¡Yo soy!
Es un anciano octogenarios. Se encuentra ingresado en el Hospital por una grave complicación posoperatoria. A su lado el mayor de sus diez sobrinos que ya cumplió los sesenta tacos le escucha:
_Lo que hay, que no es poco, primero para mi hermano. Mi hermana la monja ya llevó lo suyo en su día que no fue moco de pavo. Todo para mi hermano mientras viva que a su edad irá detrás de mí. Como no tenemos familia el resto será para vosotros. ¡No quiero que haya peleas cuando nos vayamos para siempre! _el anciano hace una pausa.
_Tengo que decirte que tenemos un dinero, que pusimos hace poco en el banco. ¡SON DIECIOCHO MILLONES DE PESETAS, QUE COLOCAMOS A PLAZO FIJO DURANTE 30 AÑOS! Hasta ahí el sobrino permanecía sentado. Al oírlo se puso de pie y apostilló:
_¿A plazo fijo 30 años?
_Sí, sí, así lo hicimos con el del banco. Al director lo conocemos de toda la vida y siempre nos informó muy bien de los intereses y demás. Así que no quiero que haya problemas entre vosotros. El sobrino ya no escuchaba. Le daba vueltas a la cabeza. ¡Serán cabrones los del banco! ¡Vaya plan que le han vendido! ¿Cómo pueden, esos impresentables, hacer que una persona con casi noventa tacos ponga su dinero "a plazo fijo" durante 30 años? Ellos a su edad será imposible que lleguen. Yo con la mía, seré como ellos cuando herede. ¡¡Qué malnacidos!! Merecían la cárcel. Sacar se podrá sacar claro, pero se quedarán con la mitad. ¡¡Qué panda de ladrones!!
A mi sombra sólo se le ocurre "Si haces planes para un año, planta arroz. Si haces planes para diez años, planta árboles. Si haces planes para cien años, instruye al pueblo" proverbio chino.
Es un chiste, ¿no?
ResponderEliminar¡Ay los sobrinos qué ganas de "pillar" cacho!....
ResponderEliminarSería conveniente conocer esa sucursal bancaria, ¿no te parece?
ResponderEliminarSaludos
Nada de chiste, Enrique, muy, muy real. Saludos.
ResponderEliminarEl dinero es goloso, aorillasdelorbigo, y para que se lo quede el banco... Eso sí, ya sólo queda un heredero y tiene muchas visitas de todos sus sobrinos. Un abrazo.
De momento Fonsado, diremos el pecado y no el pecador, aunque mucho me temo que no será un caso único. Un saludo.
Por lógica, eso no debe ser legal.
ResponderEliminarPuede, Enrique. Cuando el último hermano se vaya, se aclarará, supongo.
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