En mi calle han puesto un establecimiento de "estética de los pies" y parece que tiene mucho éxito.
La profesional me contó que tiene un cartel en la puerta de su empresa en el que pone que cierra a las dos. Una señora llegó a la dos menos cinco y antes de que hablase le dijo amablemente que lo sentía pero estaba tratando a una clienta y acostumbraba a dar hora con petición previa, que si lo deseaba le daba hora para la tarde. La señora de unos 60 años la interrumpió:
_Ahí pone que cierra a las dos, lo mío es muy urgente pues me tengo que ir de viaje esta tarde.
_Sí, la entiendo, pero mire faltan cinco minutos para cerrar y estoy con una señora...
_Ahí pone que cierra a las dos y aún no son las dos.
Ya mosqueada la embellecedora de pies un tanto borde le dijo: Mire señora no la voy a mirar sus pies se ponga como se ponga, lo siento, porque de lo contrario se me junta el trabajo de la mañana con el de la tarde.
Me cuenta que la señora salió de su negocio furiosa volvió la cabeza hacia la puerta y se fue alzando la voz para que todo el mundo se enterara: "Ahí, pone bien claro que se cierra a las dos y aún no eran las dos cuando yo entré".
Por la tarde la esteticien ve pasar a la misma señora por delante de su lugar de trabajo a la vez que piensa: Ya está, ya volví a meter la pata, constantemente se me olvida que "el cliente siempre tiene razón". Pero me alegro de haberle "parado los pies"
Tampoco hay que dejarse pisar:"Ignoramos nuestra verdadera estatura hasta que nos ponemos en pie" de Emily Dickinson.
Hizo muy bien; eso de que el cliente siempre tiene la razón no sé quién carajo lo diría, pero es una bobada como un templo. Que uno pague, no significa que tenga que abusar ni atosigar a la gente.
ResponderEliminarYo también lo creo Rafa. Pero el invento de la frase ha calado mucho. Saludos.
EliminarEl cliente rara vez tiene la razón y desde luego la pierde cuando habla en histérico y grosero, Abrazos
ResponderEliminarDesde luego con esos modales si la tenia la pierde seguro. Un beso.
EliminarPor mucho que hubiera entrado antes de la hora de cierre, si ya se esta con una clienta , hay que entender que eso no te da derecho a ser atendida.
ResponderEliminarHizo bien en marcar su territorio.
Besos
A veces si no se planta una, se la meriendan. Hizo bien. Abrazos.
EliminarHola Mara.. Como he vivido yo estas situaciones, el cliente no siempre tiene la razón, quiere tenerla por prepotencia, para intimidar, pero el buen comercial es capaz de pararle los pies..
ResponderEliminarUn abrazo..
Ella es principianta, por eso casi se arrepiente, pero tienes razón la experiencia es un grado y con gente así hay que proceder con decisión.Un saludo.
EliminarEso de que el cliente siempre tiene la razón, creo que ya no va, menos cuando el cliente es tan grocero. Bien por pararle los pies!
ResponderEliminarBesos =))))
Yo creo que ya va estando en desuso porque hay cada cliente que merece un trato borde como el que él o ella practican. Un abrazo.
EliminarEl cliente suele ser quejica y mandón, quiere y piensa tener la razón pero como ya están apuntando los amigos, rara vez la llevan.
ResponderEliminarBesitos ;I
Así es Nieves, rara vez la tienen pero se creen con todos los derechos sin deber alguno. Un beso.
EliminarHola Mara, bueno no creo que siempre el cliente tenga la razón, ya que en ocasiones se presentan como en este caso, que lo único que son es unos bordes y mal educados, ahora yo en el lugar de la especialista la hago sentar y a las dos cuando fuese a cerrar le digo o se va o la dejo aquí dentro hasta que vuelva a la tarde, para una borde otra, pero hizo muy bien en lo que le dijo.
ResponderEliminarBesos.
Yo tampoco, pero es lo que se dice. Je,je muy buena solución la tuya. Abrazos.
EliminarLa podía dejar tranquilamente sentada y a las dos cerrar el negocio y a la calle :)
ResponderEliminarBesos.
Pues sí hubiera sido una solución bien merecida y digna a su comportamiento. Abrazo.
EliminarLa podóloga tendría que haber sacado la patita por la puerta y haberle puesto la zancadilla a la señora...
ResponderEliminarJa, ja, lo malo que luego la llevaría al juzgado. Un abrazo.
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