lunes, 22 de septiembre de 2008

En el Barrio La Sal




¡Yo soy!






Varios niños juegan en la arena. Suben y bajan de los diversos aparatos del parque. mientras les miro, veo venir corriendo a dos alumnos de Primaria de unos siete años. Uno de ellos se lanza al círculo de arena, mientras su compañero que le iba a imitar, se para al borde del "coso" y dice:

_No, yo no puedo a mí no me dejan mis padres.

_¡Anda y diviértete!_le contesta el otro. Se meten en la arena, se tumban y lanzan puñados al aire. El primero que habló mira hacia atrás con miedo. Dos parejas de adultos aparecen por la zona ajardinada.

_¡Marcos, Marcos, fuera de la arena! _grita una voz de mujer.

_¡Marcos, ¿has oído? _grita una voz masculina_ cuando llegues a casa una resta llevando y una multiplicación te esperan. ¡Sal de ahí inmiediatamente!

Los dos pequeños salen a regañadientes del redondel. El hijo de los prohibidores dice a su padre:

_Pues déjanos la "Play".

_¡Ni hablar ! Estamos paseando y es hora de distraerse al aire libre.

Yo, tumbada en la arena me pregunto: ¿Para quién se pone la arena en los parques?

Los adultos paseaban mientras fumaban.
Los niños miraban la arena mientras caminaban.

Una mamá joven y yo nos reímos de los adultos. ¡Yo creo que se dieron cuenta!


Disimulando... pensé: "Los niños comienzan por amar a los padres. cuando ya han crecido, los juzgan, y, algunas veces, hasta les perdonan" de Oscar Wilde.




3 comentarios:

  1. Si que se te echaba de menos ;)

    ResponderEliminar
  2. Gracias Chao, gracias Tambaqui. El verano se fue y el otoño nos da la bienvenida. De nuevo mi sombra recorre nuestras calles...

    ResponderEliminar