¡Yo soy!
Dos hombres miran una fotografía en un periódico:
_¡Pasaron los buenos tiempos para los mineros!
_¡Ya lo creo que pasaron! No sé si algún tiempo fue bueno para los mineros.
_ Para los mineros posiblemente no, aunque los picadores ganaban "pasta". Sí que es verdad que de su cuerpo y salud lo sacaban. Pero los empresarios mineros, ésos sí que ganaron mucho dinero. Recuerdo cuando yo trabajaba en el banco en Villablino. Todos los días venían a la ventanilla billetes y billetes. Teníamos que venir a cambiar a León por dinero en monedas.
_Después _continúa el del banco_ me trasladaron para Sahagún y allí fue al revés: ¡Todo el mundo venía con calderilla que teníamos que traer al Banco de España, en Ordoño II, para cambiar por billetes.
_Ya, pues ahora ni billetes ni "calderilla", esto se acaba. La Mina se muere o mejor la dejan morir.
Mi sombra comparte el silencio de los dos hombres que siguen mirando la foto.
Pero... ya lo dijo Homero: "Dejemos que el pasado sea el pasado"
Lo malo es que como sigamos así no van a ser solo los mineros los que pasen al recuerdo, y si no ¡al tiempo!.
ResponderEliminarMi sombra "también" comparte el silencio de los dos hombres y de tu sombra, que siguen mirando la foto.
ResponderEliminarBesines utópicos, Irma.-
Esperemos j. Carlos que nunca los mineros pasen al recuerdo y que mejore el presente de todos. Un saludo.
ResponderEliminarA veces el silencio, dice muchas cosas. Un abracín Irma.