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Creo que el oficio de "estañador" ya se haya extinguido pero hoy quiero traerlo aquí en honor a mi padre. Un hombre de oficios y ya se sabe: "hombre de muchos oficios, pobre seguro".
Como teníamos un alambique, siempre necesitaba estañar algo: tubos, calderos, embudos... Así que en el pueblo si alguien tenía un cazo, una pota, una lechera y hasta una palangana con un pequeño agujero lo llevaban a mi casa y mi padre estañaba el utensilio que se podía usar de nuevo.
Eso si, se cumplía el refrán: "En casa del herrero cuchillo de palo" porque si a mi madre se le saltaba un cazo o una tartera de porcelana al final tenía que ser ella quien estañaba las cosas de casa.
Recuerdo porque lo vi muchas veces, los utensilios sencillos y rudimentarios. Una lija para limpiar el lugar a estañar. Luego un ácido con el que se untaba para mejor adherencia el agujero alrededor. Un "estañador" así le llamábamos también a una especie de cuña de hierro con un largo mango de metal y un agarrador de madera que cuando estaba al rojo se pasaba por un platito de metal con ácido también. Por último barras de estaño brillantes dobladas como si fuera gruesa alambre.
Metía el estañador en la cocina de carbón, en el pueblo las cocinas eran de leña. Cuando estaba al rojo vivo, se pasaba por el platito del ácido y luego en una mano la barra de estaño y en la otra el "estañador" se acercaban al agujerito juntos y allí quedaba una gotita de estaño fundido tapando el hueco que se aplanaba un poco y al momento se endurecía.
Allí permanecía el estaño, ya ni el fuego podía fundir el arreglo. Mi padre tenía interés y curiosidad por todo, por eso sabía hacer muchas cosas.
La curiosidad por aprender es una gran virtud ya lo dijo Alber Eintein: «No tengo talentos especiales, pero sí soy profundamente curioso».
Rematas bien, con una frase contundente de Einsten. La curiosidad, el asombro, abren la puerta del conocimiento y la ciencia. Un abrazo
ResponderEliminarEstoy convencida. Saludos.
EliminarHola Mara.. Cuantos oficios y profesiones se han ido perdiendo con las nuevas tecnologías. Es el mundo global, siempre nos quedara el recuerdo..
ResponderEliminarUn abrazo.
Sí, llorenç, Hasta que vuelen algunos satélites y haya que volver a partir de cero.Un beso.
EliminarOficios que se pierden pero es bueno que sepamos que existieron, que eran muy solicitados y muy necesarios. Un abrazo
ResponderEliminarSobre todo muy necesarios Ester, porque el consumo era muy escaso. Un beso.
EliminarMira que interesante, me hiciste recordar a mis bisabuelos... ellos tenían un montonal de cosas por su trabajo aún recuerdo el olor de todos sus objetos... en especial esas máquinas de escribir y el olor a la tinta... me encantaba
ResponderEliminarHay olores que nos traen al presente mucho de nuestro pasado. Es muy gratificante. Saludos.
EliminarSe acabó la costumbre de reparar las cosas y fueron desapareciendo los oficios.
ResponderEliminarUn abrazo.
Pues sí, ahora nada te arreglan te dicen con lo que le va a costar es mejor un lavavajillas nuevo, una lavadora y así la cosa es consumir. Un beso.
EliminarEsto de la obsolescencia programada nos está atontando, eso sí todo de un modo muy programado, nos hemos hecho totalmente dependientes a lo que nos digan y nos metan por los ojos, somos incapaces de arreglar nada, puffffff no sigo, pero...
ResponderEliminarMi vecino del 5º siempre me estañaba la ruleta de mi hamster y a veces me dejaba el aparatín.
Besines utópicos, Irma.-
Así es Irma ¿hacia adónde vamos? ¡Quién lo supiera! Besines preciosa.
EliminarLa cuiriosidad nos hace avanzar.
ResponderEliminarBesos.
Siempre, siempre. Un abrazo.
EliminarSi Mara eran otros tiempos y a las cosas se las alargaba la vida todo posible, ahora usamos y tiramos.
ResponderEliminarSaludos.
Así tenemos el planeta Tomás, repleto de basura. Un abrazo.
EliminarCuantas cosas y cuantos oficios hemos ido perdiendo por el camino. Es lógico la civilización avanza y hemos conseguido llenar de plástico el mundo.
ResponderEliminarEs bueno evocar aquellos tiempos y su buen hacer.
Besos Mara
Sí, Ambar, yo sobre todo cuando veo esa inmensa isla de plásticos en el mar me da terror. Pero siguen pensando en el petróleo en vez de las energías renovables. Lo económico siempre va por delante. Un abrazo.
EliminarHola Mara, si que es verdad que muchos oficios se han perdido con el tiempo, antes no se tiraba casi nada y todo tenia de un modo u otro arreglo pero ahora enseguida uno nuevo, hoy en día, cuando oigo al afilador por la calle me maravilla ya que pienso que pronto le pasara como a muchos, pero es bonito recordar esos oficios para que no se olviden.
ResponderEliminarBesos.
Hola Piruja, ¡me encanta el sonido musical del afilador! En el pueblo donde paso el verano siempre aparece uno que ya es muy mayor, no creo que nadie herede su oficio, pero se añora. Besitos.
EliminarBonitos recuerdos Mara.
ResponderEliminar"La vejez empieza cuando se pierde la curiosidad" - José Saramago.
Besos =)))
¡Cuánta razón! Sigamos teniéndola. Abrazos.
EliminarTengo un par de esos estañadores, heredados. Antes era la la soldadura que había, y con ella se remendaba aquel menaje, caro para un pueblo pobre.
ResponderEliminarGratamente me has recordado al estañador que iba por mi barrio los días de mercado.
Salu2.
Alfredo, pues tienes unas piezas de museo, de los de mi padre no conservo ninguno pero si lo tuviera a lo mejor lo utilizaba alguna vez. Un saludo.
EliminarEs un placer aprender y escuchar tus historia Mara.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muchas gracias Ainhoa, yo me lo paso bien escribiendo aunque sean cosas sencillas de las que ya pocos se acuerdan como este post. Abrazos.
EliminarLa curiosidad es lo que nos mueve a querer aprender.
ResponderEliminarNo conocía el oficio de estañador y me parece un precioso homenaje a tu padre en un día dedicado a los padres, dar a conocer el trabajo que se hacía y que se ha perdido con los años.
Un saludo
Además era un trabajo por el que no cobraba nada, le traían luego unas patatas, unas habas, siempre se lo agradecían de alguna manera. Un abrazo.
EliminarHay cosas que nunca se olvidan ... siempre están ahí, Mara.
ResponderEliminarTus relatos son ... tremendamente entrañables
Gracias Enrique. Son sinceros y la mayoría muy reales. Un abrazo.
EliminarOficios que ya no volverán. Añoranza.
ResponderEliminarSalu2.
Quedarán en el recuerdo. Algunos oficios mejor que no vuelvan, eran muy trabajosos. Un saludo.
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