jueves, 29 de septiembre de 2011

¡El hábito no hace al...cura!





¡Yo soy!



¡Un joven cura con sotana! Se sorprende mi sombra mientras camina por la República Argentina.
Paro y miro disimuladamente un escaparate esperando que cruce junto a mí. Alguien  detiene al sacerdote y le saluda sólo a unos pasos:

 _¿Cómo estás Ramón? ¡Pero si me habían dicho que habías colgado los hábitos!

_¡Hola Luis, me alegro de verte! Pues para qué te voy a mentir va a ser la última vez que me veas así. Vine a visitar a mi madre. Los médicos le dan seis meses de vida y no quiero darle el mayor disgusto de su vida. Decirle que dejo los curas. Me hice sacerdote por ella. Llevo sotana sólo cuando vengo a León. Ya sabes que mi familia es muy, pero que muy tradicional y religiosa. Yo me he dado cuenta que se puede servir a Dios en cualquier lugar y en cualquier trabajo y...

_¿No te habrás echado una novia? porque hoy...

_A ti te lo puedo decir. Amo a una persona. Sé que ella lo sabe, aunque aún no se lo he dicho. Antes...quiero que mi madre se vaya tranquila a la tumba.



Se despiden. Mi sombra sigue ante el escaparate sin ver, pensando: "Donde reina el amor, sobran las leyes" de Platón.





martes, 27 de septiembre de 2011

¡A pagar, en El Musac!




¡Yo soy!



 ¡Ya era hora!

¡Cuesta unos euros admirar el contenido de El Prado, con algunas excepciones! ¡Cuesta una pasta visitar El Louvre! ¡Cuesta un pastón recorrer los palacios de El Ermitage...!

¿Por qué los españoles, el resto de europeos o americanos, no pueden pagar la entrada en el Musac, si además se hace en casi todos los museos de nuestra ciudad?

Desde su inauguración en el 2.005 miles de personas hemos tenido la suerte de disfrutarlo gratuitamente. ¡Ya basta!

Son muchos los millones de euros que las Administraciones han invertido y siguen invirtiendo en este Gran Museo que aun así, seguirá generando enormes gastos.

Como contrapartida ha dado fama a León. También ha aportado cultura y la deberá seguir aportando. Hasta ahora ha sido un gran negocio para los artistas, que no siempre me han parecido tales. Sólo algunos afortunados, exponen y venden su trabajo. Suponen que cuando se exija la entrada, el público disminuirá notablemente y tienen miedo. ¿Será que ellos mismos valoran poco su arte?

En mi opinión ya ha pasado suficiente tiempo para publicitar y vender el arte de unos pocos privilegiados. Ahora toca que sean ellos mismos los que atraigan al público con sus obras y éstas sean valoradas por los visitantes. Será la única forma de contribuir al mantenimiento del Centro.

¡Es curioso! En otros campos, al cliente siempre hay que darle la razón, aunque no la tenga. En el arte moderno, el público siempre, siempre, tiene razón cuando hace sus comentarios, por ser sinceramente lo que percibe por los sentidos:

_ ¡Me gusta esta composición! ¡Me encanta esta alegoría!

_¡Esto lo puede hacer un niño! ¡Vaya birria!

 _¿Esto ni es arte ni es nada? _ como a veces se pregunta mi sombra. Mejor doy un paseo por La calle Ancha donde más de una vez artistas desconocidos me embelesan con sus efímeras creaciones.


¡No está el horno para bollos! A los no partidarios de la medida, entre ellos muchos artistas, recordarles: "En la necesidad, unidad, en la duda, libertad, y en todo, comprensión" de San Agustín..




viernes, 23 de septiembre de 2011

¡Dar las "lagaretas"!




¡Yo soy!






¡Llegó la Vendimia!
 
¡Vendimia!  Días felices de relajadas y alegres costumbres que el tiempo, siempre el tiempo, ha hecho desaparecer.
 
Cierro los ojos y veo a mi sombra con 15 años corriendo por una viña.
 
¡Me han invitado a vendimiar y me han dado una gran alegría! Las mujeres cortan racimos y separan los mejores para conservarlos colgándolos del techo en "la panera" donde se guarda el trigo al abrigo de la humedad. Los hombres llevan a hombros hacia el carro, las talegas repletas de uvas para vaciarlas en los cestos de mimbre altos y estrechos. Los jóvenes ríen y hacen bromas, mientras cortan racimos y prueban los más lustrosos dándoles un bocado. El ganado espera paciente hasta que el carro esté repleto.
 
Sigo corriendo monte abajo. Dos adolescentes uno de mi edad y otro no mucho mayor, me persiguen a todo correr, cada uno con un racimo de uvas muy, muy rojas en la mano.  Me quieren dar "Las lagaretas". ¡Es la tradición entre los jóvenes!
 
No me sirvió de nada el esfuerzo. Me cansé antes que ellos de correr entre cepas y piedras. Me di por vencida porque sabía que tarde o temprano cumplirían con la costumbre.
 
¡Por fin, me dieron alcance! Y... ambos, primero uno, luego el otro y más tarde los dos entre risas y jadeos de los tres, me embadurnaron la cara de un rojo, rojo sangre con las "garnachas".
 
_¿Te creías que te ibas a librar de "las lagaretas"? _gritaban. Y... no me libré.
 
 
Alegres tiempos vendimiando: "La juventud es el paraíso de la vida: la alegría es la juventud eterna del ánimo" de Ippolito (Hipólito) Nievo.
 
 
 


miércoles, 21 de septiembre de 2011

¡Basura sin arreglo!





¡Yo soy!









La señora Eulalia decidió venir a León, para traer a arreglar dos pares de zapatos.
 
Su vecina , cuando se lo comentó le dijo:
 
_Ir a León para eso. ¿No te traerá más a cuenta tirar los zapatos a la basura?
 
_No, no, que aún están de muy buen ver. Contestó convencida.
 
Eulalia, preparó la bolsa con los zapatos y a su lado colocó la bolsa de la basura. Pensaba tirarla al contenedor que le quedaba de camino cuando saliera a la parada del coche de línea. Salió con sus bolsas. Tiró una de ellas al contenedor y se dirigió a la parada.
 
 Con su bolso en una mano y la bolsa del calzado, en la otra, se montó en el autobús. Colocó los zapatos a sus pies. Notó alguna mirada de recelo, pero no le dio importancia. 
 
Al llegar a la ciudad, se dirigió directamente al "Rapidito" para dejar allí sus zapatos. Mientras caminaba, iba pensando en dar  un paseo por La Condesa contemplando el río. ¡Le encantaba! Y... hasta la hora de regreso tendría tiempo de sobra.
 
 Saludó con los buenos días a las dos clientas y trabajadores. Se dirigió a uno de ellos y al tiempo que le entregaba la bolsa comentó: "Aquí le traigo dos pares de..." _el zapatero la interrumpió al tiempo que le devolvía la bolsa:
 
_¡Señora! La basura no tiene arreglo, al menos aquí.
 
 Salió de la tienda muerta de vergüenza con la bolsa de la basura en la mano buscando un contenedor desesperadamente. Al regreso  contó a su vecina:
 
_"Tenías razón, tiré los zapatos a la basura".
 
_¡Pero mujer! ¿Y para eso tuviste que ir a León? Bromeó su vecina cuanto le contó el despiste.
 
 
Las dos mujeres rieron durante un buen rato, mi sombra las acompañó en su risa: "Conviene reír sin esperar a ser dichoso, no sea que nos sorprenda la muerte sin haber reído" de Jean de la Bruyère.
 
 
 
 

jueves, 15 de septiembre de 2011

¡¡Amamantando!!






¡Yo soy!








Su amigo vino a felicitar al nuevo papá y a su pareja.
 
El bebé dormía en su capacito. La joven mamá sentada a su lado de vez en cuando le miraba con ternura.
 
El padre y su amigo se pusieron a hablar de Wifi, de máviles, de coches... Pasó una hora y la criatura se despertó. La mamá reciente dijo:
 
_¡Menos mal, que despertó, los pechos me van a reventar! Con sumo cuidado sacó a su pequeño del "cuco". Desabrochó su camisa y apareció un pecho turgente y hermoso. Acercó al pequeño a su oscuro pezón que éste aprisionó en su boquita con glotonería. Entonces se dio cuenta de que la conversación de los hombres había cesado. Contemplaban la escena hipnotizados. Mas bien los ojos de ambos estaban clavados en el pecho de la joven mamá. Ésta apartó los ojos del bebé, al hacerse el silencio. Alzó la vista y vio un brillo especial en la mirada de los hombres. Entonces propuso:
 
_¡Invita a tomar algo a tu amigo, en la nevera hay cervezas!
 
 _No, mejor vamos hasta el bar a tomarlas _contestó el aludido cogiendo del brazo a su amigo y empujándolo hasta la puerta de salida. Nada más abrirse la puerta de la calle la mujer escuchó:
 
_¡Eres un cabrón! ¡He visto como te estabas comiendo las tetas de mi mujer con los ojos!
 
 _¡Joder, como que me empal...!
 
El puñetazo en la cara del visitante, sonó fuerte a la vez que el golpe al cerrar la puerta. Regresó al salón, furioso:
 
_¡Eres una puta! ¡Cómo se te ocurre desnudarte delante de él!
 
_¿Desnudarme, pero tú me ves desnuda? ¡Estás enfermo chaval!
 
El piso volvió a quedar en silencio. Sólo se oía el sonido del lactante al succionar y tragar.
 
A la mayoría de las mujeres y a muchos hombres la imagen de una mujer dando el pecho a su hijo, les inspira ternura. Pero... son bastantes los hombres a los que la misma imagen... les excita.
 
 
Da igual lo que provoque. Para mí es una imagen B E L L Í S I M A que no merece desencuentros: "No acometas obra alguna con la furia de la pasión; ¡equivale a hacerse a la mar en plena borrasca! de Thomas Fuller.
 
 
  

martes, 13 de septiembre de 2011

¡¡Martes y trece!!




¡Yo soy!





¡Era martes y trece! 
 
 Para los dos primos no había tiempo de caza. Cualquier tiempo era bueno para ir a pájaros, aunque éstos a veces solo estaban en sus cabezas.
 
Aquel día estaban en casa de la abuela.  Para ellos era una casa única por la cantidad de espacios que no se usaban habitualmente. Allí, en un rincón, en la cocina de humo, Raúl de quince años, descubrió el arma. ¡La escopeta de balín!
Se fue corriendo para el huerto con la escopeta en la mano donde además de sus primas, estaba Javier, dos años menor que él, que fue directo hacia su primo gritando: ¡Déjamela! ¡Déjamela!
 
Se fueron turnando  los dos chicos, apuntando y disparando a un bote sobre unos ladrillos. Una de las veces que le tocaba disparar al mayor, su primo se escondió detrás de la esquina de la cochera, según contaron las primas y gritaba al mayor:
 
_¡A que no me das! ¡A que no me das! Al tiempo que asomaba la cabeza y volvía a esconderla.
 
Al rato primos y primas aparecieron en el comedor de la abuela con caras compungidas. La de Raúl estaba más que pálida. Javi venía llorando y sangrando de una oreja.
 
¡La abuela y las tías no se lo podían creer! La oreja de Javier había sido atravesada exactamente en el lóbulo, por un perdigón.
 
Después del susto, vinieron los reproches que el mayor de los primos, aceptó con la cabeza gacha.
 
_¡¡Le podías haber sacado un ojo!! ¿A quién se le ocurre dispararle a tu primo?
 
Después de la cura, pasado el peligro y calmados los ánimos volvieron al huerto. Esta vez sin escopeta. Una de las chicas riendo animó al herido:
 
_¡¡Qué primo!! ¿Te ponemos el pendiente? Sinceramente pudo ser tan grave, que es mejor sonreír ante tanta suerte.
 
 
Mi sombra, que no es superticiosa, era una de las curanderas: "Tampoco es inescrutable el azar, también está regido por un orden" del poeta alemán Novalis Von Friedrich .
 
 
 

 

sábado, 10 de septiembre de 2011

"Historia de La SAPHIL"






¡Yo soy!




HISTORIA DEL CENTRO EXPERIMENTAL SAPHIL:


Las "Chicas de la Saphil" llevan ya muchos años reuniéndose el primer sábado de Agosto. Este año 2011, el encuentro tuvo lugar en Hospital de Órbigo. Nos encontramos 93 ex alunmas-trabajadoras de Ripoll. Allí, hablamos de nosotras y nuestros recuerdos y varias sugirieron que teníamos que hacer una pequeña historia de este Experimento que ha supuesto una gran ayuda para nosotras y nuestra tierra. Mi sombra, quiere dejar su granito de arena de esta historia de la que formó parte.

TODO EMPEZÓ EN SALAMANCA, donde, un sacerdote leonés, D. Isaías Domínguez, que a la sazón oficiaba en Astorga, realizaba un curso en la Universidad Pontificia. Allí coincidió con otro sacerdote más joven que le comentó un proyecto que estaba in mente de unos empresarios catalanes que él conocía.

Estos empresarios, primeramente habían hecho un estudio de la España provincial y observaron que en la provincia de León, las chicas jóvenes del entorno rural, no tenían apenas futuro. La mayoría de los centros de Educación Secundaria se encontraban en la capital, por lo que el acceso a la educación después de la Primaria era practicamente nulo.

Sin embargo constataron que estas jóvenes eran serias y trabajadoras, acostumbradas a colaborar en la casa familiar y en el campo.

Por lo que la propuesta dirigida al sacerdote leonés, nacido en San Cristóbal de la Polantera, fue: Tú que vives en Astorga, ¿Crees que te sería fácil participar en este proyecto reclutando chicas de la provincia de León?

Don Isaías, cuando le explicaron la idea, aceptó de inmediato. El proyecto daría educación secundaria a las chicas, entre 15, 16 y 17 años, al tiempo que éstas trabajarían en La Saphil. Una fábrica textil en Cataluña, concretamente en Ripoll, en la provincia de Gerona. Por aquel entonces estaba permitido el trabajo remunerado a éstas edades Se les construiría una Residencia como albergue, dirigida por monjas seculares y un Instituto Laboral con profesorado oficial.

Las chicas tendrían un sueldo correspondiente a sus ocho horas de trabajo diario. De él, una parte se les entregaría para sus gastos de alimentación y vestido en la Residencia y el resto se les iría acumulando en una cartilla de ahorro. Al cabo de los cuatro o cinco cursos, incluído el ingreso, de Bachillerato Laboral, finalizaría el contrato con la empresa Saphil y se les entregaría el dinero acumulado en este tiempo. Con este Proyecto las muchachas lograban:

_Realizar unos estudios que de otro modo en sus pueblos y ciudades sería muy difícil, ya que se reclutaba a las chicas en familias con pocos recursos.

_Además de los estudios, obtendrían una educación adecuada.

_Tendrían una independencia económica impensable en aquellos años para ellas, en sus lugares de origen.

_Al finalizar el contrato, dispondrían de un dinero ganado con su trabajo para proseguir sus estudios o emprender nuevos trabajos.

_Existiría la posibilidad de seguir trabajando en otros puntos de Cataluña al finalizar en la Saphil o bien regresar a León.

La empresa Saphil por su parte, en aquellos años 60. 70, 80 y 90, también obtendría beneficios:

_Trabajadoras dóciles, responsables y fáciles de manejar.

_Mano de obra fija que la misma empresa se encargaría de formar dando a cada una el trabajo para el que se tuvieran mejores cualidades.

_Invertir, con el dinero ahorrado en nóminas, en mejoras de la empresa: en infraestructuras, en instalaciones, en maquinaria moderna (se instalaron las famosas "continuas")

_No tener trabajadores con antigüedad a los que dar un finiquito o aumentar su sueldo.

_Satisfacción en la Empresa por crear el Centro Experimental, útil a sí misma y a la Sociedad.

El Proyecto del Centro Experimental comenzó a funcionar, en el año 1.963. En marzo llegaron a Ripoll las primeras 15 chicas en su mayoría de Astorga. Un mes más tarde, llegó el grupo más numeroso de unas 75 chicas. Mi sombra era una de ellas. Nuestros lugares de origen eran varios: de León, Ponferrada, Astorga, La Bañeza... Todas nosotras fuimos alojadas en unos pabellones con literas provisionalmente para dormir.

Este grupo que habría de ser el primero en la experiencia, trabajaríamos ocho horas diarias, otras ocho las dedicaríamos a dormir y el resto al estudio, comidas y tiempo libre muy escaso. Dispondríamos de 310 pts mensuales, de ellas 210 se destinarían a la alimentación y alojamiento y 100 pts para los gastos de cada alumna-trabajadora. El resto del salario iría a la libreta de ahorro a cargo de la empresa.

Monitoras experimentadas, nos enseñaron a realizar los distintos trabajos que íbamos a desempeñar: Poner tubos, sacar usadas, vigilar y anudar los hilos que se rompían en las máquinas continuas...

Unos meses más tarde inauguramos la preciosa Nueva Residencia que sería a la vez la sede del Instituto Laboral. La inauguración oficial tuvo lugar al finalizar el primer periodo del experimento y comprobar con la Primera Promoción que había sido todo un éxito. Se le asignaron profesores, en general,  muy profesionales.

Dos monjas seculares llevaban la Residencia: Cristina Royo, la directora y Milagros, esta más tarde sustituída por Candelas. Además de Carmina la cocinera, que como era de nuestra tierra casi todo lo que hacía nos gustaba, también nosotras colaborábamos cada cierto tiempo un mes en la cocina que contaba como si trabajáramos en la fábrica.

Las chicas colaborábamos en todo: en la cocina, en la limpieza, en el orden, en la disciplina...
El mantenimiento del edificio: luz, calefacción, material escolar... corría a cargo de la empresa Saphil, así como aportaciones económicas de la misma, en las salidas de viajes y excursiones a varias puntos culturales del país.

El viaje fin de Bachillerato por Niza, Ginebra, Roma, Florencia, Venecia, Pisa...en el que colaboramos con sólo 200 pts. ¡Fue un viaje inolvidable!

Al finalizar el contrato a los cuatro años, en nuestro caso casi cinco, con nuestro título de Bachillerato en la mano y nuestra cartilla con unas 150.000 pts, todo un capital en los sesenta, se nos ofreció la oportunidad de colocarnos en otras empresas catalanas.

Algunas chicas, se quedaron en Ripoll y formaron allí una familia. Otras, entre las que me encuentro, regresamos a nuestra tierra para continuar nuestros estudios o seguir trabajando con una formación y experiencia bastante completa.

Al principio los trabajadores de la fábrica no nos aceptaron muy bien. Al fin y al cabo, les íbamos a ocupar puestos de trabajo que desearían para sus hijos. Más tarde nos aceptaron sin ninguna reticencia.

Llegó la Democracia. Pasaron más de 20 años desde que se inició el experimento. Los Sindicatos, con las nuevas leyes, comenzaron a pedir y exigir mejoras que acabaron con un hermoso Proyecto, del que formé parte.

Hoy cientos de mujeres de nuestra tierra y más tarde también de Navarra y Aragón, que hoy estamos en los 60, 50 y 40 años, le debemos mucho a este Proyecto. Por nuestra tierra hay profesoras, abogadas, veterinarias, enfermeras... todas ellas siguen contribuyendo a la mejora de esta patria nuestra.

¡¡Aupa la Saphil!

Hace tres años, muchas, volvimos a visitar el Centro y la fábrica. Fuimos muy bien recibidas por la Alcaldesa de Ripoll y algunas personas que vivieron la experiencia con nosotras. Otras muchas personas que iniciaron este Proyecto ya no están entre nosotros, pero siempre les estaremos agradecidas.

Hoy, todo ha cambiado. La Residencia destartalada, nuestros expedientes abandonados, nuestras fotos desordenadas, nuestros discos por el suelo...

En la fábrica las máquinas han desaparecido. Han sido vendidas a los chinos...

A pesar de todo mereció la pena este Proyecto. Gracias SAPHIL. Siempre agradecidas, Cataluña.


Mi sombra se pregunta: ¿Y si nuestros empresarios millonarios en el 2.011 en vez de pensar sólo en sus grandes beneficios, tuvieran alguna idea parecida en la que se beneficiaran empresarios y trabajadores?


P. D.
Varias veces, en mi blog "leonesando" he escrito hechos que me han ocurrido o han ocurrido en la Residencia Saphil, muchos de ellos negativos, pero si tuviera que resumir mi estancia allí, serían mayoría absoluta los acontecimientos positivos, resumiéndolos en tres palabras: MERECIÓ LA PENA.



Este post, como todos los del blog "Leonesando" lo ha escrito: María Lucía Solana, alumna-trabajadora de la Primera Promoción.



miércoles, 7 de septiembre de 2011

¡Paká!





¡Yo soy!






¡Aquí de nuevo!

Pues sí, regresar tiene su encanto. Aunque ya no haya "vuelta al cole" volver a la casa de siempre, a la rutina del barrio y de la ciudad no está nada mal. En los parques las mamás, los papás y las abuelas, volvemos a saludarnos con preguntas y respuestas. Faltan las partidas de cartas y parchís que pronto se reanudarán.

 Estos días aún andamos "pa allá y pacá".

¡Ah! sí, que no se me olvide, estuve en Rusia. Bueno en Moscú y San Petersburgo. "Paká", así se dice en ruso familiar "adiós" (dasvidania, se pronuncia más formal), aunque ni idea de como se escribe. Poco más que "gracias" y "adiós" aprendí a decir. Así pues, le diremos adiós a los últimos coletazos del verano que nos está regalando unos días preciosos.

Para los españoles que sepan el idioma, en Rusia, hay mucho futuro, porque el turismo está aumentando y muy pocos rusos hablan español (no me da la gana de poner castellano). Lo que sí hay en todas partes, es un lenguaje de gestos que todo el mundo entiende. Y, por supuesto gracias a l@s guías: miras, observas, escuchas y comprendes.

En general me encantó todo. Hay cosas en Rusia, que son únicas. Por supuesto que traje varias "Matrioskas" y Vodka. El caviar lo dejé para cuando me toque la Primitiva. Si tuviera que decir lo que menos me gustó, citaría los cables de la luz cruzando por lo alto calles y avenidas. ¡Y los precios, está todo carísimo!

Me gustó hasta la comida típica: su ensaladita entrante, su sopa de remolacha con sabor a col y su plato fuerte con carne de ternera picada acompañada de arroz. De postre sabrosas cremas, casi nunca frutas. El vodka tampoco es lo mío, aunque probé algún culito de un sorbo como manda la tradición.

Me asombró la capacidad de la gente en "El Vaticano Ruso" (así le llaman ellos a su centro religioso-ortodoxo más importante, aunque eso debe de ser porque nunca han estado en El Vaticano) para admitir: dólares, euros, rublos... y cambiar de una moneda a otra en un santiamén, aunque sea con la calculadora en la mano. Me llamó muchísimo la atención, porque en algunos hoteles no puedes pagar en otra moneda que no sea el rublo y por supuesto en los "Grandes almacenes o Galerías estatales", que son enormes edificios con todo tipo de tiendas.

También aprendí algo sobre sus gentes:
 Algunos rusos mayores, añoran la época de la U.R.S.S, donde: "Nos marcaban el camino y sólo había que seguir la flecha sin mirar a otro lado". Los de mediana edad están bien, pero a veces se encuentran perdidos "Antes todo tan cerrado y ahora muchas puertas abiertas" y los jóvenes que viven el presente mirando al futuro: se juntan con sus motos o sin ellas, beben, gritan (no tanto como aquí) y se visten a la europea.

Eso sí, también los rusos hacen chistes de la corrupción endémica de la policía y los políticos. Viajar es bonito y es un privilegio poder hacerlo.


Mi sombra subraya la frase: "Viajar enseña tolerancia" de Benjamín Disraeli.