jueves, 10 de mayo de 2018

Decepción menuda



Etelvina era profesora de Primaria. Nunca había conocido a ninguna mujer que se llamara así y curiosamente viví en un pueblo varios años y conocí a dos compañeras de profesión que se llamaban así. Ambas excelentes profesionales y buenas compañeras. Para distinguirlas les decíamos "Telvi" la de Párvulos y "Telvina" la de Primaria. A las dos le quitábamos la "E", supongo que sonaba mejor.

 Mi hija pequeña de ocho años hacía 3º de Primaria. Quedaba poco tiempo para acabar la clase y como llegaba el Día de la Madre  ETelvina les dijo a sus alumn@s que hicieran una redacción en borrador sobre la madre. Mi hija recordó que yo siempre le hacía bromas cuando les contaba cuentos y a veces en plan gracioso y tremendista con una voz fuerte y profunda les decía con la voz engolada: "Yo tengo cuatro tesoro (por mis cuatro hijos) y si algún día alguien me los rapta y los lleva a una isla, me vestiré de pirata, pondré mi parche en el ojo, cogeré mi catalejo e iré en su busca con mi barco más allá de los mares o hasta donde el mar se acabe y los rescataré..." 

La niña fue escribiendo su redacción con más o menos las palabras de ese párrafo mío que recordaba y se la entregó a la maestra. Telvina al leerla la felicitó por lo bonita y original que le parecía. 

Al día siguiente en clase la niña se acercó a la papelera para afilar su lápiz, vio un papel enrebujado y le pareció... ¡Oh, sorpresa, era su escrito, vaya desilusión! Lo cogió, lo guardó en el bolsillo y lo trajo para casa. 

Al llegar, entró en la cocina y me espetó: ¡Sí, sí, muy bonito, muy bonito, lo que escribí, y estaba en la papelera! Leí el texto. Disculpé a la profesora, no somos perfectos y ella la quería mucho, así que le dije: A mí también me parece muy bonita así que mira, hay un concurso de redacción para escolares de Caja España lo que puedes hacer es pasar a limpio el borrador, alargarlo un poco y lo presentamos al concurso. La niña estuvo de acuerdo. ¡Ganó un Premio! Una cámara fotográfica.  

Y... es que ... hace falta muy poco para ilusionar a los más pequeños y menos para desilusionarles.


No es un sólo día el día de la Madre: El mejor olor, el del pan; el mejor sabor, el de la sal; el mejor amor, el de los niños" de Graham Greene.


26 comentarios:

  1. Magnífico relato Mara, me encanta tu blog.
    Un abrazo

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  2. Qué curioso es un nombre poco corriente y me he dado cuenta que conozco una, abrevia su nombre como Etel.
    Es tal y como dices es fácil ilusionarlos y hacerles daño también con ese gesto tan poco apropiado.
    Muy acertada la entrada y es que cuantas cosas que no se han valorado han sido después fantásticas, aprender a reconocer el esfuerzo y las ganas se debería hacer mucho más.
    Besos

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    1. La verdad es que es raro ese nombre. Pues sí, menos mal que los niños no suelen darle vueltas a las cosas. Un beso.

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  3. A lo mejor fue una forma de motivación. ¿Me tiras mi relato? po te vas a enterar. A los críos hay que enseñarles a levantarse de las caídas y no me refiero a las caídas físicas, que también.
    Un abrazo

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    1. Así es, yo pienso que serían los últimos momentos de clase para aprovecharlos y no le dio importancia al borrador. Levantarse siempre. Abrazos.

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  4. Emotivo lo que compartea, que poca pedagogia la de la maestra
    Cariños

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    1. Hay momentos para todo y ese día se ve que la profe no estaba para muchos relatos. Un beso Abu.

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  5. Tengo una carpeta llena de dibujos (garabatos), "eres la mejor y te quiero mucho" y aunque parezca difícil escrito con faltas, papeles arrugados, llenos de celo y pegatinas, papeles que por detrás está la carta del banco. Nunca los tiraría donde pudieran verlos. Un abrazo

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    1. La verdad Ester que las palabras de los peques ilusionan, por eso al menos si nos deshacemos de ellos que no sea posible que los encuentren. Besos.

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  6. Lo bueno es que los niños muy pronto perdonan... y olvidan. Además tuvo su gran recompensa, al ganar el premio.
    Besos.

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    1. Es lo mejor de los niños Sara, que disculpan y olvidan pronto las frustraciones y eso es muy positivo. Un beso.

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  7. Endurecer el alma de esa manera no debiera estar permitido, pero es siempre posible, Mara. Acordándome de mi nieta, casi me haces llorar.
    Feliz fin de semana

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    1. Los niños Enrique, pronto olvidan y eso nos ayuda a todos los que estamos a su alrededor. Gracias, un abrazo.

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  8. Las madres ejercemos todos los días y una de las cosas más difíciles es lidiar con las pequeñas decepciones que la vida les va proporcionando a nuestros hijos. De lo que hagamos y de lo que les digamos dependerá, y mucho, que al hacerse mayores sepan lidiar ellos con las grandes decepciones.
    Besos

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    1. Es lo que yo creo Ambar, será porque soy maestra pero siempre procuro disculpar al profesor/a al menos delante de mis hijos, pues perfectos no somos nadie. Un abrazo.

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  9. Me imagino la cara que puso tu hija pequeña al verlo en la papelera, la maestra debió ser un poco mas discreta al deshacerse del trabajo.

    Saludo.

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    1. Sí debió de ser triste, Tomás, para atreverse a cogerlo y traerlo. La profe aquí tuvo un gran despiste. Saludos.

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  10. Hay muchos niños que cuando sufren una desilusión aquello no lo sabrá ningún adulto. Fui buen dibujante pero nunca me devolvieron los dibujos lo que me causaba pena que mi madre no sabía. Tu cuento es genial.

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    1. Es verdad Vicente. Yo me alegré que lo trajera y comentara. Si se lo hubieras comentado a tu madre, quizás ella le hubiera pedido tus dibujos y tendrías ahora recuerdos maravillosos de lo que hiciste. Así es la vida. Saludos.

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  11. ¡Qué bonitooo! lástima que los piratas realmente al final fuesen los de Caja España, pero como decía el camarero de la película de Irma La Dulce "esa es otra historia".

    Besines utópicos, Irma.-

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    1. Ja, ja, Irma y sin llevar el parche en el ojo ni pata de palo. ¡Más que piratas! Un besín.

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  12. Me ha gustado la historia mucho, me hubiera gustado ver la cada de tu hija al ganar el premio. Un abrazo.

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    1. Al ganar el premio fue de alegría, a mí me hubiera gustado ver su cara al sacar el papel de la papelera. Un beso.

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  13. Hola, que bonita anécdota, y tienes mucha razón. Soy maestra y estoy de acuerdo en que en ocasiones, los pequeños solo necesitan un empujoncito. Saludos.

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    1. Gracias Jova, me encanta que seas maestra porque en las aulas ocurren muchas anécdotas. Un saludo.

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