El anciano se lamenta: ¡A mi edad, con casi 80 años, y es como si tuviera que volver a pagar una hipoteca! Y no le falta razón.
El matrimonio nunca se llevó muy bien. El marido trabajó en una multinacional y pasaba mucho tiempo fuera. Tuvo sus historias que le dieron más de un dolor de cabeza. Su ausencia de largos periodos hacía más llevadera la convivencia cuando pasaba tiempo con su familia. Compraron un piso y la mujer se dedicó al cuidado de los hijos, uno de ellos minusválido.
A raíz de la jubilación del esposo, la convivencia fue a peor. La mujer es originaria de otra comunidad y a ella nunca le gustó vivir en León. Con el pretexto de cuidar a sus padres se trasladó al pueblo y allí estuvo unos años, hasta que sus progenitores fallecieron.
Recientemente la esposa ha heredado una parte de la casa familiar en la comunidad en la que nació. Se ha comprometido con los demás herederos a darles una cantidad fija cada mes por la totalidad de la vivienda con la que se ha quedado. Además ha decidido trasladarse a vivir a ella por ser la casa de su infancia. Como nunca trabajó fuera de casa, nunca cotizó, por lo que siempre ha vivido del sueldo de su marido y actualmente de su jubilación.
La situación es por lo menos rocambolesca. El viejo, que admite no haber sido un santo en su vida conyugal, cuida de un hijo minusválido aquí en la ciudad. Su mujer se ha ido para el pueblo donde vio la luz y él paga las mensualidades de la casa de su mujer a los demás herederos. Como la vivienda ya tiene muchos años necesita arreglos: hoy una gotera, mañana una ventana, pasado la chimenea... y por supuesto los arreglos corren a cargo del anciano, en fin...
Así y todo él decide: "Jamás un hombre es demasiado viejo para recomenzar su vida y no hemos de buscar que lo que fue le impida ser lo que es o lo que será" de Miguel de Unamuno.
Sabio Unamuno.
ResponderEliminarPobre hombre. A veces las herencias son una carga en vez de un alivio. En todo caso, como tú dices es rocambolesco. Que encima tenga que estar el pagando "la hipoteca" por sus hijos, en fin.
Besos, Mara
Un poco de lástima si que da, Crónicas, sobre todo a su edad. Un abrazo.
EliminarAlgunos hombres también pasan un calvario, y no siempre las mujeres son las perjudicadas.
ResponderEliminarBesos.
Te doy la razón, Rafa, hay mujeres que se aprovechan de haber sido amas de casa. Un abrazo.
EliminarQue historia!! pero es la dura realidad para muchos.
ResponderEliminarBesos
Así es Ilesín, entre los más jóvenes no se da tanto porque las condiciones están más igualadas. Saludos.
EliminarSi se mira desde otra perspectiva ella estuvo muchos años "trabajando" en llevar la casa adelante y criar a sus hijos cuando él no estaba.También trabajó aunque no cotizara por ese trabajo.
ResponderEliminarLo que está claro es que como pareja esa historia no iba a ningún lado ni estando lejos ni cerca...
Besos.
Tienes toda la razón en cuanto al trabajo de ella, yo al igual que tú creo que desde el principio por egoísmo o por necesidad les vino bien a los dos estar juntos, y lo que ocurre ahora es una consecuencia. Abrazos.
EliminarCasos de la vida real.......
ResponderEliminarabrazo
Que se viven un día sí y otro tambión Liliana. Un beso.
EliminarMuy de acuedo con el pensamiento final
ResponderEliminarMatrimonios que pos astio se mantienen, que poca logica no???
Cariños
A veces, Abuela Ciber, en esas generaciones estaba muy mal visto separarse y el qué dirán ha pesado mucho, yo diría demasiado. Besos.
EliminarTriste historia, esa soledad al final del camino... La vida nunca deja de depararnos sorpresas; y nunca nadie "la tiene hecha", como algunos afirman.
ResponderEliminarSaludos, Mara.