el piso, que al verla exclamó con voz quejicosa:

_¡Ay señora, es que mi marido se quedó en el paro, pero no se preocupe usted, mañana mismo me paso a pagarle por lo menos un mes. La señora se fue asustadísima. Cuando llegó a su casa le dijo a su marido:

_¡Ni te imaginas a quién le he alquilado el piso! Sin darle tiempo a contestar siguió: ¡¡ A unos gitanos !!

_ ¡Pero cómo a unos gitanos si tú la viste a ella!
_Tienes razón la vi a ella no al gitano. Pero... ¡ella es paya!

La orden de desahucio llegó seis meses más tarde. Cuando los dueños se presentaron con el juez. Los inquilinos se habían ido y con ellos los colchones, la vajilla, la cubertería... ¡Todo! Y dejaron... suciedad, desperdicios, puertas rotas, paredes sucias... Hasta el juez comentó: ¡No hay derecho!

Cuando tres personas fueron a limpiar el cochambroso piso. Se encontraron con un hámster que además había hecho hasta agujeros en el parquet.

_¡Pa mearse y no echar gota! _comentó una de ellas.


Para la "paya" y el "gitano": "La justicia exige que cada cual haga aquello que le corresponde con respecto al fin último" de Platón.

"Entre el negro y el blanco"

¡Yo soy!




El gris. ¿Nuestro color, el gris? Entre el negro y el blanco. A un lado un poco más gris al otro un poco más blanco.

Mi sombra escribe en el negro, porque mi mente está en blanco. Sobre el negro una palabra: "Terremoto", que se va haciendo muy grande: Terremoto, destrucción, pobreza, miseria, dolor, enfermedad, llanto, muerte..

Sobre el gris otra palabra: "Ayuda", que disminuye con el tiempo: ayuda, reconstrucción, compasión, donaciones, esperanza...
Sobre el blanco de mi mente de sombra gris, sobresale la palabra: "Tiempo" que se va empequeñeciendo: tiempo, olvido, rutina, abundancia, consumo, sobras, quejas, sobre todo, quejas..."


"Si la justicia empleara todo su esfuerzo, la Tierra pronto se iba a convertir en un desierto" de Pietro Metastasio.

¡¡ Cita a ciegas !!

¡Yo soy!

Mi sombra en "las rebajas" de "Blanco", detrás de dos chicas rayando la treintena. Hablan mientras esperamos en la cola para la "caja".

_¡No sé cómo lo hice, te lo juro! Quedamos por Internet. Me mandó su foto. Me gustó y me lancé. El fin de semana cogí el coche y 300 km hasta Santander.

_¿Te gustó en persona? _comenta la que escucha.

_¡No estaba mal! Pero...tampoco era una cosa del otro mundo. ¡Me pareció un "bollicao"! Pero experiencia tenía. Quedamos a la entrada de la ciudad. Nos fuimos en su coche unos km y se metió en un aparcamiento de un lugar apartado. Desde allí subimos al hotel, se ve que él no era la primera vez que había ido allí. Nos dieron una habitación y follamos tía, sólo follamos, apenas hablamos. Pasó el tiempo, comimos unos pinchos y volvimos por donde habíamos ido. ¡Ni siquiera sé si le volveré a ver!

_Me lo estás contando y no lo puedo creer. ¿Pero tú no eres la tradicional? La que dice: "Follar sin amar a mí no me va".

_Mira, ni yo misma me lo creo, joder. Pero fue toda una experiencia que no creo que repita, pero no me arrepiento de haber ido.

A mi mente de sombra, no sé por qué le vino la frase: "Cuanto más conozco a los hombres, menos los quiero; si pudiera decir otro tanto de las mujeres me iría mucho mejor" de Lord Bayron.

En el "Edificio Europa"

¡Yo soy!








Mi sombra espera ante una oficina en el interior del moderno edificio. Junto a mí espera una mamá con su bebé. El pequeño de casi un año sólo quiere estar de pie. La madre inclinada sobre él le sujeta por los bracitos mientras el peque da sus primeros pasos.

Se acercan una viejecita apoyándose en un bastón del brazo de otra señora que la guía. Se sientan al lado de la madre y el pequeñín. La señora guía hace gracias al bebé mientras la anciana comenta dirigiéndose a la madre:

_¡Ay, hija qué trabajo! Ahora es cuando más dan que hacer, cuando empiezan a querer andar...

Al momento, la acompañante le dice a la viejecita:

_¡Ala, Carmen!, vamos que la oficina a la que vamos está al final del pasillo. Además, así camina, que con la dichosa lluvia no hemos salido en tres días y... ¡Ya sabe lo que le dijo el médico, que tiene que andar! La arrugadita se levanta del asiento con mucho trabajo ayudada por su cuidadora y comenta:

_ ¡Ay, Dios mío, no dejan a una ni descansar, total para tener que ingresar igual en el Hospital! Se van las dos despacito y la mamá dirigiéndose al bebé comenta:

_¿Has oído lo que ha dicho la vieja? "Que ahora es cuando más das que hacer". Lo tuyo será un año pero lo de ella... ¡Ella sí que está dando qué hacer! ¡ Y... a saber cuánto tiempo!


Mi sombra confirmó sus palabras y recordé una frase antiquísima: "Los viejos son dos veces niños" del gramático griego Diogeniano.

¡ Jugador !

¡Yo soy!

Uno de estos días le siguió mi sombra, aunque supo de antemano a donde se dirigía. Florencio, el hombre de esa mujer que siempre lo defiende, entró en un "antro" de juego clandestino.

Tiene familia numerosa. He visto muchas veces llorar a su compañera mientras exclama:

_Cualquier día nos juega el piso y quedamos todos en la calle. Cuando gana viene eufórico y nos come a besos. Pero cuando pierde... mis hijos ya saben lo que tienen que hacer. En cuanto ven su cara, se meten bajo la mesa de la cocina y permanecen allí en silencio. Hasta que se calma o le calmo.
Ella le ama tal como es, fueron amigos desde niños. Su frase más repetida:

_ ¡Cada uno tiene que pujar por su cruz, y a mí me ha tocado esta! Hasta ahora para comer, nunca nos ha faltado. Florencio, su nombre lo dice, es un rosal y con él trae las espinas. Dan ganas de aconsejarla, pero te callas y la admiras.
Él no lo niega. Si le preguntan a qué te dedicas. Responde con orgullo:

_Soy jugador, ¿qué pasa? Lo he sido toda la vida y tiro "pa alante" por mi familia. ¡Con dos cojones! En mi casa sólo entra lo que yo gano.
Pensando en los dos, vienen a mi mente de sombra unos versos de J. Luis Borges:

No puedo decirte quien eres

ni quien deberías ser.

Solamente puedo amarte como eres

y ser tu amigo.

¡ Dichosa limpieza !

¡Yo soy!

En la Residencia SAPHIL no había personal de limpieza. Mi sombra y otras muchas, nos encargábamos de tenerla como los chorros del oro. Pasando petróleo para que brillaran los pasillos, limpiando aseos, comedor, clases...todo.
Paula ese día llegó tarde al comedor. Su castigo, limpiar el cuarto de la calefacción (de carbón) al día siguiente en su tiempo libre. Media hora antes de comer. Lo limpió, subió a ducharse y volvió a llegar tarde al comedor. De nuevo el mismo castigo y al día siguiente otra vez llegó tarde.

Aquel día decidió acabar con "la pescadilla que se muerde la cola". Se plantó en el comedor sin ducharse con la bata verde de la fábrica sucia y con tiznes de carbón en su cara. Cuando C... la vio pensamos que le iba a dar algo:
_¿Cómo te atreves? ¡Una señorita con ese aspecto en el comedor!

_No, más bien dime tú _contestó Paula_ cómo limpio el cuarto de la "cale" y me ducho en media hora de tiempo libre. Si me ducho llego tarde y mañana otra vez a limpiarla, pues no me duché. ¿No será que me tienes de mujer de la limpieza de la "cale"? ¡Muchas de las chicas nunca la han limpiado!

La protesta, delante de todas, sirvió y Paula no volvió a sufrir ese castigo.Ya lo dejó escrito Concepción Arenal: "El castigo pierde toda su eficacia si se ve que la pasión anima al que lo impone".

"La Potina"

¡Yo soy!

Mi hermano mayor tuvo un Seat 600 de segunda mano. "La Potina" le llamábamos en casa. Era de color azul. Le iba de maravilla. Iba y venía de Asturias por el puerto de Pajares y a menudo un par de camiones le hacían ir "chupando rueda" un buen rato.

Una de las veces subiendo el puerto, se puso a adelantar a un camión y la "Potina" ese día no tiraba mucho. Así que el camionero en paralelo con él con voz socarrona le dijo:

_¡¡Chaval, ten cuidado no te estropeen "esa porquería"!!

Cuando llegó y nos lo contó nos reímos mucho.

Actualmente cuando alguno de casa se va de viaje, lleve un Audi o lleve un Mercedes le soltamos la frase para nosotros ya mítica:

¡¡¡ Y...mucho cuidado no te estropeen esa porquería!!!

Desde aquí esta sombra os dice, cuidado estos días con la nieve no os estropeen "las porquerías"

¡Nuevo Invierno!

¡Yo soy!

¡Año Nuevo, nieve nueva! ¡Viejas quejas!

¡Sí, otra vez la nieve!

Noticias: Meteorología. Previsiones. Hielo. Accidentes. Atascos. Políticos. Culpables.Protestas. Pérdidas. Denuncias. Indemnizaciones... ¡Qué tragedia! ¿Será posible?

¡Qué solo es nieve y comenzamos el Invierno!

Un niño grita: ¡Qué bien, cómo nieva! ¡Adiós Navidad! Mi sombra sigue su lado positivo:

Naturaleza . Paisaje. Belleza. Paseos. Niños. Juegos. Muñecos de nieve. Estaciones. Esquiar. Turismo.Ganancias. Trabajo. Agua. Reservas. Pantanos. Deportes. Regadíos. Cosechas. Cauces. Pesca. Humedales. Pastos. Aves. Hidroeléctricas. Energía. Calefacción. Hogar. Calor. Luz. Comodidad. Vacaciones. Fiestas. Regalos...

La nieve es un regalo, aunque su cara blanca tenga también su lado oscuro.

Ya lo dejó escrito Aristóteles: "La Naturaleza nunca hace nada sin motivo".