martes, 17 de abril de 2012

¡La "roseta"!






¡Yo soy!
                                                                                                     

Mi peluquera, a su tía Rosa siempre le llama cariñosamente, Roseta. 

Hace unos días a Rosa se le estropeó el teléfono y como ella no oye bien, le pidió a su sobrina que llamara ella al servicio de averías de Telefónica para que vinieran a repararlo. Al día siguiente se presentó un operario en casa de Rosa que, después de examinar el teléfono, le dijo: 

_ El teléfono está bien, la que está mal es la "roseta". La mujer medio enfadada le soltó: 

_¡Oiga! Roseta soy yo y, aunque estoy algo sorda,  mi salud es muy buena y el teléfono lo entiendo estupendamente. ¿Qué se ha creído? ¡Ustedes los jóvenes piensan que los mayores, por serlo, somos tontos! 

_Señora _ dijo muy alto el obrero, mostrándole la pieza por la que entra la conexión telefónica_ esta pieza es la "roseta". Tiene usted que comprar una en cualquier tienda eléctrica y cambiarla. 

_ ¡Perdón, es que mi sobrina  me llama Roseta, y como fue ella la que les llamó...pensé que me estaba tomando el pelo!   El empleado de telefónica sonrió y se fue. Rosa quedó un tanto confundida. Cuando contó a su sobrina la experiencia, las risas entre ambas y las que tuvimos la suerte de escucharla, aún perduran. 



Al igual que ellas, mi sombra aprendió lo que es la "roseta": "Una experiencia nunca es un fracaso, pues siempre viene a demostrar algo" de Thomas Alba Edison. 




4 comentarios:

  1. Suelo decir que la vida es una colección de fracasos. Pero eso no es tan malo si nos sirven para aprender algo, entonces también los fracasos son valiosos.

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  2. ¡Ya lo creo! Los fracasos nos animan a volverlo a intentar de forma diferente, así avanza la Ciencia. Un saludo.

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  3. Muy graciosa anécdota. La vida está llena de ellas, saber apreciarlas,disfrutar de ellas y compartirlas nos hace sentir más vivos. Gracias y saludos a la Tía Roseta.

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  4. Así es, la risa agranda el espíritu y mejora la salud. Un saludo.

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