Dibujo obtenido de la red. ¡Me falta uno, je, je! |
Mi sombra, como los escolares sus vacaciones son las mías. Así les puedo dedicar a los míos más tiempo.
¡¡Ni se imaginan lo que son tres niñas y tres niños todos entre seis y diez años, en una casa!! Para el día de Nochebuena y Nochevieja, como son doce preciosos ojos y seis hermosas bocas que han de cenar antes que los adultos, inventé un truco para que nos dejaran cenar tranquilos en estas noches famosas y como me dio buen resultado, llevo repitiéndolo año tras años.
A lo mejor le sirve a alguien. Voy a una tienda de los chinos. Allí compro muy, muy baratos, seis libros cuentos de héroes o heroínas con trazos y pegatinas, doy a cada uno el suyo y se pasan el tiempo pegando, trazando, recortando... mientras los adultos cenamos tranquilos.
El año pasado por Nochevieja les compré unas libretas con lunares de colores y les dije que podían hacer dibujos y escribir lo que quisieran y sin pensarlo salté: ¡Podéis escribir palabrotas! ¡Buena cosa les dije! Por no decir mala cosa les dije, ya que siempre les regaño cuando se le escapa alguna.
Lo que les prohibes es lo que más despierta su interés, así que... Escribían, se reían a cada palabra escrita, se las mostraban unos a otros y carcajada general. Los adultos como excepción, mirábamos para otro lado. ¡Pero... qué bien se lo pasaron!
Aún no he ido a los chinos, mañana iré: "La libertad es como una cometa. Vuela porque está atada" de Jose Luis Sampedro.
¡¡¡FELIZ NAVIDAD Y PRÓSPERO AÑO 2.017!!!