La anciana estaba en el recibidor medio tumbada con las piernas encogidas apoyada sobre uno de sus antebrazos hablando con ella misma: ¡Vieja estúpida! ¿A quién se le ocurre subirse a una silla de tres patas sin apenas respaldo para enderezar un adorno de Navidad que sabes que nadie va a venir a ver? Y para más inri en la noche de Reyes. Natividad, ¿en qué estabas pensando?, hace unos días, por eso te llamas así, cumpliste 82 años y te subes a una silla. Me duele la cadera, sólo faltaba que me la hubiera roto. ¡Anda deja de lamentarte no dices que tienes espíritu joven! Pues que se note, arrástrate hasta la salita que allí tienes el móvil.
Natividad llegó hasta su móvil marcó el 112 y después de contar lo ocurrido, regresó de igual forma hasta el recibidor para abrir la puerta a quienes vinieran en su ayuda. No tuvo que esperar mucho tiempo. Sonó el timbre y al abrir la puerta, aparecieron dos jóvenes policías que con sumo cuidado le colocaron unos cojines bajo la espalda a la vez que la tranquilizaban. No se preocupe que ya llamamos nosotros a la ambulancia. ¿Quiere que avisemos a algún familiar? No, no, tengo dos hermanos pero viven lejos con sus familias y no son días de molestar. Tampoco tengo hijos y vivo sola desde que enviudé...
_Vale, vale, usted tranquila que ya nosotros nos ocupamos de todo..
Pasados unos diez minutos apareció una ambulancia y en dos horas estaba bien atendida en una cama del hospital. Todo el personal del hospital fue muy amable con ella. No había rotura de cadera, tenía una fisura que con unos cuantos días de reposo, no tardarían en darle el alta. La cena fue especial y Natividad lo agradeció. Durmió toda la noche de un tirón, algo raro en ella últimamente.
La verdad que los hospitales para ella que había desarrollado su vida laboral en varios, tenían algo de familiar. Despertó sin dolor y volvió a darle vueltas a la cabeza: Visitas no tendré ninguna. Mis mejores amigas, dos vecinas de muchos años, hace tres años que se mudaron a otro edificio con ascensor. Lo que debería haber hecho yo, pero la renta no es muy alta y... lo cierto es que apenas nos vemos, alguna llamada... De todos modos ya estoy acostumbrada a la soledad, son muchos años de vivir sola... La silla... son dos iguales de tres patas sin casi respaldo, rústicas que hace mucho tiempo pedí con los puntos de CENCO una cadena de alimentación, que seguro que ya no existe... hacen juego con el mueble castellano de la máquina de coser que parece un taquillón. ¡Me encanta ese trío en el recibidor! Mis vecinos de ahora, la mayoría son jóvenes y parece que les cuesta contestar al saludo de "buenos días" o "buenas tardes" como para visitas...
En esas estaba cuando llamaron suavemente a la puerta de la habitación, al tiempo que la abrían con cuidado. Levantó un poco la cabeza y en su cara se dibujó una sonrisa. ¡Era uno de los policías de la noche anterior! Se llamaba Álvaro.
Álvaro hacía poco tiempo que estaba en la policía. Recientemente había perdido a una hermana y sus emociones estaban a flor de piel. No había pegado ojo en toda la noche pensando en esa mujer mayor, sola, sin familia y en un hospital en Navidad. Por la mañana decidió ir a hacerle una visita. Allí estaba:
_Soy Álvaro y los Magos han dejado esto para usted. Por la forma y colores del envoltorio Natividad supo que era un roscón. Usted y yo vamos a comer un trozo, si le toca la "sorpresa" ya sabe que tiene que pagar el roscón, es broma ya está pagado. Según la tradición si le toca la "sorpresa" también dicen que va a tener mucha suerte. Ni a uno ni al otro le tocó la "sorpresa", que quedó para Natividad, pero los dos disfrutaron mucho de aquel momento.
_ ¡Ah! Y no se preocupe que cuando le den el alta aquí estaré para llevarla a su piso.
No sólo fue ese día sino el resto del tiempo que permaneció en el hospital las visitas de Álvaro fueron diarias, unas veces de uniforme y otras de calle, pero diarias. La anciana cada día esperaba con emoción la visita del "muchacho" como ella le llamaba: ¡Pero, muchacho, otra vez aquí!
Así empezó una amistada que dura ya doce años. Actualmente Natividad ha cumplido 94 años. Quiere al policía como al hijo que nunca tuvo. Álvaro le ha buscado un piso con ascensor, la lleva a comprar, la lleva al médico, a la peluquería ... Hay regalos pequeños que se convierten en tesoros para toda la vida.
Mis deseos para Navidad: "Hay cuatro cosas viejas que son muy buenas: viejos amigos para conversar, leña vieja para calentarse, viejos vinos para beber y viejos libros para leer" de Émile A. Faguet .
P.D. ¡¡Hasta después de Reyes!! Que los Magos sean generosos sobre todo en salud y si toca la lotería pues mejor. Les deseo un Nuevo Año próspero y con mucha alegría.
Feliz Navidad!!!
ResponderEliminarA mi me toca este año pagar el roscoón pues me salió el haba, el pasado año ;)
Besos.
Pues a pagarlo con alegría Alfred. Aquí ya no meten el haba y además ponen dos sorpresas que son figuritas que mis nietos ponen en el Nacimiento aunque no peguen ni con cola.
Eliminar¡Feliz Año Nuevo!
Lo mejor para vos. Buen disfrute en esta vacancia.Y la crónica, que bella página a la sensibilidad humana. Felices fiestas, Mara.
ResponderEliminarCarlos
Muchísimas gracias Carlos. Que el 2020 sólo nos dé noticias gratas. Todo lo mejor y un gran abrazo.
EliminarBonita historia nos dejas, y no son frecuentes pero si hay muchas parecidas y es que la gente es muy buena. Que los magos colmen tus ilusiones y la paz y la luz del Niño te alegren la vida. Abrazos
ResponderEliminarPues sí Ester yo también creo que abunda más lo bueno pero siempre nos traen lo malo y parece más abundante. Igualmente te deseo mucha salud y a seguir con esa alegría que nos contagias a todos los que te visitamos. Besos.
EliminarUna bonita historia.
ResponderEliminarFelices fiestas de Navidad y año nuevo.
Gracias Helio. Igualmente todo lo mejor para el 2019. Un abrazo.
EliminarUn bonito cuento de navidad nos dejas y si en realidad sucedió una bella historia.
ResponderEliminarEn estas fechas os deseo lo mejor a todos.
Saludos.
Es una historia Tomás, no veas ahora con lo mayor que es y hasta le pintan las uñas. Que el próximo Año nos traiga mucha fuerza y salud y si toca la del Niño mejor. Abrazo.
EliminarMuy linda historia.....saludos...Felices Fiestas
ResponderEliminarGracias Sandra. ¡Feliz Año, mucha energía y felicidad!
Eliminar¿Anciana de 82? ¿Bah, de verdad que yo también lo soy, aunque no lo sienta en el alma, soy "un viejito" de 82, afortunadamente con esposa, hijos yerno, nuera, consuegra y consuegros cercanos! Comparativamente soy un afortunado, Mara, aunque a veces uno no se da cuenta.
ResponderEliminar¡Felices fiestas!
Agrego lo más importante y trascendente: mis 6 nietos.Perdón por tanta autorreferencia, Mara, pero me comparo con la anciana de 82 de tu post y me declaro igualmente feliz.
EliminarEsteban tú haces lo que yo por años que cumpla ya son 72, que no me digan anciana. ¡Somos muy muy afortunados con toda la familia. Seis nietos como yo, tres parejitas preciosas y con salud. ¡Qué más podemos pedir! Mucha salud y felicidad. Seis abrazos por esos seis soles. ¡Qué sería la Navidad sin niños!
EliminarMuchas alegría en familia para estos días.
ResponderEliminarFeliz Navidad.
Un abrazo.
Mucha felicidad también para ti Mari Carmen. Te deseo un año repleto de noticias gratas.
Eliminar¡Feliz 2019! Besos.
Me has encantado!!!
ResponderEliminarEstamos en los últimos días de otro año que vivimos....
que las fiestas nos traigan regalos
abrazos...mil
Gracias RECOMENZAR, para mí el mejor regalo es la salud. ¡Todo lo mejor para el Año Nuevo!
EliminarMIL ABRAZOS.
Feliz navidad t l9 mejor para el 2019!
ResponderEliminarMe hiciste feliz con tu comentario❤😚
y lo* ;)
EliminarFeliz Año, Liliana. Te deseo que en todo 2019, nunca tengas un momento "triste" y si hay alguno lo compartes y se hará pequeño.
Eliminar¡¡TODO LO MEJOR PARA EL 2019, CON 2019 ABRAZOS!!
Feliz Navidad y un nuevo año muy generoso en bendiciones.
ResponderEliminarRecibe mi abrazo y cariño.
Gracias Sara, igualmente que el próximo Año, sea pacífico y generoso sobre todo en alegrías y salud. Besos.
EliminarUn relato entrañable de convivencia y buen hacer, donde destaca, sin nombralo, tanto el bienestar de ella, al recibirlo, como el de él a visitarla con esa frecuencia.
ResponderEliminarDe estas "necesidades" y su correspondencia, me consta que abundan por ambas partes, si bien es cierto que no siempre son capaces de casar.
Algo hay en nosotros, los humanos, que nos retrae...
Abrazo Mara.
Hola Ernesto. Aquí en León tenemos una sociedad muy envejecida y muchos ancianos viven, y más de uno/a mueren solos.
EliminarMucha energía y salud para el próximo Año.
Un beso.
Se me hace la boca agua
ResponderEliminar¡y a mí si está relleno de nata je, je!
ResponderEliminar¡Qué bien Enrique tener noticias tuyas! Espero que ese "descanso especial..." se acabe en este año.
Te deseo que el Próximo 2019 venga lleno de mucha, mucha salud para que regreses cuanto antes. Un beso.
Me ha encantado la historia Mara para empezar bien el año, Feliz 2019 t que los reyes se porten un abrazo.
ResponderEliminarGracias Ainhoa, lo mismo te deseo. Un beso.
EliminarGenial tu relato, Mara. Lo he saboreado.
ResponderEliminarDeseo que tengas un año maravilloso.
Abrazos.
Agradecida Vicente, que tú también tengas un año muy grato. Un abrazo.
EliminarEspero que lo hayas pasado bien esta Navidad y que el 2019 te sea siempre propicio.
ResponderEliminarIgualmente te deseo un Nuevo Año repleto de felicidad. Un abrazo.
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