Rosa, rizos, risas... Caminan hacia el hospital. La pequeña pregunta: ¿Me quedaré calva? ¿Me pondrás un pañuelo rosa en la cabeza como el tuyo? La madre tragándose las lágrimas no miente "quizás". Ingreso en Pediatría. Nombre Helena con H, siete años. Ventanas herméticamente cerradas. Cáncer, palabra universal. Tras los cristales Helena ve pasar el Otoño. Hoy, Helena, "sin rizos", tiene el alta. Lo celebra pidiendo un vaso de agua para llorar muchas lágrimas de felicidad. _Mamá, mamá, siento el aire en la cara y en la cabeza. Risas compartidas..
¡Volver a casa! ¡¡Qué grande, un deseo tan pequeño!
Comprender y aceptar: "Quien no tiene el espíritu propio de su edad padece toda la desgracia de su edad" de Voltaire.
¡Cómo me gusta con la sensibilidad y cariño que has expuesto esta enfermedad que no tiene edad y es tan frecuente entre nosotras. El final es feliz y alegre, ya que es muy diferenre a lo que era antaño.
ResponderEliminarAquí dejo laacitos rosas y risas cada vez que alguna tenga el alta médica.
¡Bueno, no, lo siguiente!
¡Gracias Mara!
Besos.
Gracias a ti por tus palabras Mari Carmen. Sí, lo importante es que cada vez hay más casos con final feliz. Un beso.
EliminarEs un tema para tratar con cariño y mimo como lo has hecho tu, quien mas y quien menos conoce algún caso cercano. Un abrazo
ResponderEliminarAsí es Ester, como he pasado por ello con final feliz, de momento, es lo que quise trasmitir. Besos.
Eliminar¡Que no tenga que volver a pasar por ese calvario!
ResponderEliminarSalu2.
Que así sea Dyhego, sobte todo los niños. Un abrazo.
Eliminar¡Ains que lindas sois tu sombra y tú!
ResponderEliminarBesines a las dos, Irma.-
Gracias Irma. Besines leoneses.
EliminarSé del drama del cáncer infantil, por haberlo vivido una familia muy cercana, afortunadamente también con buen final. Es entrar a un callejón de duras pruebas para la víctima y para su familia. Lo expresas, Mara, en toda su magnitud.
ResponderEliminarSí, Esteban, pocas familias se libran de algún caso, afortunadamente cada vez se cura mejor. Un abrazo.
EliminarQue emotivo relato y que lindo final. Un abrazo
ResponderEliminarGra<ias Bienaventurada. Un beso.
EliminarLa entereza de los niños debiera ser una guía para los adultos.
ResponderEliminarAbrazo Mara.
Así debería de ser Ernesto, porque los niños lo aceptan sin por ello perder la alegría y los mayores caemos en un pozo. Un beso.
EliminarNos narras perfectamente los sentimientos de madre e hija. También la entereza que los niños nos muestran en ocasiones.
ResponderEliminarSaludos.
Sí, Tomás, deberíamos imitar a los niños en la forma de tomar las malas noticias, nos superan con mucho. Un saludo,
EliminarAlgunas cosas son más aceptables que otras. Al menos así nos lo enseñan.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Cualquier enfermedad José, por grave que sea deberíamos aceptarla, pero cuesta. Un saludo.
EliminarEs un relato precioso, ojalá todos acabaran igual en la vida real, puestos a pedir, pediría que nadie sufriera esa enfermedad...pero por encima de todo, los niños nunca! solo deberían jugar...
ResponderEliminarGracias por tu visita.
Saludos.
Gracias Laura, lo mejor es que cada vez son más los casos de cáncer curables y eso cada vez da más esperanzas. Un abrazo.
EliminarYo que presumo y quien me conoce lo sabe que soy fuerte, mi límite es ese: un niño enfermo. Afortunadamente la medicina avanza y la mayoría de ellos continúan con sus vidas.
ResponderEliminarSAludos.
Y mi límite también Manuela, se les ve tan vulnerables y sin embargo son fuertes ante una realidad como el cáncer. Un saludo.
Eliminar¡Impresionante el relato! Me ha emocionado de verdad. Muchas gracias por tu visita a mi blog y por seguirlo. Yo también me quedo en tu casa. Un abrazo
ResponderEliminarMuchas gracias por tus palabras Rita.
EliminarSaludos.
Qué triste!!!
ResponderEliminarSaludos Mara
Sí, Liliana, triste pero con final feliz que es lo importante ante esta enfermedad. Un beso.
EliminarUy me costó leerlo, porque lo hice con miedo, pero me alentó la ternura de la voz del texto.
ResponderEliminarAbrazos!
Ante el cáncer Corina, todos sentimos miedo a que nos toque pero las que lo hemos "pasado" ya parece que menos. Besos.
EliminarFuerte relato pero no se aleja a la realidad de muchos :(
ResponderEliminarsaludos
Al contrario Susy, miras a un lado y a otro y te encuentras con esta enfermedad alrededor, el consuelo es saber que cada vez se cura más y mejor. Un abrazo.
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