jueves, 15 de noviembre de 2012

¡Sorpresa infantil!




¡Yo soy!



 Tiene cinco años y medio. Fui a buscarla al cole y dijo que tenía que darme una sorpresa: 

_¡Ah sí!

 _Sí,  hoy alguien anduvo en mi cartera. 

_ Pues eso está muy mal _interrumpí_ ¿Y se puede saber qué es?

_Te lo diré al llegar a casa, dijo muy seria. Nada más atravesar la puerta de casa, abrió con entusiasmo su cartera y me entregó un folio con mariposas y corazones dibujados que ponía:

 "Lara te quiero mucho. ¿Te quieres casar conmigo? Me gustas desde el primer momento que te vi". Firmado Adrián R. 

Lara dijo que tenía que contestarle que sí, y meter la carta en la cartera del niño, sin que él se diera cuenta. Cuando terminó de escribir y adornar con flores y estrellas de colores la contestación diciéndole que sí, pero que cuando fuera mayor, según le dictó mi sombra, dijo: 

_¡Pero tengo un problema! Es que a mi clase van dos Adrián. Yo sé quienes son los dos niños que se llaman así, pero no sé cual de los dos es Adrián R. 

_Bien _ le advertí seria por fuera y sonriendo por dentro _ pues lo primero de todo tienes que enterarte muy bien quién es, de los dos, Adrián R. no te vayas a confundir.

Esta sombra, al día siguiente en el cole, acompañó hasta la fila a la peque. De pronto un pequeño gritó: ¡Lara, Lara, ¿viste la sorpresa? Me despedí con un beso y le susurré al oído: ¡Ése es Adrián R!


 Caminé pensando que me encantan las sorpresas: "Si puedes aprender de los golpes duros también puedes aprender de las caricias suaves" de Carolyn Kenmore.




2 comentarios:

  1. ¡Qué tierno! Mis hijos también tenían "novios" en infantil. Pero nunca llegaron tan lejos como a prometerse en matrimonio.
    Un beso para la niña.

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  2. Es que ya sabes que los niños de hoy van muy adelantados en algunas cosas, je, je. Saludos.

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