jueves, 19 de noviembre de 2015

¡¡Despechada!!





Sí, sí, Rut es una mujer muy trabajadora pero... se siente despechada. Actúa con su ex, como el perro del hortelano...

Existen algunas mujeres así, no tantas como piensan algunos, pero si existen. Rut tomó la decisión de separarse de su marido con el que tenia una hija, porque se había enamorado de otro hombre que no le hizo el caso que ella esperaba, 

Después de un tiempo su ex-marido también encontró una nueva pareja. Pues, es ahora cuando  Rut no deja en paz al padre de su niña. Es un padrazo y cumple con su pensión y obligaciones como padre. La que fue sus suegra le adora y le invita a comer a menudo a pesar de que sabe que a su hija no le parece nada bien que lo haga. 

Rut, lleva de cuenta que su ex, le debe unos gastos extras de la niña. Él no se ha negado a pagar sino que le ha dicho que lo hará pronto. Ella  sigue con su neura de que lo haga, ya. 

La semana pasada fue al portal de su ex, y miró su correspondencia. En un sobre se adivinaba una tarjeta del banco. Sin cortarse un pelo, lo abrió pensando: "Seguro que tiene la misma contraseña, con lo confiado que es, fijo que no la ha cambiado".

 ¡Toma, bingo, la misma! Rut tiene una floristería y cargó flores de su negocio a la tarjeta de su ex por un pico. Cuando él la llamó sospechando...  ya no es la primera vez que le hace alguna putada... Le dijo la descarada que se había cobrado lo que le debía.

El colmo fue con el vestido de Primera Comunión  de la niña, en mayo pasado, como él no acababa de darle el dinero, fue y le rajó las cuatro ruedas del coche. Él la llamó, porque como la conoce, sabe de lo que es capaz. Ni se lo negó, le soltó: "Te dije que te iba a salir más caro". 

Mi sombra piensa que Rut tiene un grave problema. Lo último ha sido ponerle un detective a su rival, o sea a la nueva pareja del padre de su hija, para saber todo de ella. 

No sé si será que en el pecado se lleva la penitencia ... ya que ultimamente Rut se está medicando por depresión. 


Nuestros actos repercuten en nuestra salud:"Aquello que no somos capaces de aceptar, es la única causa de nuestro sufrimiento" de Gerardo Schmedling.



5 comentarios:

  1. Las mujeres despechadas tienden a no razonar, mucho cuidado con ellas.

    Un abrazo

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  2. Los trastornos de posesión, la rabia, la envidia...malas consejeras sin duda.

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  3. Pero mucho, mucho cuidado, MalquErida, son imprevisibles, pero alguna como ésta se pasa, la verdad. Abrazos.

    Y tanto, Pilar, pero hay casos denunciables sin duda alguna. Saludos.

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  4. Ni vive ni deja vivir. Una pena.
    Besitos

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  5. Cuesta pensar que haya mujeres así, lopillas, pero las hay aunque yo es la única que conozco. Un abrazo.

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