jueves, 26 de abril de 2018

Desechar libros


Tirar libros, ¡qué difícil! Escribo rodeada de estanterías llenas de libros. Hay dos colecciones de Premios Planeta que muchos de ellos no puedes pasar de la mitad de lo aburridos que son, pero han sido premiados por los "entendidos", nada más que decir.

No hace mucho en una columna periodística leí que el 80 % de los libros que se escriben son innecesarios y hacen un flaco favor a la Naturaleza. Aquí donde estoy, la mayoría de los libros no son de lectura, son de la carrera de mi marido, de las de mis hijos y de la mía. Libros y cuadernos. Mis cuadernos de bachillerato escritos con pluma estilográfica, mis nietos dirían ¿qué es eso?, cuadernos de matemáticas con apuntes del profesor Solans. Aquí está el árbol con sus tres ramas de la Trigronometría como él nos hacía ver, aquí están: Tales, Pitágoras, Tartaglia...

Son algunos cuadernos y muchos, muchos libros que raramente se han vuelto a pasar sus páginas amarillentas y  oscurecidos por el tiempo. Pero me cuesta llevarlos a reciclar.

El famoso superventas de  Marie Kondo "La Magia del Orden"  me encanta, otra cosa es llegar a ponerlo en práctica. Para ella la organización empieza por la eliminación. “La verdadera vida comienza después de poner tu casa en orden”, asegura. Yo le doy la razón, pero con los libros no puedo. Su filosofía me seduce, dejar sólo lo que nos da felicidad y dicha en la cantidad justa. “Cuando experimentes lo que es tener una casa realmente ordenada, sentirás cómo se ilumina todo tu mundo”; “ordenas tu casa, pero también ordenas tus asuntos y tu pasado"  

No sé si estos libros de tantos años me dan felicidad; mirarlos me recuerda lo mucho que trabajé. “Recomiendo de manera especial a mis clientes que eviten ser vistos por sus padres y familiares. A los padres les angustia mucho ver lo que desechan sus hijos". No es mi caso, je, je, aquí traen ropa y cosas suyas que no quieren desechar y no les caben en el piso. Más de una vez me he desecho de algunas cosas de mis hijos y luego vienen: Mamá, ¿a que ya me has tirado tal cosa? ¿Y qué hacía yo en tiempos? lo mismo que ellos, lo que sobraba,  para la casa de mi madre. ¿Cómo tiro algo que no es mío? Desde luego tiene que ser sin que me vean. 

“Cuando te topes con algo de lo que no puedes desprenderte piensa con cuidado sobre su verdadero propósito en tu vida. Te sorprenderá cuántas cosas que posees ya cumplieron su función. Al reconocer su contribución y dejarlas ir con gratitud, serás capaz de poner en verdadero orden las cosas que posees y toda tu vida” dice Kondo. Está bien cuando mis nietos crezcan lo pensaré porque tendré más tiempo para hacerlo.


Algún día seguiré a Kondo: “Ordenar bibliotecas es ejercer de un modo silencioso el arte de la crítica” de Jorge Luis Borges.



26 comentarios:

  1. Me he sentido retratada casi punto por punto, los libros no se tiran, pero ocupan, así que no hay mucho sitio para figuras, jarrones y adornos. Un abrazo

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    1. No me extraña Ester, ya lo creo que ocupan. Las figuras y jarrones aquí apenas media docena y claro no al alcance de los niños. Un beso.

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  2. Cuando me deshago de algún libro, lo suelo llevar a las tiendas de segunda mano o bien a los casales de jubilados que también los aceptan.

    Besos de Espíritu sin Nombre.

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    1. Es lo mejor Conchi, pero aún así yo no acabo de decidirme. Abrazos.

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  3. Uy no puedo hacerlo y debería porque ocupan mucho sitio pero.. es que forman parte de mi.
    Un abrazo

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    1. Ya lo creo Conxita, nos han acompañado muchos años y cuesta desprenderse de ellos. Besos.

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  4. Cuesta deshacerse los amigos.
    Besos.

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    1. Tú lo has dicho Alfred, son amigos que jamás te traicionarán. Un abrazo.

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  5. Fíjate que yo no guardo ni libros ni nada que no use. Los libros así viniera Cervantes a recomendarme alguno, si no me gusta, lo regalo o dono o lo boto. Hay libros que sí deben ir a la basura, incluso premiados.
    Cuando te decidas a vender, donar o botar todo ese cúmulo, te sentirás muy liberada, ligera, mucho más dinámica y feliz. Lo verás... ¡Atrévete!
    Un abrazo.

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    1. Sara, qué ánimos, casi estoy por empezar a liberar espacios, estoy convencida pero a la hora de mirar me digo:este no, este tampoco. Pero tienes toda la razón. Besos.

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  6. Hay cosas de las que te cuesta deshacerte pero en los actuales pisos poco coge.

    Saludos.

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    1. Sí Tomás, muy poco espacio, yo vivo en una casa y tengo algo más de espacio pero al final se ocupa todo. Un abrazo.

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  7. Jajaja, como te entiendo respecto a los libros, cuadernos y demás objetos de escritura. Voy acumulando y no soy capaz de desprenderme de ninguno. Respecto a la ropa y demás enseres, de vez en cuando me da por dejar los armarios limpios y no paro...
    Besos.

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    1. Pues ya somos dos Maripaz. Tengo una cuñada que dice que le relaja ordenar los armarios, a los míos le sobra ropa.Un beso.

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  8. Me ha encantado Mara, nosotros también tenemos unos cuantos libros, el problema es que cada vez sale uno entran tres. Jajajaja. Ojala encontremos todos el equilibrio libreril. Un abrazo.

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    1. Eso Ainhoa, equilibrio no se puede guardar todo, entonces ¿por qué cuesta tanto hacer sitio libre? Habrá que intentarlo. Besos.

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  9. "Ordena tu casa, deshazte de los libros" me suena a "consume, no pienses".
    El espacio vacío es un concepto de oriente que en occidente siempre es mal entendido. El espacio vacío oriental es un vacío de elementos superfluos, para tener más "espacio" de conocerse a uno mismo. Occidente, claro, lo convirtió en una excusa para vender casas y departamentos cada vez más pequeños y despojados.

    ¿Tirar libros?
    Ni de casualidad. Algo hay en ellos que genera tanto miedo a los poderosos.

    Saludos,

    J.

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    1. Me gusta tu visión del tema José. Lo importante es conocerse y profundizar en uno mismo con espacio y sin espacio, pero occidente todo lo ve bajo el prisma del consumo. A los poderosos siempre les ha dado miedo el interés por la cultura je, je, por algo será. Un abrazo.

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  10. Cada año montamos unas carpas por Sant Jordi, donde repartimos los libros que vamos recogiendo el resto del año, entre la gente que nos llama porque quiere deshacerse de ellos. Repartimos muchos cientos, la mayoría a niños que se paran, preguntan y se preocupan por saber qué libro será el mejor para sus padres.
    Yo tengo tantos que no sé qué hacer con ellos, ¡ojo! ninguno de los que repartimos, y siempre me pregunto, por qué no puedo desprenderme de ellos, si para mi es tan fácil.

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    1. Sí, hippie, aquí también hay lugares adonde se pueden entregar los libros. Pero si muchos ya sólo valen para el contenedor de reciclado, ¿por qué no lo hago? misterio.
      Gracias por tu visita. Saludos.

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  11. Muy lindo texto, y realmente he de decirte que a mí a veces me cuesta deshacerme de cosas, entre ellas los libros, pero cuando me viene la compulsión del orden arraso con todo.
    Besos desde cristaldeestrella.blogspot.com o planetasdecristal.blogspot.com.

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    1. Pues me parece estupendo Paula, espero que a mí también me venga la compulsión. Gracias por visitar mi casa, pasaré por la tuya. Saludos.

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  12. Ofú tirar libros, que quieres que te diga. Por necesidades de espacio ¿? tuvimos que deshacernos de unos cuantos. Espero que donde este ahora les sirvan a alguien como me sirvieron a mi.
    En supuesta compensación, por Reyes, mis hijos me regalaron un Kindle desos, pero no es lo mismo.
    Abrazos.

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    1. Ya lo sé que no es lo mismo Naranjito, yo tengo uno y a veces se me va la página y tardo en encontrarla. Además el papel es el papel. Un abrazo.

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  13. Te comprendo perfectamente. Me costó mucho tirar apuntes de la carrera, que por otra parte estaban más que obsoletos ya, y de los libros ni te cuento. Los apuntes los fui rompiendo pero los libros de mis estudios soy incapaz de desprenderme de ellos.
    Cuando estoy harta ya de que no me quepan los libros de lectura en las estanterías hago un paquete con los que no me han gustado y los llevo a un lugar de un pequeño y hermoso pueblo de la costa levantina, en este lugar tu dejas los no quieres y si hay alguno que te interesa lo coges y ya está. Es un bonito intercambio promocionado por el propio municipio.
    Besos

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    1. Así me pasa a mí Ambar, tengo que empezar a desechar por lo menos apuntes y cuadernos, luego los libros. Aquí a veces hay campañas también de intercambio pero mis libros siguen en las estanterías, ¿hasta cuándo? no lo sé pero debo empezar a pensar en dejar espacios libres cuanto antes je, je. Un beso.

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