Aquí de nuevo. Las vacaciones finalizaron y volvemos a la rutina. Mi sombra ha hecho un viaje "low cost" a Londres..
Todo fue "bajo coste". El hotel bonito por fuera pero cutre, cutre, por dentro. Nuestra habitación de dos camas en litera, sin armario, sin perchas, sin toallas, sin jabón... Un lavabo mini de unos 30 cm de largo por 15 cm de ancho, costaba trabajo lavar los dientes en él, pero con una temperatura muy agradable y una ducha estupenda. Los clientes numerosos grupos de jóvenes estudiantes con algúnos profesores, que permanecían un día o dos en el hotel. Había carreras, portazos y risas incluidas, pero el personal de trato amable y simpático. Mi hija pequeña que domina muy bien el inglés, al igual que la mayor, me sirvió de perfecta guía.
Casi nada del hotel por dentro importaba, lo importante estaba en la calle de la inmensa urbe. El metro y los autobuses te llevan donde quieras. ¡Jamás había visto tantos autobuses rojos a todas horas y en todas partes! Se ve que los londinenses están muy concienciados en lo que respecta al uso del transporte público.
He conocido muchos lugares típicos. El primero Candem Town, desierto porque madrugamos y lleno de gente a mediodía. Muchas personas se quedarán con sus pequeñas tiendas donde encuentras de todo y con sus comidas de tantos países diferentes, a mí me impactaron y parecieron hermosísimas las antiguas caballerizas, donde están instaladas las tiendas, con sus arcos de ladrillos rojos, sus puertas adornadas con filigranas en madera. ¡Un precioso trabajo artesanal!
Impresiona el London Eye, el Big Ben, Trafalgar Square, Picadilli donde todo el mundo fotografía los típicos anuncios que a mi me parecieron una horterada tan grande como las pantallas. Pero de lo que de verdad vine impresionada, impactada y enamorada fue de sus museos.
Entras en el National Gallery gratis y admiras "por la voluntad" a los grandes de todas las épocas. Te permiten hacer fotos a todos los cuadros. Allí me quedé prendada de "La Venus del Espejo" de nuestro Velazquez, de "El retrato de Arnolfini y su esposa" de Jan van Eyck muy valorado a juzgar por la cantidad de admirador@s, de "El rapto de las Sabinas" de Rubens, de "Bañistas en Asniéres" de Seurat, en fin... ¡Una pasada!
Luego me quedé sin habla en el British Museum ante la "Piedra Rosetta". Muy cerca, un enorme "moai" de la Isla de Pascua, esculturas del Mausoleo de Halicarnaso, una de las siete maravillas del mundo antiguo. Puedes hacer fotos y más fotos. Escultura asiria, egipcia, griega... hay más salas y metopas del Partenón allí que en Atenas, se ve que a los ingleses se les da bien el expolio. ¡Pero es iincreíble, todo, gratis!
Por último el Natural History Museum... igualmente entrada libre, ¡Como Pedro por su casa! ¿Quién da más? Me llamó la atención los montones de libras que había en las urnas de "la voluntad" se nota que las personas valoran el arte con mayúscula. Para los jóvenes con escasa economía es una oportunidad única.
No importó que ante el Palacio de Buckingham, por hacer una foto, nos dejáramos la bolsa con los pequeños regalitos para los niños, volvimos a Candem Town donde por no muchas libras, los habíamos comprado. También estuvimos en Harrods, allí no nos atrevimos a comprar, je, je, nuestra visa seguro que no funcionaba.
Eché de menos ver por las calles gente con vestimenta original y avanzada. Parece que en Europa todos vestimos parecido: vaqueros, cazadoras o plumas y deportivas. ¡Nada raro, raro!
Semana inolvidable, más que Santa: "Viajar es como flirtear con la vida. Es como decir, “Me quedaría y te querría, pero me tengo que ir: esta es mi estación” de Lisa St Aubin de Terán.