Esta semana son las fiestas de San Froilán. El tiempo es buenísimo y León está petao de gente.
Bien, pues el domingo fuimo al mercadillo del Rastro. Nos detuvimos en un puesto en el que muchas mujeres levantaban prendas y preguntaban precios. A mi lado dos treintañeras miraban y remiraban las prendas. Una señora mayor a su lado hacía lo mismo. Llevaba un bolso tipo monedero y lo posó sobre la ropa para utilizar sus manos.
Al rato la señora con la cara descompuesta, buscaba su bolso entre la ropa y desesperada decía que sólo lo había posado un momento. Viendo lo mal que lo estaba pasando la señora, una de las chicas le sugirió: ¿Quiere que marquemos el número de su móvil para ver dónde suena? La anciana aceptó rápidamente dando el número a la joven.
El teléfono sonó. ¿Dónde? En el cajón del dinero del gitano vendedor que se hacía el loco. Hasta que todo el mundo lo señaló y no tuvo más remedio que sacar el bolso que nunca podría haberse metido allí sin ayuda.
La anciana estaba tan ocupada en agradecer a las jóvenes la idea y recuperar su bolso, que no señaló al vendedor como culpable. Lo hicieron el grupo que estaba alrededor con miradas acusadoras y retirándose del puesto.
A veces, las miradas delatan más que las palabras.
Las jóvenes dieron una gran muestra de empatía : “Una voz puede cambiar un espacio" de Barack Obama.
Pues tuvo suerte la señora de la idea de la otra chica. Cuando roban un móvil pueden robar media vida porque a la gente mayor le cuesta mucho manejarse con móviles diferentes y tampoco tienen demasiados datos en la nube para poder recuperar. Una pena que se aprovechen así de los más vulnerables. Te deseo un feliz domingo
ResponderEliminarSiempre están atentos al menor descuido.
ResponderEliminarSaludos,
J.
Una buena idea la de las chicas, no te puedes descuidar ni un minuto, era para haber denunciado al sujeto llamando a la policía, a saber cuantas veces lo habrá hecho.
ResponderEliminarBesos.
Pues tuvo suerte la señora con la buena idea de la chica.
ResponderEliminarEl vendedor, como para fisrse de él.
Un abrazo.