¡Cómo hemos cambiado!
Esta anécdota que voy a contar ocurrió hace 60 años.
Las protagonistas fuimos: mi hermana, una amigo y mi sombra. Estábamos en una residencia en Cataluña, dirigida por monjas seculares, trabajando y estudiando, internas. Aquel septiembre del 65 decidimos irnos a pasar 15 días de vacaciones a Mallorca.
No se nos permitía poner ningún tipo de pantalón, Por lo que esto da una idea de lo que nos permitían y lo que no. Realmente teníamos los ojos cerrados en cuanto a lo que ocurría en el mundo. Asi y todo decidimos que llevaríamos pantalones cortos a la playa.
Las monjas de nuestra residencia nos buscaron alojamiento, en una residencia parecida, en Palma. Por la mañana cuando bajábamos a la playa más cercana, pasábamos por un bosquecillo donde cambiábamos nuestros vestidos o faldas por los short para que no nos vieran las monjas.
En la playa lo primero que ocurrió fue quemarnos por querer llevarnos el sol en la piel de sopetón. Lo segundo pasó mucho tiempo, hasta que nos dimos cuenta de qué clase de playa era aquella. Había muchos chicos guapos y muy bien formados que aún estando muy cerca de nosotras jamás nos dirigieron la palabra. ¡Ni nos miraban! Lo que nos resultaba raro, ya que éramos jóvene y bien parecidas.
Ya lo habrán imaginado. Era una playa abarrotada principalmente de homoxesuales.
¡Por fin caímos del árbol!
Unas ingenuas, eso es lo que éramos. Las astutas monjas sabían a qué lugar nos dejaban ir. Entonces, a pesar de tener 18 y 19 años, aún éramos menores de edad porque la mayoría se daba a los 21 años y las misioneras se quisieron asegurar que no tendríamos problemas con los chicos.
Y... nosotras "en Babia", aunque lejos de León.
Hoy, cuando mis niet@s duermen con sus parejas recien cumplida la mayoría de edad o antes, me sale una sonrisa.
El verano y el otoño nos invitan a viajar: "Un viaje es una nueva vida, con un nacimiento, un crecimiento y una muerte, que nos es ofrecida en el interior de la otra. Aprovechémoslo" de Paul Morand.
Bonita anécdota, las cosas eran diferentes pero no pasaba nada. Un abrazo
ResponderEliminarMuy diferentes. Gracias Ester.
EliminarUn beso.
Qué pillinas eran.
ResponderEliminarUn recuerdo para siempre.
Besos.
Por entonces era una ingenua total Verónica.
EliminarUn beso.
es verdad, antes el pantalón en las mujeres era algo muy rupturista. nunca vi llevarlo a ninguna de mis dos abuelas.
ResponderEliminarpor desgracia estudié en un colegio del opus, así que el afán por demonizar todo lo relacionado con la sexualidad y la libido me suena mucho...
abrazos, mara!!
Hola Chema, si estudiaste en el Opus, sí sabes muy bien de lo que hablo. Era una obsesión lo que tenían con el tema.
EliminarAbrazo grande.
Era otros tiempos. Ahora no sorprende casi nada. Buena anécdota para recordar.
ResponderEliminarUn abrazo.
Así era Mari Carmen. Te doy la razón. Estamos perdiendo la emoción de la sorpresa.
EliminarAbrazos.
En aquellos años todo estaba muy controlado por el clero y nos controlaban hasta la forma de vestir.
ResponderEliminarCreo que fue unos pocos años mas tarde de esta anécdota tuya cuando a una entonces joven por llevar pantalones el sacerdote la negó la comunión.
Esa Joven, hoy una respetable señora, vivía en León ciudad y creo que aun siga viviendo, en todos sentidos, allí.
Saludos.
sí, Tomás demasiado controlado.
EliminarPues sí fue un caso muy real, es increíble llegar a ese punto.
Puede ser hace mucho tiempo que dejé ese pueblo.
Saludos.
"Cómo han pasado los años.
ResponderEliminarCómo cambiaron las cosas.
Y aquí estamos lado a lado..."
Canta Rocío Durcal.
Hola Mara.
Leyendo tu historia y sin mucho que añadir, estaba recordando esta canción. Y,
Se me ha ocurrido reproducirla! :)))))
Simple anécdota de finde desde Bilbao a León.
Abrazos.
Bonita canción Ernesto y que es muy real si recordamos el tiempo pasado.
EliminarAbrazo grande.
La moral en aquel tiempo era un constructo social de ccontrol. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarTotalmente Carlos. Un control a todos los niveles. Menos mal que hemos cambiado nosotros porque por ellos seguiríamos igual.
EliminarSaludos.
Hola Mara, anda que no saben las monjas ni nada jeje, mira que eramos tontas y ahora la juventud no tiene nada que ver.
ResponderEliminarGraciosa anecdota.
Besos.
Hola Piruja. Yo supertonta, no tenía ni idea del tema.
EliminarUn beso.
Se vivía la separación de sexos como una obsesión.
ResponderEliminarBesos.
Para la iglesia el sexo era más que una obsesión, así luego pasa lo de los curas pederastas.
EliminarUn beso.
Si cambiaron los tiempos, lajuventud de los sesenta no tenía nada que ver con lo actual.
ResponderEliminarLa represión política y católica no permitía muchas alegrias.
Un abrazo.
Nada, nada que ver, para ellos todo era malo.
EliminarAbrazos, Helio.