¡Yo soy!
Soy una sombra que se siente triste y culpable por dejarte con 39º de fiebre, el cuerpo lleno de granos, la cara llena de ronchas y el ánimo bastante hundido. Sé que te van a cuidar, pero este fin de semana lo voy a pasar mal recordándote. Me preguntaste:
_¿Mamá yo pasé la varicela?
_Sí, hijo sí, segura no estoy _te contesté yo_ pero en el pueblo la pasaban todos los niños no te ibas a librar tú.
_Mira que si me la contagian los niños...
_No seas aprensivo _te decía_ como pienses que te van a contagiar, ocurrirá. Y así fue. Llevas una semana que hubiera preferido pasarla yo en tu lugar. A veces dicen que es un rebrote, pero basta mirarte para ver que es la primera varicela que pasas. A los pequeños no les ha dado fiebre, pero a ti...
Y mi sombra aquí... contemplando los gigantes y cabezudos que ríen y bailan.
Con este calor! Los hombres y mujeres que los pujan... ¿Reirán también? Yo sonrío al mirarlos, pero por dentro te veo empapado en sudor por la fiebre y... desearía haberme quedado a tu lado.
Otra sombra me contó que en cierta ocasión preguntaron a una beduína a cuál de sus hijos quería más y respondió: "Al viajero hasta que vuelva, al enfermo hasta que cure y al pequeño hasta que crezca"
¡Qué sabia me pareció su respuesta! hoy te quiero más a ti.
Y mi sombra aquí... contemplando los gigantes y cabezudos que ríen y bailan.
Con este calor! Los hombres y mujeres que los pujan... ¿Reirán también? Yo sonrío al mirarlos, pero por dentro te veo empapado en sudor por la fiebre y... desearía haberme quedado a tu lado.
Otra sombra me contó que en cierta ocasión preguntaron a una beduína a cuál de sus hijos quería más y respondió: "Al viajero hasta que vuelva, al enfermo hasta que cure y al pequeño hasta que crezca"
¡Qué sabia me pareció su respuesta! hoy te quiero más a ti.