León: Precioso San Marcos nevado |
¡Hoy León amaneció blanco de nieve y precioso de contemplar! Aunque las aceras no tenían mucha nieve, estaban peligrosas a la hora de la entrada a los colegios.
El señor Alfredo, recién jubilado, nada más levantarse se puso a barrer la nieve de la acera frente a su adosado. Al rato me lo encontré en el supermercado:
_Señor Alfredo, madrugó, ya vi que limpió la acera frente a su vivienda.
_Sí, sí, tengo una escoba dura que en un momento quité la nieve, que ya no es uno un joven y...
_Pues si es tan fácil _le interrumpí en confianza_ quizás podría haber limpiado la parte de la acera frente al adosado de su vecina, la pobre con 90 años que tiene no podrá salir hoy de casa.
_¡Queeé! Ni hablar, cada uno que limpie lo suyo.
_Me he fijado en que el frontal de los adosados donde se alojan los buzones estaba limpio sólo hasta la mitad. ¡Pero si le tuvo que costar más limpiar sólo la mitad que limpiarlo todo! Me eché a reír, recordando con qué simetría una parte de la gran piedra estaba limpia y la otra con más de diez centímetros de nieve
_No, no, ya te digo, lo mío está hecho y que cada uno haga su parte.
Salimos juntos del "super" con bolsas en la mano. Al pasar por el lado de la casa de su vecina el señor Alfredo que iba con mucho cuidado, resbaló y cayó "patrás" todo lo largo que es. Primeramente se sentó sobre la nieve con mi ayuda. Luego con mi ayuda y el apoyo en las bolsas logró ponerse en pie. Mi sombra se interesó por si se había hecho daño. "Sobre todo en el culo" dijo él. Solté la frase riendo:
_¿Ve?, si hubiera limpiado este trocito más, le hubiera hecho un favor a su vecina y se lo habría hecho a usted. Me dio la razón mientras se quejaba de dolor en el costado. Me ofrecí a subirle las bolsas pero dijo que estaba bien y entró en su casa..
Mi sombra siguió su camino reflexionando en la casualidad y el azar: "Lo que denominamos azar no es ni puede ser más que la causa ignorada de un efecto conocido" de Voltaire.
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