En las peluquerías entre lo que mi sombra ve y lo que me cuentan...
Es una franquicia de peluquería unisex y algo de estética. La encargada que lleva el negocio es muy joven. Hay dos mujeres y dos hombres esperando.
Una clienta tiene hora para las seis de la tarde. Ha pedido una cera de labios. Llegó la hora y la señora no apareció, así que la peluquera sigue su trabajo con la siguiente cliienta. A las 6:30 llega la impuntual que a juzgar por su atuendo: la pulsera, anillos y collar tiene bastante poder adquisitivo. Se planta a la entrada echa un vistazo y suelta:
_¡No me digas que voy a tener que esperar!
_Pues sí _le dice tímidamente la encargada_ se le ha pasado la hora y no sé si me dará tiempo porque cierro a las ocho y como puede ver, aún ...
_ ¡Quéee! de eso nada _interrumpe la que parece rica_ tú te quedas para hacerme a mí la cera de labios que te pedí. ¡Faltaría más!
La jefa hace un gesto de asentimiento, mientras que la pudiente sigue despotricando. En ese momento uno de los hombres que espera se dirige a la peluquera, a la que conoce de hace tiempo, da un puñetazo sobre un pequeño mostrador y le dice:
_¿Cuánto cuesta hacerle el bigote a esa señora?
_Tres € _contesta la aludida.
_Toma. Pone un billete de 5 € sobre el mostrador y le dice a la bigotuda. Ya está, ya puede irse, señora.
La clienta que aún está de pie junto a la puerta de la entrada, ante las autoritarias palabras, sale avergonzada murmurando: ¡No hay derecho! El resto de clientes no aplauden pero por los gestos y alguna frase, todos están de acuerdo en que la desvergonzada señora se lo merecía..
La profesional no dice esta boca es mía, pero al ver salir a la supuesta acaudalada, ha esbozado una sonrisa y ha hecho un gesto de relajación bajando los hombros y elevando la vista. Es probable que haya perdido una clienta, pero...
Una lección es una lección: "No es la apariencia, es la esencia. No es el dinero, es la educación. No es la ropa, es la clase" de Coco Chanel.