viernes, 12 de octubre de 2007

En la La Pícara Justina






¡Yo soy!






Soy la sombra que observa a un grupo de quinceañeros. Rodean a un guapo muchacho rubio, con melena, que está sentado en el respaldo de uno de los bancos del paseo, vestido con un jersey "Privata" a rayas rojas y blancas y un pantalón "Levi´s" por el que se le ve una rodilla. ¡Pijo! ¡Pijo.


Llega una joven que dirigiéndose al "melenas" pregunta: ¿Dónde te has metido que no te hemos visto la jeta desde hace dos semanas?

Otro chico del grupo le contesta: "Que te lo cuente, que te lo cuente, in fraganti los pillaron"

_Cuenta, cuenta _dice la joven.

El "guaperas" comienza a contar mientras fuma:

_Pues nada. Mis hermanos y yo nos acostamos pronto, sobre las doce, para salir a la una como habíamos quedado para el "botellón". Mis padres se acostaron en seguida. Cuando pensamos que ya dormían empezamos el "plan" _fuma una calada y prosigue:

_Apareció mi madre. Primero en la habitación de mis hermanas. La mayor tiraba despacio de la persiana mientras la pequeña se disponía a saltar. Sólo la oímos decir: "Parece mentira".
A mi hermano y a mí, cuando abrió la puerta, sólo nos había dado tiempo a meternos vestidos en la cama, pero la ventana aún estaba abierta. Sólo dijo: "Mañana hablaremos".

Y eso es todo. Quince días de casa al instituto y del instituto a casa. Lo peor fue secuestrarnos el móvil, eso fue lo peor. Fue como quedar desnudos.


_Jo, tío _dice la "púber"_ yo que pensaba que era una ventaja vivir en un primero...


Ya lo dijo Jean Cocteau: "La juventud sabe lo que no quiere, antes de saber lo que quiere".




No hay comentarios:

Publicar un comentario