Alguna vez he comentado que en mi barrio hay, a mi juicio, demasiadas fruterías por su cercanía. Entre ellas hay una de toda la vida. La frutería de Almi, que es donde habitualmente compro la fruta y la verdura. Tienes que sacar número porque siempre hay bastante gente.
Hace unos días yo era la octava. Dos de las señoras que iban delante de mi se conocían y mientras esperaban su turno, una de ellas comentó a la otra:
_ ¡Ah, mira te los voy a enseñar! Vengo de comprar unos botines porque ya llegan las excursiones y quiero estar preparada. Abrió una bolsa y dentro de ella levantó la tapa de la caja de su compra mientras su conocida alababa el buen gusto que había tenido.
Llegó el momento de servir a la señora de los botines. Al ir a pagar la frutera le dijo:
_Mira Tere, ya hace tiempo que me debes una cantidad y me gustaría que me la pagaras.
_¿Cuánto, cuánto te debo? Preguntó muy nerviosa la nombrada Tere.
_Pues me debes 46 € desde hace meses _añadió la frutera.
_Bueno, pues hoy sólo te pago lo que llevo, porque no me queda suficiente dinero, no te preocupes que en cuanto llegue a casa, te mando a mi marido a pagártelo.
Cuando la morosa salió tan campante de la frutería, las que seguíamos allí y habíamos presenciado la escena nos sentíamos un poco avergonzadas. La vendedora nos comentó:
_Sí, sí..., su marido. Menos mal que hoy me pagó lo que llevó.
Algunas personas tienen mucha cara: "Conciencia y cobardía son la misma cosa, solo que conciencia es el nombre comercial" de Oscar Wilde.
yo si tengo que recordarle a alguien que me debe dinero, me da más vergüenza a mí que a la propia persona apercibida...
ResponderEliminarabrazos!
Así ocurre más de una vez, Chema.
EliminarUn abrazo.
He de reconocer que ese tipo de actitud es más normal de lo que debiera ser. También he sido víctima de ello en plan comercial y da mucha rabia.
ResponderEliminarUn abrazo.
Alfred, pues yo pensaba que sería algo muy casual en los tiempos que corren.
EliminarAbrazos.
Me costaría reclamar la deuda, envidio a quien sabe hacerlo. Un abrazo
ResponderEliminarA mí también me costaría mucho, Ester, pero creo que hizo bien.
EliminarUn beso.
Por desgracias hay mucha gente así, que va viviendo de echarle morro a las cosas.
ResponderEliminarSalu2, Mara.
Si tienes un negocio, no puedes permitir que te tomen el pelo, Dyhego, creo que hizo bien la frutera.
EliminarUn saludo.
A mi me da apuro reclamar una deuda, eso pasa mucho. Desgraciadamente abundan ese tipo de personas.
ResponderEliminarUn abrazo.
A mi me ocurrió una vez en tiempos de las pesetas con una prima que nunca volvió a recordar que me debía 1000.
EliminarUn beso Franconeti.
Aún recuerdo las libretillas que tenian los tendereos en otros tiempos, en ellas se anotaba lo que se debia, pensaba que las deudas a este sector se habia terminado, puede que no esté al día, en los supermercados eso no ocurre, pagas lo que te llevas y si no lo devuelves sobre la marcha.
ResponderEliminarSaludos
Antes eso era normal Emilio, pero en los tiempos que corren yo también espero que esto no suceda a menudo.
EliminarUn saludo.
Hace unos años eran muchas las tiendas de barrio que tenían que cerrar por la morosidad de los clientes, también hay muchas personas que apenas tienen recursos y van subsistiendo gracias a la bondad de esos pequeños tenderos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Helio, si así ocurría y en algún caso sigue ocurriendo, las situaciones serán muy difíciles para ambas partes. En este caso tiene mucho morro estar presumiendo de su compra ante la persona a la debe dinero.
EliminarAbrazos.
No tengo a nadie que me deba nada... Pero cuando tiempo atrás, de cuando leía y comentaba sobre libros, y dejaba alguno, que no acaba de volver a la estantería, encontré el método ideal para que me los devolviesen al día siguiente de cuando se los recordaba... Había dejado uno!
ResponderEliminar- Hola, recuerdas que hace un par de meses te dejé tres libros...
- ¿Tres libros? No no. Sólo me dejaste uno...
Al día siguiente, el libro. Y tan amigos.
Abrazos Mara.
Ja, ja, ja, Ernesto. Me parece un método original y que nunca falla. Lo tendré en cuenta por si se da el caso.
EliminarAbrazo grande.
Sobre el dinero, más o menos!
ResponderEliminar¿Te deben 300€?
- ¿Cuándo vas a devolverme los 500€ que te dejé?
¡No suele fallar!
Después ya no te vuelven a pedir... :))))))
Chao.
👍
Eliminar¡Genial Ernesto!
EliminarJa ja que cara sin vergoña
ResponderEliminarFascinante lo que has escrito Siempre me hacen sonreir tus maravillosas letras
Siempre bondadosa con mis letras, Mucha.
EliminarMil besos.
que expresión tan nuestra para calificar a ese tipo de personas.
ResponderEliminarsaludos.
Sí, Tomás, hay muchas, ¡que cara! ¡qué morro! ¡qué rostro! ... Todas me gustan.
EliminarUn saludo.
Hay gente muy descarada. Cómo viven a costa de otros. Yo no soy buena para cobrar.
ResponderEliminarBesos
Pero mucho, Sara, no piensan en el medio de vida de la gente que tiene un negocio y sólo dependen de él.
EliminarUn beso.
Esta señora tiene mucha cara, debe dinero en la frutería pero se compra unos botines, se de algunos casos parecidos, siempre me pregunto ¿Por qué en las farmacias nadie pide fiado?.
ResponderEliminarAbrazos.
Pero mucha cara, Conchi, que además no era una cantidad muy grande para ella pero sí para la frutera si más de un cliente hace lo mismo.
EliminarEn las farmacias no ocurre. Será porque son productos de primera necesidad.
Besos.
que atrevida, me da verguenza ajena
ResponderEliminarPues sí Bella, yo lo pasé mal al presenciarlo.
EliminarBesos.
Hola Mara, desde luego que cara tenia la señora, no tiene para pagar a la frutera pero si para comprarse los botines, la frutera esta trabajando ganándose la vida y la otra aprovechándose de su buena fe, menuda jeta.
ResponderEliminarBesos.
Sí, Piruja, espero que estos casos no se den muy a menudo de lo contrario más de un negocio tendrá que cerrar.
EliminarUn beso.