viernes, 12 de octubre de 2007

En la Plaza del Huevo






¡Yo soy!





Soy la sombra que sigue a dos chicos con bastante mala pinta, que no le quitan ojo a un policía fuerte, de pelo cano y andar pausado con leve cojera; que vigila la plaza con las manos a la espalda. Hace unos días le concedieron una medalla por su trabajo.

De repente, los jóvenes "delincuentes" cuchichean algo entre sí y se derigen hacia el poli.

Yo les sigo con curiosidad, mientras pienso...¡qué estarán tramando!

El "madero" les mira, se nota que les conoce y que los ve a menudo.

_ Lo sentimos jefe, supimos lo del "tiro"... -comenta uno.

_ Íbamos a ir a verle al hospital _dijo el otro_ pero ya sabe... porque usted es legal.

¡Es curioso! me fui contenta junto a la sombra contenta del de uniforme.

¡Un funcionario reconocido en su trabajo hasta por los propios "cacos"!


No me preguntes por qué, pero recordé una frase célebre de Gustavo Adolfo Becquer:"Pero sé que conozco a muchas gentes a quienes no conozco".




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