jueves, 20 de diciembre de 2018

El "roscón de Reyes"



 La anciana estaba en el recibidor medio tumbada con las piernas encogidas apoyada sobre uno de sus antebrazos hablando con ella misma: ¡Vieja estúpida! ¿A quién se le ocurre subirse a una silla de tres patas sin apenas respaldo para enderezar un adorno de Navidad que sabes que nadie va a venir a ver? Y para más inri en la noche de Reyes. Natividad, ¿en qué estabas pensando?, hace unos días, por eso te llamas así, cumpliste 82 años y te subes a una silla. Me duele la cadera, sólo faltaba que me la hubiera roto. ¡Anda deja de lamentarte no dices que tienes espíritu joven! Pues que se note, arrástrate hasta la salita que allí tienes el móvil. 

Natividad llegó hasta su móvil marcó el 112 y después de contar lo ocurrido, regresó de igual forma hasta el recibidor para abrir la puerta a quienes vinieran en su ayuda. No tuvo que esperar mucho tiempo. Sonó el timbre y al abrir la puerta, aparecieron dos jóvenes policías que con sumo cuidado le colocaron unos cojines bajo la espalda a la vez que la tranquilizaban. No se preocupe que ya llamamos nosotros a la ambulancia. ¿Quiere que avisemos a algún familiar? No, no, tengo dos hermanos pero viven lejos con sus familias y no son días de molestar. Tampoco tengo hijos y vivo sola desde que enviudé... 

_Vale, vale, usted tranquila que ya nosotros nos ocupamos de todo..

Pasados unos diez minutos apareció una ambulancia y en dos horas estaba bien atendida en una cama del hospital. Todo el personal del hospital fue muy amable con ella. No había rotura de cadera, tenía una fisura que con unos cuantos días de reposo, no tardarían en darle el alta. La cena fue especial y Natividad lo agradeció. Durmió toda la noche de un tirón, algo raro en ella últimamente. 

La verdad que los hospitales para ella que había desarrollado su vida laboral en varios, tenían algo de familiar. Despertó sin dolor y volvió a darle vueltas a la cabeza: Visitas no tendré ninguna. Mis mejores amigas, dos vecinas de muchos años, hace tres años que se mudaron a otro edificio con ascensor. Lo que debería haber hecho yo, pero la renta no es muy alta y... lo cierto es que apenas nos vemos, alguna llamada... De todos modos ya estoy acostumbrada a la soledad, son muchos años de vivir sola... La silla... son dos iguales de tres patas sin casi respaldo, rústicas que hace mucho tiempo pedí con los puntos de CENCO una cadena de alimentación, que seguro que ya no existe... hacen juego con el mueble castellano de la máquina de coser que parece un taquillón. ¡Me encanta ese trío en el recibidor! Mis vecinos de ahora, la mayoría son jóvenes y parece que les cuesta contestar al saludo de "buenos días" o "buenas tardes" como para visitas... 

En esas estaba cuando llamaron suavemente a la puerta de la habitación, al tiempo que la abrían con cuidado. Levantó un poco la cabeza y en su cara se dibujó una sonrisa. ¡Era uno de los policías de la noche anterior! Se llamaba Álvaro.

Álvaro hacía poco tiempo que estaba en la policía. Recientemente había perdido a una hermana y sus emociones estaban a flor de piel. No había pegado ojo en toda la noche pensando en esa mujer mayor, sola, sin familia y en un hospital en Navidad. Por la mañana decidió ir a hacerle una visita. Allí estaba:

 _Soy Álvaro y los Magos han dejado esto para usted. Por la forma y colores del envoltorio Natividad supo que era un roscón. Usted y yo vamos a comer un trozo, si le toca la "sorpresa" ya sabe que tiene que pagar el roscón, es broma ya está pagado.  Según la tradición si le toca la "sorpresa" también dicen que va a tener mucha suerte. Ni a uno ni al otro le tocó la "sorpresa", que quedó para Natividad, pero los dos disfrutaron mucho de aquel momento.

_ ¡Ah! Y no se preocupe que cuando le den el alta aquí estaré para llevarla a su piso. 

No sólo fue ese día sino el resto del tiempo que permaneció en el hospital las visitas de Álvaro fueron diarias, unas veces de uniforme y otras de calle, pero diarias. La anciana cada día esperaba con emoción la visita del "muchacho" como ella le llamaba: ¡Pero, muchacho, otra vez aquí!

Así empezó una amistada que dura ya doce años. Actualmente Natividad ha cumplido 94 años. Quiere al policía como al hijo que nunca tuvo. Álvaro le ha buscado un piso con ascensor, la lleva a comprar, la lleva al médico, a la peluquería ... Hay regalos pequeños que se convierten en tesoros para toda la vida. 


Mis deseos para Navidad: "Hay cuatro cosas viejas que son muy buenas: viejos amigos para conversar, leña vieja para calentarse, viejos vinos para beber y viejos libros para leer" de Émile A. Faguet .


P.D. ¡¡Hasta después de Reyes!! Que los Magos sean generosos sobre todo en salud y si toca la lotería pues mejor. Les deseo un Nuevo Año próspero y con mucha alegría.



jueves, 13 de diciembre de 2018

ARTURO (2)


Imagen obtenida de Google

 Arturo, ya saben, ese anciano-joven de 84 años, que a los cubanos les llama "tú ya sabes mi hermano". Ese personaje con un macuto repleto de historias para contar.

Pues Arturo, nos contó que un día que estaba aburrido llamaron a la puerta y recibió a dos Testigos de Jehová. Les escuchó un buen rato por educación y al final les tuvo que comprar un librito, que al principio le entregaron como si fuera un regalo.

Desde entonces los Testigos de Jehová no paraban de molestarle con sus visitas un día sí y otro también. ¡Arturo estaba harto! Estas personas vivían bastante cerca de él así que...

Un día que aparecieron dos muchachos de esos que les cierras la puerta en las narices porque vienen a ofrecerte eléctricas a precio de ganga y lo primero que te piden es un recibo de la luz para poder entrar en tu casa.  Pues ese día...

Nada más verlos, se le ocurrió una feliz idea. Les dio la dirección de los Testigos de Jehová y les dijo que le habían comentado a él que estaban muy interesados en el tema de la luz eléctrica. 

No sé la cara que pondrían los Testigos cuando les dijeron que venían de parte de un vecino o de los vendedores al darse cuenta de dónde habían ido a parar. ¿Y si los cazadores fueron cazados?

El bromista, nunca lo supo, pero desde aquel día las insistentes visitas cesaron.


La edad no está reñida con el buen humor: «La imaginación es más importante que el conocimiento»" de Albert Einstein.



viernes, 7 de diciembre de 2018

A LA CARTA MAGNA



¡¡Hola Constitución!

Siento una gran alegría por haber disfrutado de tu cumpleaños ayer. No todos los días se cumplen cuatro décadas. ¡Ahí es nada! Espero que no pase por ti la crisis de los cuarenta. 

Muchos se han encargado de decirte tus muchos defectos, que los tienes, pero no fue un día para eso, sino para alegrarnos contigo todos los que nos sentimos españoles. Ultimamente también te habrás sentido mal por aquellos que por un "quítame allá unas pajas" aprovechan para denigrar los símbolos que nos representan. ¡No me gusta nada, nada! Tampoco soy partidaria de que metan a alguien en la cárcel por hacerlo, pero me siento ofendida. 

Se está perdiendo el respeto hacia todo y hacia todos. La tolerancia brilla por su ausencia. Las agresiones para impedir la libertad a los que no piensan como nosotros se dan cada vez más y siento que estamos perdiendo los papeles. ¿Sabes que el otro día cuando la corbeta española pasó en nuestras aguas cerca del Peñón de Gibraltar con el Himno Nacional a todo volumen me reí?, eso para mí es humor y no las patochadas que tenemos que oír y vejaciones que tenemos que ver muchas veces sobre nuestros símbolos patrios. 

Tienes que modernizarte en algunos temas. Por ejemplo, en lo de la monarquía has quedado un poco desfasada, pero eso es muy fácil de arreglar si algún día la mayoría está de acuerdo. Entretanto sigue ahí, por favor que ya nuestros abuelos tuvieron que sufrir una guerra contra los que secuestrado a una Prima tuya y aún no se sabe cuándo aparecerá. 

Te deseo la mayor suerte del mundo, porque si Tú la tienes los español@s la tenemos. Te respeto y te quiero. Un abrazo. 


¿Cómo se puede curar la intolerancia? Según Don Miguel de Unamuno: “El fascismo se cura leyendo y el racismo se cura viajando”