¡¡Me encanta mirarla!! A pesar de su aparente inutilidad.
Pienso en las máquinas que hay en una casa. Mi sombra les está muy agradecida, hasta hablo con ellas, a veces, por lo mucho que me ayudan: la lavadora, el lavavajillas, el microondas y otros muchos aparatos que todos tenemos en nuestras viviendas.
Hay otras cosas que aparentemente son inútiles pero que nos gusta tenerlas cerca, es el caso de el "trasto". En mi casa había dos grandes artesas realizadas con varias tablas y piezas de madera utilizadas para la matanza que lógicamente con el tiempo se ha dejado de hacer en las casas.
Sí, mi sombra heredó el "trasto", una pequeña artesa que ya tenían mis abuelos paternos. Siempre me llamó la atención y tuve la suerte de que me tocara en herencia, a pesar de que todos me decían que era un trasto más para meter en un piso. Tiene más de dos siglos de vida pero está como siempre la vi.
Uno de mis antepasados la fabricó con sus manos, en una sola pieza. Por su acabado, lo hizo con mucho mimo. Para ello utilizó medio tronco de un árbol, no sé cuál, de madera dura y oscura, quizás el tiempo la haya oscurecido y no fuera así en un principio. Su forma ovalada la convierte en una pequeña artesa original. Nunca ha estado pintada ni por dentro ni por fuera.
Mientras la miro recuerdo sus servicios a lo largo del tiempo que la he conocido.
_Primero fue utilizada en la casa de mis padres para contener los lomos y partes pequeñas adobadas de la matanza que entonces se hacía en la casa de mis padres.
_Mas tarde sirvió para dejar dormir toda la noche la masa para hacer pan.
_Su tercera ocupación fue hacer de cuna para un bebé de la familia.
_En mi infancia contenía revistas, tebeos y cuentos infantiles.
_En la actualidad en ella he colocado botellas de vino de distintas marcas y años.
A pesar del nombre que algunos le dieron, el "trasto", siempre ha tenido alguna utilidad práctica.
¡Me gusta contemplarla! No hay rectas en la artesita. Toda ella es una curva.
Desde luego es obra de un gran artista: "La recta es del hombre; la curva es de Dios" de Antoni Gaudí.
coincido totalmente, hay cosas que nos sirven mucho a pesar que a nadie les serviria pero nos apegamos y les damos mil usos, a mi me pasa todo el tiempo!" un beso, soy nueva por aca la seguidora 199 , te invito tambien a seguirme por el blog y leernos las dos! besos y buen finde
ResponderEliminarHola Estelita, gracias por seguirme y por comentar. He visitado tu precioso blog pero no he visto tu lista de seguidores, en cuanto la tenga te seguiré pues son unas fotos maravillosas.
EliminarPues sí, al final si dan servicio no son tan trastos.
Un abrazo.
Mi madre eres grandiosa. Y siempre me das protección que siento y aunque no te conozco me encantaría conocerte
ResponderEliminarUn beso inmenso
Love
Mucha
Gracias Mucha. El mundo da muchas vueltas y no se sabe, quizás alguna vez nos encontremos.
EliminarBesos.
Hola Mara, "trasto" me decía mi madre por lo traviesa que era...
ResponderEliminarBueno, lo tengo comprobado: cuando hago limpieza en el trastero, tiro algo que me parece inservible, no tarda ni 48 hora que veo que me hace falta
¡Cachis"
Besos.
Hola Franconeti, a mi hermana que era más traviesa que yo también mi madre le decía "trasto" por no parar quieta.
EliminarAsí es lo tiras y a los pocos días lo echas de menos.
Un beso grande.
En casi todas las casas hay cosas más propias de estar en museos etnográficos.
ResponderEliminarSaludos
Pues sí Emilio de hecho he visitado alguno que tenía enseres que toda mi infancia los vi en mi casa o en la de algún vecino. No está mal que queden en algún lugar como recuerdo de lo que vivimos.
EliminarUn saludo.
Que bien que compartas la imagen y la historia, todos guardamos "trastos" son la imagen de nuestros recuerdos. Un abrazo
ResponderEliminarSí, Ester, son trastos que al mirarlos nos sacan una sonrisa y eso ya es un buen uso.
EliminarBesos.
Cómo me gustan estos trastos pues como no caigan en manos así están condenadas a desaparecer. ¡Madre mía este siglo XXI parece que está reñido con todo lo anterior! No vamos nada bien. Esas artesas con el picadillo para el chorizo...
ResponderEliminarBesines utópicos.-
Así es Irma, tienes razón, al paso que vamos a no ser que la inteligencia artificial los guarde, los perderemos en poco tiempo.
EliminarAbracines.
Ay, Mara, yo tengo la casa llena de trastos, algunos heredados y otros no, son de cosecha propia. Me cuesta tirarlas, además, me pasa como a ti, me recuerdan tantas y tantas cosas. Así que ya tengo tres trasteros llenos de "trastos".
ResponderEliminarUn abrazo, Mara.
Ja, ja, Enrique, ¡Tres trasteros! Tienes que montar un museo etnográfico pero mientras tanto disfruta de los recuerdos que te traen.
EliminarAbrazo grande, grande.
Una pieza a conservar, forma parte de la herencia familiar.
ResponderEliminarBesos.
Así es Alfred, pero me temo que mis hijos ya no la vean con los mismos ojos que yo.
EliminarUn beso.
Incluso esas piezas con tal antigüedad son verdaderas obras de arte, cuántas cosas han visto y tanto tiempo sirviendo, están llenas de recuerdos que comúnmente nos evocan una nostálgica sensación .
ResponderEliminarHola amiga Mara, deseo te encuentres muy bien al igual tu familia, te mando un abrazo fuerte.
Hola Jorge, así lo creo yo pequeñas obras de arte, que le dan mil vueltas a algunas "obras" que se pueden contemplar en muchos museos de arte moderno con unos precios exorbitantes que a mi me dan risa.
EliminarUn abrazo.
Hola Mara, ya solo por la antiguedad que tiene vale la pena conservarla y si le añadimos los servicios que ha prestado a lo largo de su historia mas aun, un ¨trasto¨que se ha tratado con mucho cariño y por eso se conserva tambien.
ResponderEliminarBesos.
Así es Piruja, no sé que destino le darán mis hijos pero yo la seguiré conservando.
EliminarUn beso.
Recuerdo una en la casa del pueblo muy parecida a esa pero aquella si asas como la tuya. Los únicos usos que recuerde tuvo fue para la matanza. El color también era oscuro ¿ no sería al asimilar el pimentón ?.
ResponderEliminarSaludos.
Era el uso normal, Tomás. Pues el color rojizo no es pero desde luego que pimentón por estas tierras se le echaba "a esgaya" como se decía.
EliminarUn abrazo.
Los objetos más simples siempre son los más útiles, porque no necesitan más que a sí mismos para cumplir una función (la que sea).
ResponderEliminarSaludos,
J.
Toda la razón José. Los muy complicados terminan por estropearse y se necesita un especialista para arreglarlos.
EliminarUn saludo.
Estamos rodeados de algún que otro "trasto"... Al margen de los artículos "esenciales"... El equilibrio entre ambos, da, debiera, ese punto que marca el buen hacer en nuestras vidas.
ResponderEliminarPor "trasto" y "esencial" no hay que entender solo cosas materiales. También la "cabeza", mente, suele albergar algo de ello... :)))))
Abrazos Mara.
Ernesto, completamente rodeados.
EliminarLa trastienda de nuestra cabeza ¡Ésa sí que ha de preocuparnos! que la tenemos demasiado llena. Sólo que la mente es más difícil vaciarla. Yo estoy en ello.
Un gran abrazo Ernesto.
Pues tu Artesa me ha traído muy buenos recuerdos de cuando se hacía la matanza en casa, aunque nosotros no teníamos y nos la dejaba un vecino. La tuya es toda una reliquia sentimental.
ResponderEliminarUn abrazo.
Toda una reliquia, Conchi y también me trae recuerdos de matanza, de adobos, de mucha gente en la casa...
ResponderEliminarBesos.
También en Andalucía se usa esa palabra. Cuesta trabajo de desprenderse, de ciertos utensilios, que ha pertenecido a la familia. seguro que para un Museo, te lo quitarían de las manos.
ResponderEliminarMe parece genial, que la hayas utilizado como botellero, ahora ya no es un trasto sin utilidad.
Que tengas una buena semana, en tu bonita tierra.
Besos
Hola Antonia, pues sí, nos traen muchos recuerdos normalmente agradables por eso nos gusta conservarlos y a mí me gusta que sirvan de alguna utilidad.
ResponderEliminarGracias, igualmente. Besos.
Beautiful blog
ResponderEliminarPlease read my post
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarMegagracias Mucha.
ResponderEliminarBesos.