jueves, 30 de marzo de 2017

La señora Eduviges

Corporales de Truchas hoy

Contrariando el último post, voy a escribir algo de lo mucho y bueno que viví en mis comienzos como docente. Mi primer destino fue Corporales de Truchas. Llegué allí recién casada, con 25 años. Me pareció un lugar precioso. 

El edificio de la escuela, fue lo primero que vi, a pesar de ser hermoso, todo él de piedra estaba en un estado lamentable. Había dos viviendas inhabitables y bajo ellas dos enormes aulas. Miré por las ventanas y vi una enorme televisión.¡No me lo podía creer, en La Cabrera una televisión en la escuela! 

El paisaje con el río divino. Las viviendas muy elementales y pobres pero de piedra y con su cubierta de pizarra tenían un encanto especial. Hoy muchas restauradas merecen una visita. Lo primero en lo que pensaba una maestra al llegar a un pueblo era buscar  un  lugar  donde  meterse. Lógicamente pregunté.

 _Vaya a la casa de la señora Eduviges, allí paran todas las maestras. Cerca del río la casa de la señora Eduviges era tradicional, con la vivienda encima y la cuadra  de  los  animales  debajo  para aprovechar el calor, pero  mejor  que  las  demás. Cuando  subí  los  escalones,  apareció  la  señora Eduviges con su  bastón  arrastrando  los  pies  y caminando  de  lado. No hizo falta presentación. 
_¿La nueva señorita, verdad? 
_Pues sí, me han dicho que usted acoge a las maestras, así que aquí estoy.
_¿Pero hija, no ve cómo estoy si yo no puedo ayudar en nada, ni siquiera hacerles de comer.
_No se preocupe que yo me apaño sola.

Me mandó  pasar y me presentó a su marido y a su cuñado que vivía con ellos. ¡¡Dos enormes cachos de pan!! Dos personas buenas, poco habladoras, amables y muy respetuosas. 

Al día siguiente conocí a uno de mis mejores compañeros, Ramón, joven, trabajador e inteligente. Siempre de buen humor. Sus bromas eran históricas. Mi aula contaba con 32 alumnas, sentadas por parejas en antiguos y sólidos pupitres sobre un suelo de tabla muy deteriorado. Pues sí, allí estaba la televisión, sólo que ya no funcionaba. En Corporales, vi películas del Gordo y el Flaco que a Ramón proyectaba en mi aula, se las dejaba D. José otro maestro, uña y carne con el inspector, que llevaba material supermoderno de la capital. 

La señora Eduviges me trataba como a una hija, aunque siempre de usted. Me reñía cuando había nevado y yo iba a lavar mis sábanas al río. A diario cogía la palangana con el agua un poco caliente y me iba a mi habitación a lavarme y ella me decía: Pero lávese aquí en la cocina, que se quedará helada en la habitación. Nunca me atreví a decirle que allí no podía lavar mis partes íntimas. Era acogedora y los hombres también. Fue una bella y feliz experiencia que duró sólo un año. 

De allí vino mi hija mayor la "cabreiresina". Un día nevó y yo embarazada de siete meses tenía que cruzar unas eras que cubiertas de nieve no dejaban ver los hoyos, así que me caí ya muy cerquita de la escuela a la vista de Ramón y los niños. ¡Ni una sola risa! Todos preocupados por si me había hecho daño. Cuando vieron que no me había pasado nada, Ramón nos hizo reír con su humor y unos versos: A Mara la barrilete, le compraremos un patinete.

¡Una gran mujer la señora Eduviges! Hizo un gran favor a muchas maestras acogiéndolas en su casa. Volví a visitarla después de los años y me mostró orgullosa el chorro del agua corriente de su cocina.

Siempre tendré presente lo feliz que fui allí: "Me enseñaron que el camino del progreso no es ni rápido ni fácil" de Madame Curie.



martes, 28 de marzo de 2017

Tacañas



 Esto ocurrió cuando las maestras andábamos por los pueblos de la montaña. Y digo maestras porque a las escuelas Unitarias, de niños y niñas, sólo podían ir destinadas maestras. Las autoridades educativas y religiosas temían que se produjeran abusos sexuales. Hoy esta ley tan discriminativa ya no existe. Sabemos que las personas que cometen este tipo de abusos se pueden encontrar en los ámbitos más insospechados..

Bien, pues hace años a Elena la destinaron a la escuela de Abelgas. Allí, compartía casa con dos ancianas beatas, sobrinas de un obispo con varios pisos en la capital. Ellas también estaban forradas de dinero y vivían en una casa con cuarto de baño, todo un lujo para aquellos años.

Las señoras,  sólo dejaban ducharse a la maestra los miércoles con agua fría y le permitían sacar un cazo de agua caliente. Más miserables no las había. Le decían a Elena que les trajera ropa de la que no usaban en la capital y siempre andaban con ropa usada y deteriorada.

También tenían televisión, pero si en una escena se daban un beso, luego saltaban las beatas: "quite, quite eso" y comenzaban a rezar y a santiguarse en voz alta.

Un día de finales del invierno Elena se quedó, como decían allí, "entrenievas" o sea que nevó tanto en Abelgas que no pudo salir en dos semanas. Al llegar a León tenía una carta de la Inspección. Acababa de ducharse cuando abrió el sobre y en unos escuetos renglones, le decían que se presentara inmediatamente. Lo malo era que la carta tenía fecha de hacía quince días. Con el pelo mojado, se presentó ante Doña Ana, la inspectora. Ésta, después de echarle la bronca por presentarse tan tarde, la escuchó y al final le pidió perdón.

La inspectora, le dijo que tenía que ir para Villablino porque amenazaban con ponerles una bomba en la Inspección si no les enviaban una profesora de inglés de inmediato. (Por aquel entonces los mineros de Villablino "no se andaban con chiquitas") Así  que  se fue directa a Villablino sin despedirse de Abelgas.

Cuando por fin pudo ir a recoger sus cosas a Abelgas, las malintencionadas ancianas no paraban de hacerle comentarios capciosos: ¡Claro esto es un pueblo muy pequeño para una señorita como usted! "Desde luego dar clase en León es más importante que aquí..."


Retorcidas y tacañas:"La cama tenía en el suelo, y dormía siempre de lado para no gastar las sábanas" de Quévedo.



jueves, 23 de marzo de 2017

Del Agua



¿Por qué te buscamos en planetas lejanos y te menospreciamos en este hermoso Planeta Azul en el que vivimos?

_Llenas las nubes.
_Sacias la sed.
_Apagas el fuego.
_Inundas los campos..
_Lavas las plantas.
_Acaricias las cumbres.
_Abasteces el mar.
_Te transformas en hielo, nieve, granizo...

Amabas las fuentes, los pozos, las norias, los molinos... te entregabas y te respetábamos.

No esperabas que las fuentes y pozos se secaran por la explotación exhaustiva de tus acuíferos. Tampoco que continuamente te contamináramos, Que abusemos de ti como lo hacemos. ¡Somos orgullosos!. Nos conformamos con decir: "Del agua mansa líbreme Dios que de la brava me libro yo".¡Parece mentira que formes el 75% de nuestro cuerpo!

Por eso, a veces demuestras tu fuerza imparable. Te enfureces con razón: Ocupamos tus cauces, te cercamos en pantanos, te encauzamos, te entubamos, te embotellamos... Continuamente te ponemos límites y tú estás en tu derecho de saltártelos..

¡¡Sí, AGUA, TE GUSTA SER LIBRE!!

¡¡GRACIAS  AGUA!! Desde tu casa de nubes nos vienes a ver y te ausentas para regresar siempre a tiempo. No te vayas nunca, sigue visitándonos, no tengas en cuenta nuestros desprecios.


Perdona nuestros desplantes. Te esperamos: "Como agua de mayo". 



martes, 21 de marzo de 2017

De Sexología




 En el año 1986 hice unos cursos de Sexología en Salamanca. De allí me traje un libro en su 4ª edición que se titula "Información sexual para niños" de Bent H. Claésson. 

Se lo di a leer a mi hija mayor que entonces contaba 14 años y también lo leyó su hermano de 13. Hoy, cuando mi nieta mayor tiene recién cumplidos once años, no sé si está preparada para leerlo.

 Sus fotografías y sus dibujos están un tanto anticuados para esta época, sin embargo su contenido está al día y de forma muy explícita. Eso me frena. Sí, sí, estamos en el siglo XXI, con la tele, internet... Pues a pesar de que ya ha pasado de niña a mujer, sigue siendo una niña en muchos sentidos a excepción de su apariencia. Temo adelantarme y que lo comente con sus amigas en el colegio y monten un numerito de cuchicheos.

 Su madre lo leyó con 14 años. Ella tiene casi cuatro años menos. La verdad es que la vida ha avanzado mucho, ya no es un tema tabú y en parte la materia se trata en el colegio, aunque en clase lo dedican principalmente al tema fisiológico. Pienso que aunque sabe bastante del asunto, emocionalmente aún no lo tiene claro.

 No sé. A veces pienso se lo doy, que lo lea y en paz, al fin y al cabo en septiembre empieza el instituto con once años, donde habrá adolescentes de 14,15,16, 17 y 18 años. ¡Es algo que no me cabe en la cabeza con esta ley de educación! El primer ciclo de la  ESO debería de seguir en Primaria como lo estuvo anteriormente. Pero los "expertos" hacen las leyes desde sus despachos sin contar con los profesore/as que están al pie del cañón sufriendo las consecuencias.. 

Este post lo escribí hace unos días cuando dudaba. ¡El lunes se lo he dejado a mi nieta y lo leyó de un tirón! La verdad es que creí que iba a tener muchas más dudas. 


El tema les interesa y lo suelen tergiversar: "Siempre hay un momento en la infancia en el que se abre una puerta y deja entrar al futuro" de Graham Greene.
   


jueves, 16 de marzo de 2017

Mi padre "estañador"


imagen obtenida de la red.

 Creo que el oficio de "estañador" ya se haya extinguido pero hoy quiero traerlo aquí en honor a mi padre. Un hombre de oficios y ya se sabe: "hombre de muchos oficios, pobre seguro". 

Como teníamos un alambique, siempre necesitaba estañar algo: tubos, calderos, embudos... Así que en el pueblo si alguien tenía un cazo, una pota, una lechera y hasta una palangana con un pequeño agujero lo llevaban a mi casa y mi padre estañaba el utensilio que se podía usar de nuevo.

Eso si, se cumplía el refrán: "En casa del herrero cuchillo de palo" porque si a mi madre se le saltaba un cazo o una tartera de porcelana al final tenía que ser ella quien estañaba las cosas de casa.

Recuerdo porque lo vi muchas veces, los utensilios sencillos y rudimentarios. Una lija para limpiar el lugar a estañar. Luego un ácido con el que se untaba para mejor adherencia el agujero alrededor. Un "estañador" así le llamábamos también a una  especie de cuña de hierro con un largo mango de metal y un agarrador de madera que cuando estaba al rojo se pasaba por un platito de metal con ácido también. Por último barras de estaño brillantes dobladas como si fuera gruesa alambre.

 Metía el estañador en la cocina de carbón, en el pueblo las cocinas eran de leña. Cuando estaba al rojo vivo, se pasaba por el platito del ácido y luego en una mano la barra de estaño y en la otra el "estañador" se acercaban al agujerito juntos y allí quedaba una gotita de estaño fundido tapando el hueco que se aplanaba un poco y al momento se endurecía.

 Allí permanecía el estaño, ya ni el fuego podía fundir el arreglo. Mi padre tenía interés y curiosidad por todo, por eso sabía hacer muchas cosas.


La curiosidad por aprender es una gran virtud ya lo dijo Alber Eintein: «No tengo talentos especiales, pero sí soy profundamente curioso».



martes, 14 de marzo de 2017

¡Ocupas!



Los padres de María le compraron en la zona de Pinilla a su hija, con mucho esfuerzo,  una casita de planta baja para reformar. Su intención es adecentar la vivienda para ella, su pareja y su hijo. El padre de María que se le da tanto la albañilería como la carpintería, piensa que el coste de las reformas con la ayuda de su familia podrán afrontarlo poco a poco,

Hace unos meses el padre y la joven pareja, dieron un paseo hasta la casa para echarle un vistazo por dentro. No pudieron hacerlo. ¡La casa estaba habitada! Se fueron como habían venido sin llamar a la puerta. ¿Qué hacemos? Se preguntaban. La justicia es muy lenta, cara y complicada.

El padre de María lo pensó bien. Pasó varios días observando los movimientos en la casa sin llamar la atención. Era una pareja joven la que la ocupaba. Observó sus rutinas. Uno de los días vio que la pareja salía de la casa. Actuó de inmediato. Llamó a un cerrajero que le cambió la cerradura. Se metió en la casa con un pico y un mazo y destrozó prácticamnte todo su interior: baño, cocina e incluso derribó algunos tabiques.

Al día siguiente volvió a echar un vistazo. Habían vuelto a saltar su cerradura nueva pero ya no habitaban su casa llena de escombros. Volvió a colocar por segunda vez nuevo cierre a la espera de poder comenzar la reforma. Ahora sí se fue satisfecho y tranquilo a su casa.

Ha pasado el tiempo. Hoy, María con su pareja y su hijo viven en su restaurada casa. A veces actuar rápidamente, sin llamar demasiado la atención, soluciona un problema sin la lenta justicia de por medio.


Su discreción tuvo éxito: "Una cualidad de la Justicia es hacerla pronto y sin dilaciones; hacerla esperar es injusticia" de Jean de la Bruyère.



jueves, 9 de marzo de 2017

¡Trabaja Dora!



Así habla Dora: ¡Qué mujer trabajadora, ni qué niño muerto! Las mujeres han trabajado siempre hija, otra cosa es que cobraran un dinero por trabajar.

La madre de Dora era modista y Dora desde muy niña tuvo una aguja y un dedal en la mano. Entonces no se celebraba el "Día de la mujer trabajadora" por eso siempre recuerda la voz de su madre cuando ella se distraía poniendo la radio o pasando las hojas a un figurín, que le encantaba mirarlos y la voz materna la interrumpía:. ¡Trabaja Dora, trabaja! 

Cuando oye que el ocho de marzo es importante para las mujeres trabajadoras, ella se recuerda trabajando siempre aunque no cobrara por ello durante muchos años. Cuando se casó puso una mercería y además de la aguja, hacía punto, ganchillo y todo tipo de labores que además enseñaba a otras mujeres. ¡Siempre le gustó coser!

Después de jubilarse cosió para sus dos nietas. Primero les hizo el traje de comunión, más tarde les hizo el traje regional. ¡Hasta las flores y cerras del mantón bordó y tejió!. Cuando el tiempo está bueno sale para la parte de atrás de su casa donde tiene un pequeño jardín. Allí, a la sombra cose, y cose aunque ya sus ojos, como ella dice, se niegan a dar las puntadas pequeñas. 

Mientras cose en su mente resuena la voz de su trabajadora madre ¡Trabaja Dora, trabaja! Lo bonito es que le sigue gustando la costura. Ahora cuando oye hablar de modistos dice: ¡Qué modistos, ni qué narices, con la de modistillas que hubo en León!  Además: ¿Quién cose ahora en León?, si quieres que te hagan algo a medida, las modistas. ¿Quién arregla la ropa confeccionada de las tiendas, mi hija y otras como ella, por unos pocos euros en negro: ¿Quienes trabajan en las fábricas de confección? La mayoría mujeres, como siempre. Pero sí, las medallas se las llevan los modistos que salen por la tele. ¡Grima  me da ver esos trajes!


Un dedal de oro para todas las mujeres que cosen en fábricas, para las grandes firmas, en tiendas  y que lo siguen haciendo en sus casas: "Por un mundo donde seamos socialmente iguales, humanamente diferentes y totalmente libres" de Rosa Luxemburgo.



martes, 7 de marzo de 2017

Seudo-superdotados

Obtenida de la red

 En la actualidad cuando se dan tantos caso de hijos únicos, los padres estimulan mucho a su hijos de pequeños cuando comienzan el colegio y ya en los primeros años de infantil destacan. Los padres no esperan, enseguida piden el diagnóstico porque les parece que su hijo tiene altas habilidades cognitivas. ¡Menos mal que hay unas reglas!

Quizás nuestra educación abandonó un poco a los niños con altas capacidades y se preocupó siempre más de los niñ@s con un nivel intelectual por debajo de la media. Está muy bien que actualmente la educación se preocupe de los alumn@s con alto rendimiento intelectual, pero sin creerles lumbreras hasta que quede bien argumentado. Suele ocurrir que después de unos años, se demuestra, que el estudiante sobresale, pero está dentro de los cánones normales de los adolescentes inteligentes que destacan en muchos casos en alguna materia particularmente. 

Los padres de Alfredo, maestros los dos, cuando su hijo iba a infantil de cuatro años pidieron que se le adelantara un año y comenzara la escolaridad primaria. Aunque no estaba permitido la Inspección lo autorizó ya que los padres alegaron que su hijo tenía altas capacidades por lo que comenzó a hacer primero de primaria sin quedar un año más en infantil. 

Pasó el tiempo. El chico terminó el instituto con buenas notas, pero no espectaculares. Comenzó la universidad. Al segundo año ya quería abandonar porque sus notas dejaban mucho que desear. Repitió curso con alto disgusto de sus padres, pero se demostró que en educación querer correr mucho no es lo más correcto. 

A veces un niño que nace a finales de año, va al mismo curso que otro que nació a primeros de enero con lo que se llevan doce meses y van al mismo curso ¿Se puede pedir al de diciembre que saque las mismas notas que el niño que nació en enero? No. ¿Se puede decir de éste que es un superdotado porque sus notas sean todas sobresalientes en los primeros cursos? Tampoco.


Sólo los expertos deben diagnosticar a un alumn@ superdotado: "Sólo hay un bien, el conocimiento; sólo hay un mal, la ignorancia" de Sócrates.



jueves, 2 de marzo de 2017

"Empezar de nuevor"


Fotografía obtenida de la red.


 Tengo un hijo, de los cuatro que he parido, que trabaja en "La Renault" desde hace más de una década y ya es "fijo" si se puede llamara así hoy a un trabajo. 

Hace unos días nos dijo que iba a dejar el trabajo. Que ésa no era la vida que él quería: trabajar en una cadena, llegar agotado a casa, comer o cenar y dormir para volver a empezar al día siguiente.

Sé que estarán pensando: ¡Como todo el mundo! Bien, pues una persona no es todo el mundo. Cuando me lo dijo lo sentí, pero le dije: Bueno hijo, tú sabrás lo que haces que ya tienes edad para saber lo que quieres. Al enterarse su padre lo tomó muy mal: Que tal como están los trabajos hoy día, que cuántos lo quisieran que, ¿qué iba a hacer? volver a casa "a la sopa boba", en fin... le montó un pollo que le sentó fatal y con razón. Sus hermanos le aconsejaron pedir la excedencia, pero él prefiere no hacerlo.

Como madre me pregunto: ¿Por qué tiene que hacer un trabajo contra su voluntad y aguantar, aguantar y aguantar como siempre se ha hecho? ¡Tiene derecho a equivocarse! Su columna vertebral ya le dijo un médico que parecía un camino de cabras. Un trabajo en el que pierdes la salud aunque "esté bien pagado", se debe evitar.

La idea de mi hijo es instalarse en un pueblo, comprarse un terreno y más o menos lograr autoabastecerse. Todos sabemos lo difícil que es empezar de nuevo, pero a veces nos faltan agallas para intentarlo.

Tiene pensado dejar su trabajo a finales de la primavera, que es mejor tiempo para comenzar una nueva vida. Estoy contenta y aquí siempre tendrá dos manos que le ayudarán en su proyecto, salga bien o mal. ¡Para eso soy su madre!



Aguantar y aguantar, para todo hay un límite:

 "¿No ha de haber un espíritu valiente?
¿Siempre se ha de sentir lo que se dice?
¿Nunca se ha de decir lo que se siente?"
                                                 de D. Francisco de Quevedo