Oliva vive en una casita en una localidad cercana a la capital, donde también tiene un apartamento alquilado. El inquilino estuvo varios años en el pisito. Era un hombre soltero y siempre pagó su alquiler sin darle problema alguno a su dueña.
Pero... Oliva comenzó a pensar en doblar la renta a su inquilino pero como llevaba varios años prefirió decirle que debía de dejar el piso porque ella iba a venir a la ciudad y lo necesitaba para vivir. Oliva estuvo sólo dos meses en el piso después de dejarlo su buen inquilino y decidió volver a alquilarlo por una renta muy superior a la anterior que era su único propósito.
Se lo alquiló a una mujer joven, sola que trabajaba en unos grandes almacenes y que tenía un perro, aunque Oliva nunca supo nada del animal. Pasó un año, llegó la pandemia y pasaron los meses.
Hace un mes, la nueva inquilina llamó a Oliva. La conversación fue breve. Simplemente era para decirle que no podía seguir en el apartamento porque no lo podía pagar. Se fue de un día para otro.
Oliva llegó a su piso y al abrir la puerta el olor la echó para atrás antes de cruzar el umbral, a pesar de llevar la mascarilla. Lo que vio la dejó atónita. El parqué rallado y con enormes manchas, las puertas mordidas, el sofá destrozado, hasta el colchón de su cama estaba inmundo. Fue al seguro que le comunicó que en ningún momento les había mencionado que en el piso había un perro.
Pensó en denunciar a la inquilina: el abogado, el juicio, las costas... Seguro que su inquilina diría que era insolvente.
Al final decidió apechugar con el problema. Los operarios del parqué, los pintores, los carpinteros... Todos coincidían: Jamás habían entrado en un lugar que oliera tan mal. ¡Ni con la pintura se le va el olor! Varios trabajadores sacaron el sofá, el colchón, una mesa todo iría a parar al Punto Limpio.
A Oliva, la jugada, le está costando un ojo de la cara y la salud por el disgusto. Eso sí ha aprendido la lección: Cuando se tiene un buen inquilino se ha de cuidar y no intentar abusar de la renta pues al final, como a ella le ocurrió, puede salir caro el cambio.
Perdiendo también se aprende: "Ganamos justicia más rápidamente si hacemos justicia a la parte contraria" de Mahatma Gandhi.
Hola Mara, seguro que con esta experiencia aprendió la lección. A veces por un poco mas de dinero, no somos conscientes que lo podemos perder todo.
ResponderEliminarEs una historia para la reflexión.
Un cálido abrazo.
Hola Cristina. Espero que sí le sirva de experiencia para valorar mejor lo que tenía.
EliminarUn abrazo.
Con lo dificil que es encontrar un buen inquilino, esas cosas no deben alegrarnos pero le esta bien empleado. Un abrazo
ResponderEliminarAsí es Ester, alegrarnos no, pero tomar nota por lo que nos pueda pasar en una ocasión semejante. Un beso.
EliminarLa avaricia rompe el saco.
ResponderEliminarBesos.
Casi siempre se cumple Alfred, a veces valoramos poco tener un buen inquilino.
EliminarUn abrazo.
Ahora se está debatiendo la "ley de alquiler", no se como saldrá, pero hay que responsabilizar en el alquiler a las dos partes y evitar hacer del alquiler un gran negocio para el arrendador.
ResponderEliminarSaludos
No sé como quedará Emilio. La gente se queja porque tal y como está favorecen al que alquila. Veremos lo que ocurre. Un saludo.
EliminarCertera cita de Gandhi.
ResponderEliminarSobre la "ley del alquiler", que está claro que requiere de ajustes "por las dos partes", es evidente que la cosa va por legislar en base a los abusos que, o bien surgen de los fondos buitres, o bien de pisos turísticos de última hora. O zonas tensionadas como pueden ser los centros de Madrid, Barcelona, etc.
Es evidente que fuera de estos tres aspectos, o algún matiz más, no cabe incluir en "evitar hacer del alquiler un gran negocio para el arrendador" simple que ha decidido invertir sus ahorros en un medio, legal y natural, que le asegure ciertas rentas.
Si no hubiese arrendadores simples invirtiendo en pisos simples para alquilar, ¿dónde, con las políticas de vivienda del PP, hoy en la oposición, iban a poder vivir las personas que no pueden adquirir su propia vivienda?
Residimos en pisos de alquiler desde siempre. Jamás un solo problema ni con las rentas ni arrendadores.
Abrazos Mara.
Hola Ernesto. Supongo que la ley tendrá su aquel por las dos partes. De momento los que más se quejan son los inquilinos con lo que quieren hacer.
EliminarLa verdad es que los arrendadores son imprescindibles y sus aspiraciones justas pero los abusos crean problemas a las dos partes. Si, así fue desde siempre pero ahora hay otros intereses y la verdad hay inquilinos que dejan mucho que desear.
Un abrazo.
Ciertamente, "la avaricia rompe el saco", es una moraleja que no se tiene muy en cuenta -antes de...-, sino después de...
ResponderEliminarFeliz finde.
Besos.
Así es Mari Carmen. Cando uno no tiene problemas a veces los busca por muy legítimo que sea.
EliminarBesos.
Al articulo le añadiría otro dicho muy nuestro "mas vale pájaro en mano que ciento volando", al pronto me vino otro "mas vale lo malo conocido que lo bueno por conocer".
ResponderEliminarSaludos.
Ambos valen Tomás. La verdad es que tiene que ser terrible comprobar que te han destrozado el piso. Un saludo.
EliminarExcelente narración para meditar.
ResponderEliminarTambién es un placer visitar tu sitio :)
Un saludo
Gracias Volarela. Un poco si da que pensar.
EliminarSaludos.
Es tan certero tu consejo que no creo que nadie se anime a seguirlo, jajajajaja.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sí, Pitt. derecho tienen los arrendadores al cambio, sólo que a veces no les compensa como en este caso pero ya fue tarde para el remedio.
ResponderEliminarAbrazos.
Hola Mara!
ResponderEliminarA diferencia de otras inversiones, el contrato de alquiler involucra personas (y sus motivaciones y necesidades disímiles) por lo que además de considerar el número frío de la ganancia habría que pensar en otras variables.
Mi padre siempre actuó como el personaje de tu relato y nunca tuvo problema.
Besos y nos leemos!
Hola Etienne. Tienes razón hay variables a tener en cuenta no sólo el dinero, por supuesto el derecho al cambio es totalmente del arrendatario.
ResponderEliminarUn abrazo.
Hay tanto que decir sobre los alquileres.
ResponderEliminarLo que me parece inaceptable es que el inquilino destroce la casa, y pasa en muchas ocasiones. Ahí la ley debería ser mucho más dura. (Y conste que no son arrendador).
Salu2.
Desde luego el inquilino irresponsable debería de estar en una lista oficial porque se cree a veces que por no ser dueño del piso tiene derecho a dejarlo hecho unos zorros o incluso como a un sobrino mío que se llevó el inquilino el sofá.
ResponderEliminarUn abrazo.