jueves, 28 de marzo de 2019

De "buena fe"


Está visto que la palabra dada, hoy, vale poco. 

La señora trabajaba para una empresa familiar planchando. Allí era muy querida y apreciada. Uno de los días se quemó con la plancha por evitar que el aparato acabara en el suelo. La quemadura le marcó el muslo. 

La propietaria de la empresa le dijo que la llevaban a la clínica de la mutua para que la curaran. La mujer dijo que "ni hablar" que aquello era una quemadura sin demasiada importancia y que con una crema bastaba. 

Aparentemente todo quedó ahí, la mujer siguió con su trabajo con toda normalidad. Pasó un mes y a la dueña del negocio le llegó una carta en la que se le comunicaba que tenía que pagar los emolumentos de la Seguridad Social, ya que la mujer había acudido a Urgencias donde la habían atendido de un accidente ocurrido en su empresa. 

La familia de la mujer la había llevado al hospital, sin consultar con la empresaria y al decir que había ocurrido en el trabajo le pidieron cuentas a la empresa. La mutua argumentaba que había pasado mucho tiempo, el hospital que la habían atendido. Total, que el incidente lo saldó la familia con 700 € y más de uno lágrima, por fiarse de la "buena fe" de la mujer. 

Conclusión; la palabra dada no sirvió. Por tanto, ante un caso así, haz firmar un documento para librarte de cualquier responsabilidad, antes de fiarte de la palabra de una persona influenciable como la de esta trabajadora.


La confianza no es suficiente: "Cada lágrima enseña a los mortales una verdad" de Platón.




jueves, 21 de marzo de 2019

Otros "padres"


Imagen obtenida de Google.

 Siempre me ha llamado la atención que los religiosos y religiosas católicos se hagan llamar: padres, madres, hermanos y hermanas. Me parece una falta de humildad grande en quienes la predican.

Como el pasado martes celebramos el día del Padre, vino a mi mente de sombra una conferencia que escuché en Astorga hace  más de veinte años. El "padre" Servando fue el encargado de dar la charla-coloquio sobre los avances que habían logrado los misioneros de su congregación entre la tribu de los Indios Motilones.

Según  el misionero, cuando llegaron allí la tribu estaba totalmente asalvajada. Se nos  mostraron imágenes antes de la llegada de los misioneros. Se veían construcciones sencillas, donde el fuego iluminaba, daba calor y servía para cocinar.. Escenas, a mi entender, paradisiacas, en las que las mujeres iban con los pechos al descubiertos una faldilla vegetal y adornos  de colores al cuello. Los niños y las niñas completamente desnudos con collares de huesecillos Los hombres con un taparrabos y pinturas en brazos y cara.

Las diapositivas, mostraban a las  mujeres con sus hijos, tejían fibras vegetales, acarreaban alimentos... Los hombres por la selva cazando o preparando utensilios de caza. La charla del misionero acompañaba a las diapositivas que no necesitaban explicación alguna.

A continuación, otra serie de diapositivas mostraban nuevas construcciones modernas con capilla incluída. Los hombres como antes. Las mujeres con sus pechos cubiertos y los niños y niñas vestidos y limpios.

Jamás olvidaré la última imagen: niños y niñas en la catequesis, aseados y uniformados,  sentados unos junto a otros en bancos en silencio delante de uno de los "hermanos" al que escuchaban.  ¡No parecían los mismos! A mí me dio hasta pena.

Una vez acabada la charla todo eran felicitaciones. De pronto una persona se levantó y preguntó si ahora los niños y niñas serían más felices. El "padre" contestó sin dudarlo: Mas felices, porque no olviden que han abrazado la fe católica. 

Otra persona, en la misma línea, argumentó que no, que para ellos acostumbrados a valorar y respetar la Naturaleza ofrecerles a cambio un Jesucristo no podía ser mejor. Además _añadió_ cubrirles con vestidos les da a entender que el desnudo es pecado y se les culpabiliza. En cuanto a sus costumbres _apostilló_ ahora, "más educadas", desde mi punto de vista han perdido toda naturalidad.

El "padre" argumentó que les abrían los ojos a nuestro mundo desconocido para ellos, que curaban a los enfermos, que les enseñaban a leer y a escribir, a mantener la higiene, a cultivar otros productos ... 

Por lo menos a tres de los asistentes, entre los que me incluyo, no nos convenció. Mi sombra está de acuerdo con la civilización pero discrepo de la evangelización.


Me impactaron las últimas imágenes infantiles: "Es un hecho interesante y demostrable que todos los niños son ateos y si no se les inculcara una religión lo  seguirían siendo" de Ernestine L. Rose.


jueves, 14 de marzo de 2019

Mario y la tele



  Mario hace poso que se ha separado y vive solo en un piso con unos vecinos que no le caen nada bien  porque hacen demasiado ruido a todas horas y sobre todo por la noche.

Mario madruga así que no se acuesta muy tarde. Por si fuera poco últimamente no duerme bien. Ayer se acostó y no paraba de dar vueltas.  ¡Relájate le aconsejaban! Sí, sí es fácil decirlo. Al cabo de un tiempo ya se encontraba más tranquilo. Sus ojos comenzaban a entornarse y... 

De pronto empezó a sonar la televisión de los vecinos. No era la primera vez y Mario comenzó a despotricar contra ellos: ¡Lo que me faltaba! ¿Estarán sordos?  Aún voy a tener que comenzar a dar golpes contra la pared para indicarles que bajen el volumen. Metió la cabeza bajo la almohada, nada, parecía que la tele estaba en su habitación. ¡Serán cabro...! ¡Vaya horas de tener ese volumen en la tele! Y mañana a las seis de la mañana arriba. ¡Hijos de  pu..! 

Llegaban los anuncios, el volúmen subía como la espuma y la paciencia de Mario se agotaba. ¡De mañana no pasa, les denuncio y punto!

Nervioso, decidió levantarse a tomar un vaso de agua y... ¡Será posible! Su tele estaba encendida. ¡Era su televisión  la que sonaba a todo volumen!.

¡No podía ser! Estaba seguro de apagar todo antes de acostarse: tele, móvil, luces, radio...Rápidamente apagó la tele y volvió a la cama un poco mosca. Estaba bien seguro de haberla apagado antes de acostarse como hacía siempre. ¡Ahora sí que no podía dormir pensando en los fantasmas!


 No podemos con la técnica:  "Es más fácil recomendar "que se tenga paciencia" que tenerla" de Robert Browning.



jueves, 7 de marzo de 2019

¡Abuela Trabajadora!



Es una abuela jubilada pero trabajadora como muchas otras. Tiene dos nietos. Uno Carlos, de un hijo que se le mató y le han dejado la custodia y otro de una hija, Pablo, al que cuida mientras la madre realiza su jornada laboral.

Ambos nietos se llevan sólo unos meses y tienen 14 años. Pero, mientras que Carlos es extrovertido y si le pillas en un renuncio no lo niega, Pablo es introvertido y ladino que aunque le estés demostrando delante de sus narices que ha hecho algo mal, él lo seguirá negando.

Hace unos días comenzaron a salir bichitos menudos como mosquitos de encima de un armario de la cocina que al estar en alto la abuela limpia muy de tarde en tarde. Se lo comentó a Pablo y éste le contestó: "No sé abuela, serán de alguna planta que tienes por ahí".

La abuela no dejaba de observar, cada vez salían más bichitos de encima de aquel mueble. Hasta que pidió a Carlos que cogiera la escalera pequeña y mirara qué había allí. Carlos obedeció también a él no le parecía normal aquello. Cuando subió a la escalera se tapó la nariz y soltó ¡hostiá! ¿Qué hay?, preguntó su abuela.

_Trae una bolsa y la escoba y ahora lo verás. 

Allí había pequeños tetrabrik de zumo vacíos, envases sucios de yogures, bolsas vacías de patatas, restos de cucuruchos de helados... ¡Había sido obra de Pablo! Sólo entonces ante las pruebas, Pablo no pudo seguir negando la evidencia: "Bueno sí, abuela, alguna vez... 

La mujer sí había notado que le faltaban algunos artículos de la nevera. Conocía a sus nietos y no les permitía que tomaran los zumos de dos en dos o los yogures... pero aquello la dejó sin habla.


Hay adolescentes y adolescentes: "La vida no es fácil para ninguno de nosotros. Pero... ¡Qué importa! Hay que perseverar y sobre todo, tener confianza en uno mismo"  de Madame Curie.