jueves, 20 de enero de 2022

Chiquillada



A raíz de de lo ocurrido en algunas Comunidades Autonómicas con las niñas tuteladas que fueron prostituidas, se da una cuenta de que existen unos protocolos demasiado largos: Primero el centro, que pasa la pelota a los servicios sociales provinciales, éstos la pasan a la comunidad, ésta a la justicia... Y... al final la denuncia se pierde en un despacho sin solución y en algunos casos, con efecto negativo para las víctimas. 

Con estos hechos deleznables, vino a mi mente de sombra un caso que nos ocurrió en el colegio. No hacía mucho que la ley había convertido a nuestras escuelas unitarias en un CRA (Colegio Rural Agrupado). Cada maestra seguía teniendo y dando clase en su escuela pero en la población más grande se formó un equipo directivo con: director, secretario, jefe de estudios... con el que había que contar para cualquier iniciativa.

Merche daba clase en su escuela con niños de varias edades. Durante uno de los recreos un niño de 8 años entró al servicio. Cuando iba por el pasillo para salir al patio, una niña de 6 años iba a entrar y al escolar se le ocurrió enseñarle el pene. La niña salió corriendo para decírselo a Merche, su profesora. La maestra castigó el resto del recreo al niño en clase, además de echarle la típica bronca. 

Parecía que todo había quedado ahí. Pues no. La niña lo contó en casa: "Alex hoy me enseñó la "pirulina" en clase.  ¡¡Quééé!! La madre, que era una "tocapelotas", que las hay, se le ocurrió sin más escribir una carta a la Dirección Provincial dando cuenta del caso sin pasar por protocolo alguno.

 ¡Se armó la marimorena! El inspector se presentó en el Centro, reunió al equipo directivo, que no sabía nada del caso y les dio, según él, la mejor solución: Había que sacar a ese niño del colegio inmediatamente. Se llamó a la profesora y ésta pidió tiempo. 

¿Cómo se iba a enviar a un niño, por una chiquillada, fuera de su entorno familiar? Aquello había que pararlo. Llamó a la madre. Le explicó cómo había sucedido, la madre superindignada dijo que pensaba sacar a su hija del colegio. Merche intentó razonar: Tú verás lo que haces, eso no se volverá a repetir, te doy mi palabra, son chiquillos. Tu hija está feliz aquí, tiene dos amiguitas de su edad que las ves siempre juntas, se llevan muy bien. La madre parecía que no había entrado en razón y se fue con el ceño fruncido. 

Al día siguiente la niña le dijo a Merche que ella no quería ir para otro colegio. La profesora llamó al centro para informar y que de momento no movieran ficha. Por el bien de los niños todo quedó ahí. Nadie, excepto Merche y la madre que como anteriormente hacía, cada dos por tres iba en el recreo a hablar con la profesora y a decirle que si fulanito había llamado "acusita" a su hija o que fulanito había llenado la boca de agua y le había mojado el babi a su niña.

¡La maestra con eso ya contaba, paciencia! Merche solucionó el problema como cuando ella sola en su escuela, sin equipo directivo, tomaba la mejor solución. Sobre todo pensando en los niños no se puede hacer una montaña de un grano de arena.

También  es cierto que, a veces, hay casos graves cuya solución se pierde entre largos protocolos.  Ya lo decía mi abuela: "Muchos cocineros estropean el cocido".


Siempre hay varias soluciones: "La enseñanza que deja huella no es la que se hace de cabeza a cabeza, sino de corazón a corazón" de H. G. Hendricks.



16 comentarios:

  1. La cita y el relato, como siempre, atrayentes, pero me quedo con esa otra de tu abuela que resume muy bien tantas y tantas cosas que ... "Muchos cocineros estropean el cocido".
    Un abrazo, Mara.

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    1. Pues sí Enrique, yo creo que sin tantos políticos y funcionarios nuestro país iría mucho mejor y más fácil de ponerse de acuerdo.
      Abrazo grande.

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  2. Aunque interesante el caso del colegio, lo de los centros de acogida son palabras mayores, no conozco los hechos salvo que unas niñas que tendrían que ser protegidas en esos centros por la comunidad correspondiente, no lo eran, ¿causas?, siempre es el dinero y lo que esto supone, centros sobrecargados de crios/crias con las hormonas exaltadas y de difícil trato social, por ello están ahí, otra posible causa, la falta de personal formado para trata esos temas, personal mal pagado para un trabajo tan duro y difícil como "meter por vereda" a estos chavales/as, desmotivación, cansancio a causa de los dos años de pandemia, me imagino que habrá más motivos y que cada comunidad tendrá sus causas diferente, yo he puesto unas de ellas.

    Saludos

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    1. Hola Emilio. Toda la razón, para nada es comparable el caso del colegio con los de las niñas prostituidas, yo quiero hacer más hincapié en los protocolos que a veces los papeles se quedan en los despachos sin dar soluciones al problema y en este caso tan grave aún no hay solución.
      Un cordial saludo.

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  3. Como nos dices una chiquillada que ahora se da mas importancia a la que tiempo atrás se daba.
    Las sentencias de las abuelas como las de la tuya son de gran valor.
    Te cuento algo que me ocurrió a mi en la adolescencia hablando si íbamos detrás de unas chicas, otro y yo nos fuimos detrás unos minutos y al ir a reunirnos con los otros sin intención mía una de ellas tropezó con mi pie (quizás calcule mal el paso). Al ir a curarse de unas heridas un profesor la debió preguntar y le diría que fui yo al subir a clase me dio un cachete el profesor.
    Decirte que no fue causa para llevarme mal tanto con el profesor como con la compañera, con la que quizás baile en alguna ocasión en la juventud sin comentar nada del caso.

    Saludos.

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    1. Hola Tomás. Pues sí a veces sin comerlo ni beberlo se comía uno el marrón como te ocurrió a ti. Hoy para lo tuyo habría una denuncia.
      Se aceptaba el castigo sin rencores así debía de ser siempre.
      Un abrazo.

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  4. es real y bueno la tragedia de los que ahora
















    El final es tan cierto y tan verdadero Abrazos querida

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  5. Hola Mara; muy interesante tu blog, me encanta, son problemas del día a día muchas veces se sacan de contexto cuando son chiquilladas, los que vamos teniendo una edad, recordamos en la escuela pues hechos vividos y no se le daba tanta importancia o no mas de la que realmente tiene, los maestros y las maestras hay que confiar en ellos plenamente dejarlos hacer su labor confiar en su profesionalidad y la mayoría de las veces se resuelve todo de la mejor manera posible.
    Saludos.

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    1. Gracias José Antonio. Hoy los profesores lo tienen mucho más difícil por parte de los padres que suelen dar la razón a los hijos de cualquier problema y le montan un pollo al maestro o maestra de turno por una pequeñez.
      Un saludo.

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  6. "La enseñanza que deja huella no es la que se hace de cabeza a cabeza, sino de corazón a corazón" Una frase que te hace reflexionar.

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  7. Hola Frases Bonitas. Te sigo y me encantan tus frases porque yo también soy fan de las frases célebres.
    Un abrazo.

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