¡Feliz Año!
No me ha tocado la lotería de Navidad, ni la del Niño, ni la sorpresa de diez mil Euros de la confitería Conrado de La Bañeza, ni el lingote de oro del Corte Inglés... ¡Pero Mara tú alucinas! Si no has comprado los roscones en esos lugares cómo quieres que te toque la sorpresa? Bueno, "Madrecita que me quede como estoy" y ... Empezaremos el año con una sonrisa.
Marina fue al Super cogió su cesta y fue metiendo en ella diversos artículos: un kg de arroz, dos litros de aceite, turrones, peladillas... Posó la cesta, fue hasta el final del pasillo y regresó con dos botellas de vino que juntó con los demás artículos.
De nuevo con su cesta en la mano dio unos pasos y observó que un hombre de mediana edad, que no conocía, daba los mismos pasos que ella. Decidió girar en un pasillo por ver si el hombre la seguía y así era en efecto aquel hombre parecía seguirla. Metió dos artículos más en la cesta y de reojo vio que el hombre seguía cerca de ella. Estuvo a punto de girarse y decirle algo pero no lo hizo. ¡Será posible, no pensará ligar en el Super!
Se dirigió a la caja y el hombre la siguió. Marina conocía a la cajera así que medio en broma le dijo: Va a ser que tengo un pretendiente e hizo un gesto hacia el hombre que la seguía. La dependienta miró hacia donde Marina le indicaba y sonrió.
Marina comenzó a colocar su compra sobre el mostrador y... ¡Sorpresa! Allí había artículos que ella no había decidido comprar. Entonces escuchó al hombre perseguidor hablar por primera vez: "Lo siento, es que ésa era mi cesta la he seguido para ver si se daba cuenta". La risa de la cajera, el apuro de Marina y la sonrisa del hombre pusieron fin al episodio.
Bienvenido 2019: "Creí que era una aventura y en realidad era la vida" de Joseph Conrad.
Hermoso y desopilante relato, para un año que comienza. Un abrazo. Lo mejor en el , Mara.
ResponderEliminarSí, Carlos, comenzaremos con alegría que ya llegarán las tristezas sin pedirlas. Saludos.
EliminarFeliz año Mara,sin duda una buena manera de empezar el año con una sonrisa. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias Ainhoa que siga así el mayor tiempo posible. Abrazos.
Eliminar:))))
ResponderEliminarEso me pasó a mi una vez, sólo que se lo dije a la interfecta antes de ir a la caja.
Un abrazo.
Pues perdiste la oportunidad de reirte, Alfred, y de reírte con la cajera, supongo que el apuro de la interfecta sería el mismo. Abrazos.
EliminarQue bueno 😊 muy divertido
ResponderEliminarAbrazo!
Gracias Corina. ¡Quién pudiera estar pasando el invierno en Argentina! Aquí tenemos mucho, mucho frío. Un beso.
EliminarHola Mara. Pues a mí me ocurrió que me confundí de carrito y sin darme cuenta fuí añadiendo artículos, a la vez una abuelita cogió el mío, nos dimos cuenta al cruzarnos en el pasillo central, nos reímos...
ResponderEliminarTambién te deseo un buen año 2019, con mis mejores deseos.
Un abrazo.
Ha de ser una situación muy curiosa. Gracias. Un beso.
EliminarMuy buen relato, y una hermosa manera de empezar el año, con una gran sonrisa.
ResponderEliminarFeliz Año 2019, Mara.
Besos
Gracias Carmela. Que sigamos sonriendo lo más posible todo el año. Un abrazo.
EliminarMe he reido con ganas, has dado un toque a los presuntuosos jajaja y a los despistados. Abrazos
ResponderEliminarSí, Ester, es una situación simpática. Besos.
EliminarHola Mara , un buen relato para este año nuevo que acabamos de estrenar , la verdad es que suele pasar , a mi me paso una vez que como tu bien dices , fui con mi familia a comprar a una gran superficie , tipo corte ingles , cuando de pronto yo me rezague mirando unos libros y cuando me quise dar cuenta , le estaba cogiendo de la mano a un señor que tenia la misma camisa que mi padre , no quieras ver la cara que puso el señor cuando yo lo cogí como si nada hablándole del libro que había visto , me miro y me dijo; Me parece muy interesante , pero creo que tendrías que hablar con tu padre y no conmigo , jajajaja le pedí perdón , ya que me había equivocado ya que mi padre tenía la misma camisa.
ResponderEliminarbesos de flor.
Ja, ja, ja, Flor, tu historia si que me ha parecido super-alegre. Me la imagino y no paro de reír. Un beso.
EliminarDeseo que con ese buen humor y energía, transcurran todos tus días de este año. Me has hecho reír a carcajadas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Que así sea Sara, de momento reímos después lo que venga "que nos quiten lo bailao". Un beso.
EliminarHola Mara, gracioso relato que nos dejas y como eso mismo nos puede suceder sin darnos cuenta y creyendo otra cosa jeje
ResponderEliminarFeliz año también para ti.
Besos.
Hola Piruja, gracias, empezamos sonriendo que tiempo habrá de ponernos serias. Un beso.
EliminarLos despistes en los supermercados suelen ser frecuentes, pero no es frecuente tener la ocurrencia de ir hasta la caja para comunicar la apropiación.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hola Helio. No me pasó a mí, pero con lo despistada que soy me podía haber pasado y desde luego habría tardado en darme cuenta. Abrazos.
EliminarCreo que a todos nos pasó alguna vez, eso de coger el carrito equivocado. Lo del ligue con la dueña del cesto es otra historia.
ResponderEliminar¡Feliz fin de semana!
Sí, Manuel, es que Marina, aunque no se llama así no tiene pareja y siempre hace bromas con los posibles ligues. Gracias. Saludos.
EliminarSi, es raro no haberse confundido alguna vez con la prisa que llevamos siempre.
ResponderEliminarFeliz año para ti también.
Veremos si este año lo empezamos sin tantas prisas que necesitamos calma. Gracias.
EliminarJajaja qué bueno!!
ResponderEliminarCreo que esto nos pasa a muchas.
besos
A muchas que son despistadas y yo la primera. Abrazos.
EliminarJajaja, que relato más bien contado. Me has ido llevando con la intriga hasta el divertido desenlace. Te felicito por el relato y por el nuevo año.
ResponderEliminarMuchas gracias Maripaz. Que venga lleno de risas para todos. Un beso.
ResponderEliminarJajaja, menudo equívoco.
ResponderEliminarMenos mal que todo acabó bien.
Menos mal, je, je.
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