viernes, 3 de abril de 2009

Año de la Astronomía





¡Yo soy!





Uno de mis recuerdos infantiles más bonitos del pueblo. Mirar al cielo por las noches. Mi madre, mientras esperábamos ver alguna estrella fugaz, nos señalaba: Esas son las Cabritillas, el Carro Mayor, el Carro Menor, el Camino de Santiago. Éste según ella lo seguían los peregrinos que pasaban por el pueblo.

Una vez llevó mi padre a cenar y a dormir a nuestra casa a dos peregrinos. El miedo que pasamos mis hermanos y yo al verlos con aquellas capas, aquellas barbas y aquellos sombreros, fue mayúsculo. Durmieron en el pajar y yo me pasé la noche oyendo ruidos y preguntándome:

¿No es de noche cuando caminan? Entonces porque se quedaron aquí. Por la mañana ya no verán el Camino de Santiago. ¿Serán ladrones? Se fueron de madrugada. Yo le dije a mi madre: pues ahora no podrán ver el Camino. Mi madre riendo dijo: Bueno preguntarán a la gente.

Siempre recordaré con cariño al profesor que convirtió Las Cabritillas en Pléyades, los Carros en Osas, y el Camino en Vía Láctea...En la ciudad lo tenemos más difícil pero...


Mi sombra sigue mirando al cielo: "Alégrate de la vida porque ella te da la oportunidad de amar, de trabajar, de jugar y de mirar las estrelllas" de Henry Van Dyke.




jueves, 2 de abril de 2009

¡¡Risas!!






!Yo soy!




Mi sombra sigue a dos jubilados que pasean.

Pasan cerca de una pandilla de jóvenes suramericanos.
Tres chicas y cuatro chicos. Sus gritos les llaman la atención.

 Hay varios bancos. En uno una chica muy obesa está tumbada boca abajo. Encima de ella otra de las chicas y sobre las dos, dos chicos también corpulentos. Un tercero se intenta subir encima y a cada intento las chicas de debajo gritan como si les doliera o ríen estrepitosamente.
Enfrente la pareja restante se parte el culo riendo y animando a los chicos.

_¡Ves qué escándalo! ¡Son todos de allá!
_dijo uno de los vejetes. ¡Tenían que estar trabajando!

_¡Nos invaden, no sé que será de este país!
_comenta el otro.

Los dos desocupados siguen su paseo despotricando de los muchachos.


Mi sombra mira a los jóvenes y ríe con ellos: "El más inútil de todos los días es aquel en que no hemos reído" de Chamfort.




miércoles, 1 de abril de 2009

Lágrimas de cocodrilo







¡Yo soy!






Mi sombra la vio pasar. Coincidimos en un viaje a Estambul. ¡No me cae bien! Estábamos visitando un palacio cuando se puso a llorar toda compungida. El grupo se arremolinó a ver qué le pasaba. ¡Le habrán robado! pensé. Su pareja a su lado le quitaba importancia.

_No, le suele pasar. Es que recordó que hace tres años un autobús atropelló a un sobrino que murió. Hoy es el aniversario.

_Bueno mujer hay que aceptarlo, ya no se puede hacer nada _dijo una mujer para consolarla.

_Era mi único sobrino _añadió la señora secándose las lágrimas que se fueron por arte de magia al ver al grupo pendiente de ella.

A la media hora el grupo espera al matrimonio, pensando que le volvería la llorera y por eso se retrasa. La sorpresa fue verlos regresar cargados de bolsas y con cara sonriente contando lo barato que habían comprado.

_¡Joder, que pronto se le pasó el duelo! _dijo alguien.

_Pues si, el caso fue darnos el coñazo_añadió otro_ ¡Que ya hace tres años, que no fue ayer!

Mi sombra le hubiera dicho cuatro cosas pero... ya lo dijo Cervantes: "En los ánimos encogidos nunca tuvo lugar la buena dicha".