Al "tajo" con el "cole"

 Retorno a mi blog en septiembre cuando los escolares regresan al aula. Me acostumbré a tener largas vacaciones y sigo el mismo patrón. 

Pues bien aquí de nuevo. Este verano viajé al otro lado del mundo. Viajar es una suerte y estoy muy agradecida a la vida de las oportunidades que me da de poder hacerlo. Esta vez la vida me llevó a China, ese enorme país en el que hay tantas Chinas diferentes. Aún así el país no se parece nada a lo que mi mente esperaba. Pensaba en una China menos avanzada, cierto que la China rural es diferente pero... 

Lo que mi sombra contempló fueron enormes urbes: Pekín, Shangai, Xiam, Hangzhou, sí, sí, ésta última donde se reunió el G20, es una hermosísima ciudad con un precioso lago Patrimonio de la Humanidad. 

En China todo es colosal, para ellos una ciudad de menos de diez millones de habitantes es una pequeña ciudad. Enormes avenidas, edificios, jardines... Me enamoraron sus ríos, sus jardines super cuidados, sus campos de arroz, el agua, por todas partes había agua y densa vegetación, también calor, mucho calor. Esperaba más de sus templos y monasterios, semi-abandonados, poco cuidados, sin restaurar... Tengo a flor de piel en mi mente el famoso Templo de Shaolín, cuna del Kung Fu chino, donde se siguen formando cientos de jóvenes. Sus grandes espacios con árboles milenarios que un día rezumaron misterio, armonía y dedicación: hoy descuidados, faltos de conservación y restauración, sucios... en una palabra no vi "espiritualidad" en China, ojo que no hablo de religión.

El avance tecnológico ha sido espectacular. Sus millones de personas, en su mayoría jóvenes, van a lo suyo, como nosotros, visten como nosotros, consumen igual o más que nosotros... Quedan reductos de personas mayores, principalmente mujeres, que por la mañana y por la noche en parques y jardines, bailan sus danzas al compás de una música suave con elásticos y relajados movimientos. 

 En tan sólo una década en este país, han desaparecido lo millones de  bicicletas de sus ciudades, en su lugar, me pareció un cambio positivo, los trabajadores se desplazan en silenciosas moto-bicis eléctricas que no contaminan. Las fábricas, el tráfico intenso con coches de gran cilindrada que llenan las avenidas y autopistas se encargan de hacer el aire irrespirable en algunas de sus más importantes ciudades. Los chinos han crecido, ya no son tan bajos, eso sí, ya se comienzan a ver niños chinos gordos. 

La experiencia es única:

_Contemplar los enormes Budas pétreos cincelados en las paredes de cuevas milenarias.

_Admirar sus plantaciones de arroz.

_Posar la mirada en sus acuáticas flores de loto que cultivan con esmero.

-Quedar con la boca abierta ante los miles de soldados de terracota en Xian. 

-Subir la Gran Muralla y presumir de llegar al final, permitido. 

-Pasear por la gran Plaza de Tian An Men de trágicos recuerdos.. 

_Recorrer La Ciudad Prohibida... 

¡Qué hermoso es el Mundo!  Viajar es descubrir que todo el mundo se equivoca en sus ideas sobre otros países". de Aldous Huxley.