jueves, 22 de diciembre de 2016

¡¡Feliz Navidad!!


Dibujo obtenido de la red. ¡Me falta uno, je, je!

 Mi sombra, como los escolares sus vacaciones son las mías. Así les puedo dedicar a los míos más tiempo. 

¡¡Ni se imaginan lo que son tres niñas y tres niños todos entre seis y diez años, en una casa!! Para el día de Nochebuena y Nochevieja, como son doce preciosos ojos y seis hermosas bocas que han de cenar antes que los adultos, inventé un truco para que nos dejaran cenar tranquilos en estas noches famosas y como me dio buen resultado, llevo repitiéndolo año tras años. 

A lo mejor le sirve a alguien. Voy a una tienda de los chinos. Allí compro muy, muy baratos, seis libros cuentos de héroes o heroínas con trazos y pegatinas, doy a cada uno el suyo y se pasan el tiempo pegando, trazando, recortando... mientras los adultos cenamos tranquilos. 

El año pasado por Nochevieja les compré unas libretas con lunares de colores y les dije que podían hacer dibujos y escribir lo que quisieran y sin pensarlo salté: ¡Podéis escribir palabrotas! ¡Buena cosa les dije! Por no decir mala cosa les dije, ya que siempre les regaño cuando se le escapa alguna. 

Lo que les prohibes es lo que más despierta su interés, así que... Escribían, se reían a cada palabra escrita, se las mostraban unos a otros y carcajada general. Los adultos como excepción, mirábamos para otro lado. ¡Pero... qué bien se lo pasaron!


Aún no he ido a los chinos, mañana iré: "La libertad es como una cometa. Vuela porque está atada" de Jose Luis Sampedro. 



         ¡¡¡FELIZ  NAVIDAD  Y PRÓSPERO  AÑO  2.017!!!



martes, 20 de diciembre de 2016

Anciana egoísta




Estoy en la oficina de MUFACE esperando mi turno.  Presencio y escucho el siguiente diálogo entre un matrimonio mayor y un funcionario de la mutualidad. El anciano comenta:

 _Yo he cotizado muchos años a la Seguridad Social y ella estaba allí. Más tarde coticé a MUFACE y ella también podía ir al médico que quisiera de la mutua. 

_Señor _le dice el funcionario_ sólo ha cotizado por usted aunque ella estaba dada de alta aquí y en la Seguridad Social. 

_Con 74 años toda la vida aquí y ahora ustedes me echan _interrumpe la señora_ ¡No hay derecho! 

_Señora, a usted nadie la echa sólo le estoy diciendo que no se puede estar en los dos organismos a la vez, usted ha de elegir. 

_Estoy tratándome del corazón con un doctor de toda la vida y ahora me hacen ustedes dejarlo, no lo entiendo.

 _Señora _vuelve el funcionario a explicárselo_ usted se ha beneficiado todos estos años de la Sanidad por dos lados, ahora cotejamos los datos y se tiene que decidir por un sistema u otro, si le viene mejor se queda aquí, nadie le pide que lo deje. 

_Ya, _añade el marido_ pero para seguir aquí, tengo que pagar 80 € por ella y toda la vida cotizando... 

_Si no deja la Seguridad Social sí, pero si opta por seguir con nosotros no abonará nada. 

La anciana siguió dándole vueltas y más vueltas: Que si hasta ahora, que a su edad, que si la echaban... 

Mi sombra se hacía sus reflexiones. La anciana es muy injusta porque por la cotización de su marido han tenido ella y sus hijos cobertura médica toda la vida. En mi caso, al ser funcionarios mi marido y yo, hemos cotizado ambos y la cobertura para nuestros hijos ha sido la misma que si hubiera cotizado sólo uno de nosotros. 

Una visión muy egoísta, en mi opinión, por parte de la anciana que sin haber cotizado nunca por un trabajo ha tenido los mismos beneficios que si lo hubiera hecho y aún así se queja sabiendo que seguirá recibiendo la atención necesaria para su salud. 


Valoramos poco lo que la sociedad nos da:"Son pocos los que saben ser viejos" de François, duque de La Rochefoucauld. 



jueves, 15 de diciembre de 2016

"Prefiero una dictadura..."



Un título cruel, pero he de terminar la frase: "Prefiero una dictadura a una guerra". ¿Por qué ha sido sustituida la dictadura de Irak? ¿Por qué está siendo sustituida la dictadura en Siria? Sólo por nombrar las más cercanas: por muerte y desolación.

Las guerras se sabe cuando comienzan, el final es casi siempre una tregua para los vencidos. Una dictadura mengua la libertad, una guerra la quita del todo. Una dictadura anula los derechos, una guerra no deja ninguno. Una dictadura asesina, una guerra mata indiscriminadamente. Una dictadura corrompe, una guerra ya en sus inicios está corrompida por los que la inician que buscan poder y riqueza, bajo falsas ideas de ayuda. Una dictadura marca un territorio, una guerra acaba con él. Una dictadura implica a un país, una guerra hace intervenir a muchos... 

Ayer mirando a la gente que huía de Alepo mi sombra se veía en esa ciudad en el año 2.010. Me veía al lado de Lena, Leonesando: ¡Lena! y de las otras dos parejas en el zoco donde un amigo de Lena nos regaló puñados de caramelos de flores con un sabor especial. Jamás podré olvidar la imagen y el sonido en los campos de enormes fincas con árboles de pistachos que al ser verano comenzaban a abrirse haciendo un sonido hermoso. ¡Cómo olvidarme del ambiente nocturno al pie de la Ciudadela! 

Ahora viendo esas imágenes, observando esas personas: hombres, mujeres y niños huyendo sin un destino, me parece increíble haber conocido esa ciudad en calma y en paz.


Esta frase, hoy y siempre, será mi preferida: "Una paz injusta se debe preferir a una guerra justa" de Samuel Butler.




martes, 13 de diciembre de 2016

Adornos





 ¡Menuda semanita la pasada!

Lunes puente, martes y jueves fiesta, los niños encantados han venido los primos y han disfrutado mucho. Ya sólo piensan en la Navidad para volver a estar juntos y para tener los regalos. No paran de preguntar cuándo pongo el Belén y el árbol.

Hoy martes y trece, sin supersticiones. Además es Santa Lucía y ya se sabe: "Por Santa Lucía, mengua la noche y crece el día" así que a disfrutar de esos segundos más de día. 

Hoy es el día que casi siempre aprovecho para adornar la casa y me pasa algo muy curioso. Soy más de las tradiciones de aquí que de fuera. Me encantan los villancicos, las cartas a los Magos, el aguinaldo... son tradiciones de siempre que no ocupan lugar. El problema está en los adornos de la casa, que ocupan espacio. Pongo el Nacimiento por mis niet@s, que ya me están preguntando por él. Lo pongo por ellos, sin que falte el musgo, tierra, piedras, cortezas, arena para el desierto...

¡Les encanta mover las figuras! Algunas piden a gritos que ése no es su sitio, como un payaso, un héroe moderno, una ovejita en coche...  pero que a ellos les gusta verlas y cambiarlos de lugar..

Pongo el árbol que aunque no sea tradición nuestra, ya lo llevamos poniendo tantos años en las calles que parece una tradición de aquí y al salón le falta algo sin él. Pero este año tengo la tentación de poner "El ramo leonés" que cada vez está teniendo más auge pero...¿dónde? Ya son demasiados adornos. ¡Ya veremos! Estoy buscándole un lugar porque es un ramo muy, muy original y además muy cazurrín. No sé, tengo mis dudad, a los niñ@s no les pregunto porque por ellos traía a casa la cabalgata de los Reyes Magos.

La Navidad sin niños, me daría mucho menos trabajo, pero faltarían sus abrazos, sus besos, sus risas, sus juegos, sus canciones, sus bailes, sus gritos, alguna pelea, algún lloro...

Pero... ¡Nada sería igual sin la tropa pequeña! Sigo con mi duda ¿Pongo el ramo leonés?


¿Sigo la tentación? "La mejor manera de librarme de la tentación es caer en ella" de  Oscar Wilde.



jueves, 1 de diciembre de 2016

Condenad@s




Estoy en la biblioteca. Tengo el libro y sus letras ante mis ojos, pero las miro y no las veo. Todo vuelve a mi mente desde el principio. El día que al volver del instituto se sentó a mi lado en el sofá, mientras esperábamos a mi padre para comer. Ya empezó rara porque dijo: Mira cariño. No me gustaba que me llamara así, que ya tengo 14 años, pero no me dio tiempo a protestar porque siguió. Es sobre tu padre. Raro, raro, siempre le llamaba papá. Nos vamos a separar, tú ya no eres un niño y lo comprenderás, no seremos los últimos ni somos los primeros. Para tu padre y para mí tú seguirás siendo lo más importante. Pero...pero ... no me salían las palabras. ¿Por qué? ...Porque me está poniendo los cuernos. Él mismo me lo ha confirmado y no estoy dispuesta a pasar por eso. ¡Que le ponía los cuernos! Es verdad que últimamente parecía que se hablaban poco. Mi padre, en la vida le volveré a llamar papá, salía del trabajo, venía y se iba al bar hasta bien entrada la noche. Pero, si se llevaban bien, casi nunca discutían. Ahora me doy cuenta de que mi madre dormía en otra habitación pocos días antes de decírmelo. ¡Lo tenía bien pensado! Me dijo que me fuera a dormir a casa de mi amigo Pablo, que él quería darle a mamá una sorpresa; que iban a ir al cine, luego a bailar y prefería que estuvieran solos, para ver si así se arreglaban las cosas entre ellos. Pero... No comentes nada de esto con mamá, tú como si fuera cosa de Pablo. ¿Cómo iba a imaginar yo a qué venía la policía a casa de Pablo aquella noche? Primero se lo dijeron a la ... madre de Pablo y ella me cogió de la mano, me llevó a la cocina y me puso un vaso de agua delante. En cuanto empezó a hablar: tu madre... las lágrimas la interrumpieron y yo ya no respiraba ¿Qué le ha pasado a mi madre? Ha ocurrido algo muy grave, ha pasado lo peor, tu madre... ha muerto. ¿Muerto? ¿muerta? ¿mamá? Estaba alucinando, no podía ser verdad. Pero lo fue. No salieron lágrimas de mis ojos secos, ahora estoy mojando el libro y no puedo detenerlas. Ese día, sólo gritos salieron de mi boca desde muy adentro, me dolía todo. Vomité. Lo que me dieron me mantuvo dormido no sé el tiempo. Ahora él aún sin condena y yo condenado para siempre. ¡Presunto! Presunto! Hubiera puesto la mano en el fuego por él, jamás creí que sería capaz de hacer algo así. Y lo hizo. Él mismo se delató a la policía, le cogieron con el cuchillo aún ensangrentado, ¿Cuántas puñaladas? Muchas, hubo ensañamiento. Me condenó a no volver a mirar a los ojos de mi madre. ¿Eran marrones? ¿Cómo es posible que no me acuerde de color de los ojos de mamá? Ya no podré tapárselos con mis manos cuando llegaba del insti y entraba silencioso acercándome a ella por detrás.¡Cómo se reía! No sé cuanto tiempo me tendrán aquí, no es una casa grande, aquí hay gente como yo. Las que llevan esto se hacen las agradables, pero a mí no me engañan. Nos tienen lástima y yo tengo lástima de mi mismo. ¿Qué va a ser de mi sin ella? Cuando veo a la madre de Pablo se me pone un nudo en la garganta. El día que la policía me interrogó no les dije nada de los cuernos, pero ahora me arrepiento. ¡Será cabrón! ¿Ahora dice que fue en defensa propia? ¡En defensa propia! Si mi madre no me aguantaba un pulso sobre la mesa de la cocina. Es verdad que siempre le daba la risa... y pensar que jamás la volveré a ver reír. Para la gente es una más entre las 45 que han asesinado este año, para mí... su número quedará marcado a fuego para siempre. 


 Es una condena a cadena perpetua: "No hables mal de las mujeres: la más humilde, te digo que es digna de estimación, porque, al fin, de ella nacimos" de Calderón de la Barca.


P.D. Hoy mi sombra se ha querido poner en la piel de las otras víctimas de las que nadie habla. Son los hijos e hijas que quedan cuando "la lacra" de nuestra sociedad continúa llevándose por delante a sus madres, condenándoles a vivir sin el cobijo de las alas más protectoras que la naturaleza nos ha dado.