martes, 29 de noviembre de 2011

¡¡Que ya van 55!!





¡Yo soy!





Es una mamá con dos pequeños en un parquecito de nuestra ciudad. Ya es más de media tarde, no queda nadie en el parque. Ella está a punto de abandonarlo.
 
De pronto de un piso llega un grito: ¡Socorro! ¡Socorro! La mujer y los niños se tensan. Miran hacia el lugar de donde vienen las voces y de nuevo los gritos: ¡Socorro! ¡Socorro! Luego una voz de hombre que murmura, por lo bajo, algo que no se entiende  y ya no vuelven a oír nada más.
 
La madre asustada coge a sus hijos y se va a su piso. Llama a su madre, se lo cuenta y ésta le aconseja llamar a la policía.
 
_Es que no sé ni la calle, ni el número... titubea. Además ¿Tengo que dar mis datos a la policía?
 
_¡Pues claro!  
 
¡Ah! entonces no, que estaba yo sóla en el parque y me vería el agresor.
 
_¡Bueno pues entonces no hay nada que hacer! ¿Recuerdas cuanto nos contó Márquez, que vio en un balcón del barrio de Jesús Divino Obrero un letrero que ponía en una pancarta "SOCORRO"  y no subió a ver qué ocurría, siendo policía y  tú lo pusiste a parir? Pues tú estás haciendo lo mismo.
 
Después de la conversación con su madre, llama a su hermana, se lo cuenta y escucha: ¡Pues llama al 112!
 
 _Es que no sé de donde venían los gritos y si me han visto a mí...
 
_Bueno pues haz lo que quieras, pero ya tenías que haber llamado. ¡¡Tía que ya van 55!!
 
Ya ha pasado más de media hora. Los niños esperan la cena. Su madre se pasea por el salón. ¡Por fín se decide y marca el 091! Cuenta lo que oyó. Al otro lado una voz femenina le contesta:
 
_No se preocupe, una vecina también oyó los gritos y llamó. Ya tenemos todos los datos del piso. 
 
Cuando colgó se sintió como si le hubieran quitado un peso muy grande de encima. Se metió en la cocina y preparó la cena a los niños pensando que de no haber llamado, esa noche no habría podido dormir tranquila.
 
Mi sombra, como mujer, sólo acierta a decir: ¡Menos mal que, aunque tarde, se decidió!
 
 
Ya lo dijo Horacio en el año 65 a.de C: "Tu interés está en juego cuando la casa de tu vecino arde".
 
 
 

jueves, 24 de noviembre de 2011

¡De "La ESO"!




¡Yo soy!





Son tres adolescentes. Se paran frente a un escaparate:

_Ahí está mi móvil, con los cascos de última generación superpequeños _les muestra su móvil. ¡Estos cascos, son la hostia! Me pongo la música en clase y observo miradas como si pensaran: Ése no se entera, con la música tiene bastante. Creo que el profesor se da cuenta pero pasa de mí como yo de él. A veces quito la música y me entero de lo que dicen mientras piensan que no les oigo.

_ ¿Y...? _interroga el que está a su derecha.

 _Pues me entero de lo que quiero. Como el otro día cuando ya salíamos, va el nuevo y le dice al profesor de Mates: ¡Profe, qué pasa si se incendia el instituto!

_¡No jodas! ¿Y qué le dijo el profesor?

_ Pues que tendrían que habilitar otro sitio.

_¡Vaya elemento! ¡Qué cabrón!  ¿Lo mismo pensaba prenderle fuego al "Insti"? Ése, viene de rebote, no sé de dónde pero viene rebotao, seguro.

_ ¡Yo flipo! ¡En clase de "mates con los cascos! ¡Tú tienes la cabeza cuadrada! _comenta el que tiene a su izquierda.

_¡No, qué hostias! Es que a éste le gusta estar "al caldo y a las tajadas" que dice mi abuelo _apostilla el de la derecha.

Mi sombra se pregunta: ¿Hasta cuando la obligación de asistir a clase hasta los 16 años para unos   chic@s que no quieren hacerlo?


Están en clase, pero... "Nada vale un trabajo hecho contra voluntad" de Séneca.

 


martes, 22 de noviembre de 2011

¡Plante en La SAPHIL!






¡Yo soy!






Faltaron varios trozos de mantequilla y tres onzas de chocolates de la merienda del turno de las chicas que trabajaron de mañana. Un día más desde las cuatro de la madrugada hasta el mediodía, como diariamente se marcaba el turno. Entrada y salida del "curro" a golpe de sirena, cuyo sonido muchas de nosotras odiábamos.  

A varias alumnas-trabajadoras les faltó la merienda. La cocinera, ante las protestas,  fue a la "dire":

_Ni chocolate ni mantequilla hasta que no aparezcan las culpables que han tomado doble ración _fue la respuesta de la directora. 

La profesora de Educación Física decidió tomar la iniciativa de la respuesta por parte de las residentes. Se reunieron en la sala de estudio:

_¡Por supuesto que no aparecerán las "culpables"! Ya no son unas crías de colegio. La mayoría de vosotras sois mayores de edad. Trabajan ocho horas diarias y estudian otras ocho. Tomaremos una decisión entre todas. Y la tomaron:

"No se comería la exigua merienda, ni un día más, hasta que no se doblara la ración, ya que para algunas era suficiente pero para la mayoría era muy escasa".

¡Todas de acuerdo! Eran ellas las que pagaban su pensión en la Residencia, nadie les regalaba nada.

Cinco días tirando a la basura pan, mantequilla y chocolate, bastaron para que la "jefa" entrara en razón. Se consiguieron las raciones de merienda  proporcionales a sus ocho horas de trabajo, sus ocho horas de estudio y sus ocho horas de sueño.

Aplausos y agradecimiento para la Profesora de E. Física, que unos años antes... HABÍA  SIDO UNA  MÁS,  DE  LAS  CHICAS  DE  LA  SAPHIL.


¿Será que algunas veces consentimos injusticias desproporcionadas a los esfuerzos que realizamos?: "La constancia obtiene las cosa más difíciles" de Benjamín Franklin.




viernes, 18 de noviembre de 2011

"Felicidad virtual"






¡Yo soy!




Le falta unos meses para cumplir los cuarenta.
 
Vive sólo, ya que su profesión le permite ser independiente. No es una belleza pero sabe sacarse mucho partido de su silueta: ropa de marca, peluquería, gimnasio, deporte...
 
Su vida la conoce todo el mundo que se asome a Facebooc.  Allí, sube casi a diario todas sus andanzas: Si va, si viene... Si a la playa, al fútbol, a un concierto, a esquiar... Cuelga fotos, ¡muchas fotos! de sus viajes y actividades. ¡En ellas, jamás repite su atuendo!
 
Lo curioso es que ya le han cogido en algún renuncio: Llamando amiga a una recién conocida, dando a entender que es su pareja una chica que se sabe que es lesbiana. De tapas por León en compañía de una prima, que hace pasar por una amiga...
 
Allá donde va, lleva su cámara digital que hace disparar por algún conocido o desconocido, tres o cuatro veces, hasta que la foto sale a su gusto.
 
Se niega a cumplir años. A través de sus opiniones en la Red, parece que desea dar la impresión de ser un entendido en  todo lo relacionado con los jóvenes de veinte: deportes, moda, conciertos, música, lecturas... Los que lo conocen dicen de él que vive de cara a la galería.
 
 Cuando por la noche regresa a su apartamento, le falta tiempo para sentarse ante su portátil y proclamar a los cuatro vientos lo feliz que es y lo llena que tiene su vida.
 
Pero... al cerrar la tapa de su ordenador, se siente sólo y marca números al azar en su móvil, mientras se sirve una copa tras otra.
 
 
 
Ya lo dijo Honorato de Balzac: "Se exagera de igual modo la desgracia y la felicidad, nunca somos tan desgraciados ni tan dichosos como se dice"
 
 
 
 

martes, 15 de noviembre de 2011

¡Fidelidad!





¡Yo soy!





¡No sentí nada! Sólo el frío de fuera y el frío de dentro.

Miraba sin ver. Oía sin escuchar. Pensaba sin meditar. Pronunciaba sin hablar. No rezaba pero recitaba con los demás que rezaban.

 Los miré en el altar dándose el "sí quiero" y deseé que les fuera bien. ¡Que nunca se separaran!

 Tomé a mi angustia de la mano y salí despacio del templo antes que nadie. No iría al banquete ¿para qué? Él ya es otro, yo ya soy otra. Ya queda lejos el día que le dije que se fuera, que era mejor así. Lo hice por egoísmo. No quería que mirara, contemplara, observara y sufriera mi deterioro más interior que exterior.

Lo comprendió. No hubo llanto en la despedida.

La enfermedad es más fuerte que yo. Ella me dio fuerzas para abandonarte. Ella me arrastra, me pesa, me ahoga, me desarma, me empuja, me tritura... hasta deseo que tengan razón los médicos y dentro de unos meses mis cenizas cubran el jardín de la que fuera nuestra casa.

Te fui fiel y seguiré siéndolo hasta el final.

Te prometí que cuando me convirtiera en polvo: mi energía, mi luz, mi alma, mi yo o lo que sea que de mí quede, te seguiría arropando sin abandonarte nunca y... pienso cumplirlo cuando ya no sea. 


Se me olvidó decirte, lo que ya dijo Shakespeare que: "El pasado es un prólogo"




jueves, 10 de noviembre de 2011

¡¡Mudo!!





¡Yo soy!



Una señora mayor entra en la peluquería. La peluquera la mandó sentar y le dijo:

_Mire si hace el favor de esperar un momento. Subo al piso a cambiar algo de dinero, enseguida bajo.

La anciana le dijo que no se preocupara y quedó cómodamente sentada en su sillón frente al espejo. Entonces se dio cuenta de que no estaba sola. Allí, reflejado en el espejo, vio un joven muy atractivo. Quiso ser cortés y le habló:

_¡Perdona! Fíjate que no me di cuenta al entrar, creía que había quedado sola y ahora te veo a ti. Nadie contestó a su comentario así que pensó que como el chico era joven y bien parecido no quería contestar ni comentar a una vieja y permaneció en silencio.

De nuevo apareció la peluquera con el cambio que había ido a buscar en la mano y la señora le comentó:

_Ya le dije a ese joven que creía que quedaba yo sola y resulta que también estaba él ahí.

_¿Quién, ese chico? _preguntó la peluquera ya muerta de risa. ¡Mujer pero si es un póster! ¡No ve que está medio desnudo? Además es muy famoso.

_Hija, yo pensé que como soy vieja no había querido hablarme.


Mi sombra también se echó a reír cuando se lo contó. Porque: " Si es posible, se debe hacer reír hasta a los muertos" de Leonardo Da Vinci.





martes, 8 de noviembre de 2011

¡Inseguridad!





¡Yo soy!






   Dos jóvenes hablando sensatamente:
 
 _Por lo menos tú en La Renault tienes más seguridad de seguir trabajando.
 
 _¿Seguridad? ¡Ningua! Llevo tres años trabajando en Palencia y cada año todo ha ido a peor para nosotros. Llega un ingeniero a la fábrica se te planta delante de ti y del coche. Observa la colocación de una puerta, mira las bisagras, toma unas cuantas notas y se va.
Al poco tiempo aparece el ingeniero con un "robot" que comienza a colocar puertas en los coches sin darse un respiro. Al principio tiene muchos fallos pero poco a poco los van solucionando. Donde había cuatro trabajadores, ya sólo quedan dos. ¡Somos simples números para la empresa!
 
En el obrero la dirección no piensa. Que estás horas y días en la cadena de montaje sin cambiar de trabajo, pues te jodes. Nada importa si en poco tiempo se te joroba la espalda. A los de arriba les da lo mismo. Otro te sustituye y se acabó el problema.
 
_Si es así, sólo está seguro el funcionario y ya sobran, así que los que estamos parados tendremos que ponernos a robar para salir adelante sino ya me dirás.
 
_Lo peor es que da igual un gobierno que otro esto no se arregla con cambiar de políticos. Los que salen se aseguran sueldos vitalicios y los que entran se aseguran sueldos, dietas, desplazamientos... Ellos deciden y nadie les dice basta. ¡Pandilla de ladrones eso es lo que son! ¡Ah! y te digo yo que lo peor aún está por llegar. ¡Mira para Grecia!
 
 
 Mi sombra se aleja y medita: Ladrones no son todos los que están pero algunos sí: "En tiempo de las bárbaras naciones colgaban de una cruz a los ladrones, mas hoy, en pleno siglo de las luces, del pecho del ladrón cuelgan las cruces". de Ugo Foscolo.
 
 


jueves, 3 de noviembre de 2011

¡Senda!





¡Yo soy!






El pequeño Justi, de tres años se ha acercado a la profesora de infantil y le espeta:
 
_ ¿A que yo sí tengo mamá? A la profesora se le hace un nudo en la garganta y acierta a contestar:
 
 _¡Pues claro que tienes mamá y dos hermanos que te quieren mucho!
 
El pequeño se va corriendo a decirle al compañero que él sí tiene mamá. ¡Qué crueles pueden ser los niños a veces!
 
La profesora se aleja un poco del grupo y trae a su mente la triste historia de la madre del Justi, su amiga Senda. Se quedó viuda muy joven con dos hijos pequeños. Pasaron algunos años. Con su pensión y la indemnización por la muerte de su marido salía adelante.
 
Pero... Se tuvo que complicar la vida _sigue pensando_ juntándose con Justo, que de Justo sólo tenía el nombre. Un viva la Virgen, que vivió a costa de su amiga, mientras hubo pasta. Que conduce sin carnet. Un trabajo aquí y otro allí. Del destino de su paga sólo sabían las máquinas tragaperras.
 
¡Hasta que Senda se hartó! Se separó del padre de Justi al año de nacer éste. La amenazó con quitarle al niño. Por él, podía estar tranquila pues no tenía medios para hacerse cargo del pequeño. Pero... detrás estaba la víbora de su suegra que ya le había dado muchas muestras de lo cruel que podía llegar a ser.
 
 ¡Y ocurrió la fatalidad! La verdad es que su amiga no era un dechado de virtudes, pero ella sabía que era una buena madre y adoraba a sus hijos. Después de mucho tiempo sin salir, Senda decidió hacerlo esa noche con unas amigas. Dejó a su pequeño con sus hermanos mayores de trece y once años respectivamente. Justo la descubrió en un bar de copas y... se fue directo a la casa y luego a poner una denuncia contra Senda, por abandono de hogar.
 
¡Senda pagó cara su noche de copas! Las medidas cautelares le quitaron a su pequeño que se lo llevó su padre a otra localidad donde vive la bruja de su suegra que es la que se hace cargo del pequeño. Senda se trasladó a otra Comunidad ante el temor de que los Servicios Sociales le quitaran a sus dos hijos mayores.
 
 Ahora, hablar con el pequeño es posible si está el padre, casi nunca. Si es la "bruja" la que está en casa, jamás le pone a su niño al teléfono.
 
¡Senda está perdiendo la salud, por su pequeño! _dice estas palabras en alto mientras da unas palmadas para que los niños se vayan a la fila.
 
 
Equivocaciones que pagan siempre los más indefensos: "Los niños lo comprenden todo, más que nosotros, y no olvidan nada" de Miguel de Unamuno.
 
 
 

miércoles, 2 de noviembre de 2011

¡Muertes!





¡Yo soy!




¡Día de Difuntos!
 
 A mi mente de sombra viene la reciente, aunque parezca ya lejana, muerte del dictador libio.
 
Ni siquiera a un dictador le deseo esa clase de muerte. Llama la atención que "el mundo civilizado" al que pertenecemos se haya alegrado de acabar con él de esta manera.
 
 Para mí el fin no justifica los medios. Aunque los periódicos digan que fueron los suyos. ¡Todos sabemos que fueron los nuestros! ¡Me ha parecido horrible su muerte! Pero... ¿Todo vale a cambio del oro negro?
 
Hay muchas formas de acabar con un dictador. ¡Una guerra es la peor! Se cometen muchas muertes injustas bajo una dictadura, pero atacar a un país en paz, para acabar con una de ellas, las multiplica. Todas las guerras son injustas, pero las que se hacen por codicia, aún lo son más y sobre todo las menos justificadas.
 
Quizás por eso, por su forma de morir, tan execrable, ha merecido tener por tumba el desierto. No importa el lugar en la arena. Quizás bajo la "jaima" de las estrellas y el sonido del Siroco, su espíritu se arrepienta de sus errores.
 
Me pregunto: ¿De verdad el pueblo libio mejorará? ¿Ha mejorado Irak?
 
 
Vendrán tiempos en los que todos los crímenes, incluídos los cometidos en las guerras, serán considerados como asesinatos: "Si matamos con el consentimiento colectivo, no nos remuerde la conciencia, las guerras se han inventado para matar con la conciencia limpia" de Eugéne Ionesco.