lunes, 20 de diciembre de 2021

GRACIAS

 


Por Navidad siempre echo en falta cada año su postal. 

Fue el primer destino de mi sombra. Una escuela unitaria en Las Salas, muy cerca de los Picos de Europa. Un pueblecito precioso lleno de avellanos silvestres. Estaba cursando segundo de carrera pero en los años 70 no hacía falta tener el título para hacer sustituciones. Como apenas tenía dinero fui a la delegación y pedí la interinidad que no llegaría a dos meses. 

El autobús me dejó en un apeadero al lado de un molino y de allí caminabas subiendo un gran trecho hasta Las Salas. Llegué y pregunté dónde se alojaban las maestras y enseguida me acompañaron a casa de la señora Amaya. Allí me presenté. He de decir que llevaba muy poco dinero, que no me daba para comer y pagar la pensión. El Ministerio siempre pagaba pero pasados unos meses de la interinidad realizada. 

Apareció en la puerta una mujer enorme y detrás su marido un hombre más bien bajo y bastante entrado en carnes. Me hicieron pasar y me dijeron que los niños y niñas, estaban en ascuas para conocer a la nueva señorita: "En cuanto corra la voz, aquí los tiene". 

Me acogieron tan amablemente que no me atreví a decirles que no llevaba dinero para pagarles que lo haría cuando me pagaran a mi. La casa de dos plantas estaba muy bien, el matrimonio no tenía hijos. En la escuela, los niñ@ eran amables, encantadores y bastante tímidos. 

La señora Amaya era una mujer vasca, más bien seria, pero agradable y atenta. Cocinaba de maravilla, todo me gustaba. Su marido, el señor Felipe, era más alegre y sociable además de muy goloso y enamorado platónicamente de Conchita Batista. Me sentí muy bien tratada y llegó el momento de irme. 

No sabía como decirles que cuánto les debía y nada más empezar: Bueno cuánto les ... no me dejaron terminar. Escuché de ambos al unísono, ¡NADA, no nos debe nada! Les abracé y jamás les olvidé.

Durante más de 30 Navidades  no dejé de recibir  una preciosa felicitación con una letra preciosa y rectilínea. Antes de abrir el sobre todos sabíamos en casa que era de el Señor Felipe y de Amaya.  Ya hace años que fallecieron pero su Feliz Navidad la llevo en mi corazón y está en el de toda mi familia.


Gracias, allá dónde os encontréis: "El agradecimiento es la parte principal de un hombre, de bien" de Francisco de Quevedo.

Aquellos deseos de felicidad que durante tantos años recibí, son los mismos que les deseo a todo mis seguidor@ y lector@s. ¡¡Feliz Navidad!! y Todo lo mejor para el 2.022.


jueves, 9 de diciembre de 2021

Seres sintientes

 


¿Pero puede haber personas que piensen que los animales no sienten: alegría, tristeza, dolor...?   Mi sombra lo daba por hecho pero según  la ley se consideran cosas o bienes semovientes. Por fin, con la futura reforma, pasarán a ser "seres sintientes" en el Código Civil. Me alegro por los animales irracionales y por los racionales.

El programa le tocó la fibra a Carla ante los abandonos y malos tratos a los perros. Lo decidió en un santiamén. Fue a la perrera municipal. Quería una perrita no importaba la raza ni el aspecto. Después de algunos requisitos, se la entregaron sin ningún problema. 

La llamó Suma y ella sería su mascota. El nombre le vino como anillo al dedo. Después de unos días en casa la llevó a la veterinaria porque veía rara a la perrita. Y...¡Oh sorpresa! ¡Suma estaba embarazada! No se lo podía creer. ¿Qué iba a hacer ella con las crías que a veces eran muy numerosas? 

Llegó la hora del parto y no había manera. Hubo que hacerle la cesárea. Y Suma, sumó. No fueron tantos como ella se imaginaba por lo que le habían contado. Parió cuatro cachorros: dos hembras y dos machos. Uno de los machos nació muerto y una hembra murió al poco de nacer. El cachorro que sobrevivió lo llevaría una amiga cuando pasara un tiempo y la perrita no le quedó otro remedio a Carla que quedársela. 

Suma fue muy buena madre y hacían muy buenas migas juntas. Un día la madre comenzó a hacer cosas raras. Se iba para un rincón y se orinaba y bebía mucha agua mientras miraba a Carla como diciéndole, ¿no ves que estoy enferma? Carla hizo una llamada. Era fiesta pero la veterinaria por los síntomas le dijo que se la llevara inmediatamente.

La doctora dijo que posiblemente fuera la enfermedad de Addison. Finalmente le descubrieron un enorme tumor en la tripa. La operaron y se recuperó muy bien. Cuando regresó a casa su hija no paraba de saltar de alegría a su alrededor ya que no la dejaban acercarse a ella recién operada. 

!Ya lo creo que sí!  SON  SERES  SINTIENTES, que nadie lo ponga en duda.


Nos ayudan, nos comprenden, nos acompañan...: "Si un ser humano aspira a una vida correcta, su primer acto de abstinencia es el de lastimar animales" de León Tolstoi.



jueves, 2 de diciembre de 2021

El Apagón

 


¡Lo que nos faltaba! El Apagón. Yo también creo que es una  "fake news" más, para meternos más miedo en el cuerpo por si hubiera poco negativo en qué pensar. 

Pero... Supongamos que lo hay.  No digo un apagón a nivel mundial pero sí en una zona de España.  En nuestra zona al norte que hace más frío y es más difícil de llevar en invierno. Un apagón pongamos por un mes, más tiempo...Todo se pondría negro, negro más que un "black Friday" que a mí me parece negativo,  pero mucho, mucho más negativo. 

En clave de humor, mi sombra ya tiene la solución. En primer lugar hay que tener un pueblo. ¡Ah, lo siento por los urbanitas de toda la vida! Un pueblo es indispensable.  Luego, hemos de hacer acopio de alimentos imperecederos: legumbres, productos curados de matanza, patatas y huevos. Supongamos, que ya es mucho suponer, que los bancos nos dejen sacar algo de nuestro dinero.

Nos vamos al pueblo. En el mío, entre otras fuentes, está la Fuente Mayor que no para de ser  generosa. Agua no nos va a faltar ¡gratis! Me acuerdo cuando mi madre de adolescente me decía: "Aclara bien la ropa que el agua nos la da Dios de balde".  Sí, sí, de balde.

En el pueblo hay cocina de leña y cocina de humo, además de mucha leña en el monte. 

El pan. Que amase en el horno la señora Kika y nos venda a precio de oro una hogaza de tres kilos, como las de antes que nos dure una semana. ¿Qué el pan está duro? ¡Son daños colaterales!

Las comidas:  Desayuno, la leche no se podrá entregar a la central lechera, así que, a comprarla a la granja del señor Pedro que le sobrará. 

A medio día. Todos los días cocido, como cuando yo era niña. De primero la sopa o de segundo, como en la maragatería. Luego los garbanzos con chorizo y tocino. De postre manzanas, que este año ha habido una gran cosecha y todo el mundo las tiene en la panera sobre paja o papel, con algunos racimos de uvas pasas. ¿Qué sería muy rutinario? ¡Son daños colaterales! 

Por la noche fuego en la cocina de humo que calienta y alumbra a la vez.  De cena  unas sopas de ajo, la hogaza estará en su punto. Si no te gustan las sopas, patatas fritas y un huevo con unas lonchas de cecina de León o jamón y unas rodajitas de chorizo muy finas que... "De grandes cenas están las sepulturas llenas" je, je. ¿Qué sube el colesterol? ¡Son daños colaterales!

¿Qué hace frío en la cama? Bolsa de agua caliente o el ladrillo bien caliente envuelto en un trapo. ¿Qué si te mueves tienes frío? ¡Son daños...! 

¿Ducharse? Calientas agua y en el corral te duchas con la regadera. Que está muy frío, pues vas a la cocina y te haces el "lavao del gato". La primera vez que se duchó mi sombra fue alrededor de los 15 años en un baño con el piso de cemento que había hecho mi padre, en el resto del pueblo no había cuarto de baño. ¡Son daños...!

Como no se puede poner la lavadora. Vamos al lavadero de la Fuente Mayor que está precioso y puedes lavar de pie, no como yo que tenía que llevar un cajón rodillero de chavala. Ya lo sabes. ¡Son daños colaterales!


Que el apagón, si llega, no nos haga infelices: "La felicidad no es un premio, sino una consecuencia. El sufrimiento no es un castigo sino un resultado" de Green Robert Ingersoll.